A un año de la explosión de un gasoducto en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacan, causada por una toma clandestina, aún hay viviendas en zonas de riesgo y persiste el robo de hidrocarburo, reconoció el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.
En entrevista, comentó que el gobierno de la capital realizó distintas notificaciones a colonias que se encuentran cerca de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), pero los vecinos no han sido reubicados y tampoco han abandonado sus viviendas.
«Hay que decirlo, lamentablemente en la zona norte del municipio de Puebla se encuentran muchas colonias en una zona de riesgo, esto, producto del desarrollo de la mancha urbana»
Eduardo Rivera Pérez
En alcalde señaló el norte de la ciudad como foco rojo del llamado «huachicol«, en referencia a que los ductos de Pemex atraviesan este lado del municipio.
Rivera Pérez aseveró que «cualquier reporte» que recibe la policía municipal es canalizado a la autoridad federal, para frenar la ordeña de combustible.
El pasado 31 de octubre de 2021, una toma clandestina de gas Licuado de Petróleo (LP) causó una explosión en San Pablo Xochimehuacan, que destruyó decenas de casas, dejó cinco muertos y muchas viviendas en riesgo.
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Foto: Agencia Enfoque