«Una mujer que ha sido violada y aborta no se ‘desviola’ ni física ni moralmente», fue la declaración textual realizada por el diputado del Partido Republicano de José Kast, Cristóbal Urruticoechea (en la foto), mientras presentaba un proyecto de ley de su autoría para penalizar la interrupción del embarazo en Chile.
A pesar de lo ridículo del argumento, varias personas y autoridades criticaron por ofensivos los dichos del legislador de ultraderecha, partiendo por la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, quien aseguró que «desde cualquier posición ante los derechos sexuales y reproductivos, lo mínimo es que un legislador maneje conceptos básicos, como que las mujeres somos personas, no objetos a los que se les ‘des-hace’ algo».
En su proyecto, Urruticoechea junto a su colega de Partido, el diputado Harry Jurgensen, proponen que se derogue el aborto en Chile y que se aplique la sanción de presidio mayor en su grado mínimo (entre 5 y 10 años de cárcel) a la mujer que se practique un aborto. Asimismo, apuntan a aumentar las penas para los facultativos de salud, o cualquier persona, que asista una interrupción del embarazo.
Esta iniciativa se suma a la presentada en marzo pasado por la diputada Chiara Barchiesi, del mismo partido de extrema derecha, quien presentó en marzo una reforma constitucional para eliminar la causal de aborto cuando está en riesgo de la vida de la madre.