La amenaza de que Ucrania prepara una bomba sucia para usarla en su territorio como una provocación en contra de Rusia crece a pesar de que la comunidad internacional ha desestimado las advertencias del Kremlin.
Recientemente, fuentes de la fábrica ucraniana de misiles y cohetes Uzhmash revelaron a Sputnik que Kiev terminó la preparación técnica para realizar un ataque de falsa bandera con una bomba sucia y ya se ensambló una maqueta del misil balístico del sistema ruso Iskander.
Las fuentes consultadas afirmaron que el plan del Ejército ucraniano es cargarlo con materiales radioactivos para después simular su interceptación sobre la zona de exclusión de la central nuclear de Chernóbil.
Pese a las alertas, ni la Organización de las Naciones Unidas, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ni el Gobierno de EEUU han hecho algún pronunciamiento a Kiev, aunque el propio vocero del Departamento de Defensa estadounidense, John Kirby, afirmó que se toman en serio las advertencias y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) anunció el envió de inspectores.
En entrevista para Sputnik, el analista mexicano Christian Nader considera que, desde febrero, cuando inició la operación militar especial en Ucrania, se tienen noticias de posibles ataques de bandera falsa, si bien ninguno relacionado a armas nucleares, pero sí vinculados a ataques convencionales, la utilización de cadáveres y montajes.
A lo largo de ocho meses de conflicto, la Federación de Rusia ha denunciado varios montajes realizados por Kiev para demonizar al Ejército ruso frente a la opinión pública internacional.
Algunos de los casos más sonados, incluso desmentidos en medios internacionales, son el ataque a un hospital materno en Mariúpol; los cadáveres hallados en Bucha, así como los bombardeos a la planta nuclear de Zaporozhie.
En agosto, precisamente por los reclamos por supuestos bombardeos rusos a la planta nuclear, Rusia envió una carta al Consejo de Seguridad de la ONU para exhibir los ataques de falsa bandera ucranianos.
«El Gobierno ucraniano tiene la tecnología para realizar esto [un ataque con bomba sucia] y el Gobierno de Kiev no está solo en esta operación«, afirma el académico mexicano.
Los ataques de bandera falsa han sido una estrategia común para los aliados en la OTAN, principalmente EEUU y el Reino Unido, quienes a lo largo del siglo XX realizaron varias operaciones similares en distintos frentes como Vietnam, según Christian Nader.
«Si este ataque ocurre, el régimen de Kiev contaría con el apoyo de la OTAN que son expertos en este tipo de ataques, pero también para ensombrecer a los verdaderos atacantes», opina el historiador.
Incluso, el investigador sugiere que cualquier prueba del uso de una bomba sucia por parte de Ucrania para realizar un autoatentado podría ser borrada por la propia OTAN, como ocurrió con las bombas de uranio reducido que se presume lanzó junto a EEUU en la extinta Yugoslavia, en Serbia y hasta en Irak, y de las cuales actualmente sólo se tienen indicios.
Acciones desesperadas
El posible uso de una bomba sucia en territorio ucraniano por el régimen de Kiev sería parte de las «acciones desesperadas» que se toman ante la imposibilidad de derrotar al Ejército ruso, sostiene Christian Nader.
Ese tipo de ataques abiertamente terroristas son una medida frenética para tratar tal vez no de vencer a Rusia, pero sí movilizar a la opinión global de los conglomerados mediáticos occidentales de que Ucrania ‘sigue resistiendo'», considera Nader.
En este sentido, para el historiador el ataque terrorista al puente de Kerch (también conocido como puente de Crimea) y el sabotaje a los gaseoductos Nord Stream son parte de estas medidas desesperadas que, si bien «no tienen un efecto de guerra inmediato», sí alientan el golpeteo mediático contra Rusia.
Por ello, vaticina que, en caso de ocurrir el ataque con una bomba sucia, el conflicto se complicaría para Kiev, pues en el frente de batalla esto no tendría un efecto real que ayude al ejército ucraniano.
Una bomba sucia o dispositivo de dispersión radiológica es un arma que combina explosivos y polvo o perdigones radioactivos, la cual, aunque no genera una explosión atómica, sí puede causar heridas graves y provocar la desimanación de materiales radioactivos.
Fuente Sputnik
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