Multifunción: Un modelo de precarización que llegó con sobrecarga laboral

Por Patricio Venegas, presidente del Sindicato Interempresa Líder de Walmart – SIL y Encargado de la Ramal de Comercio CUT

El reciente despido de Matías Cristi, gerente de relaciones laborales y sindicales de Walmart Chile, responde, entre otras cosas, al fracaso de implementar el modelo de la multifunción en la empresa supermercadista.

Cuando Cristi llegó a Walmart, venía con la misión de mediar con los sindicatos para instalar la este modelo de gestión. Una medida que el año pasado se inició con el anuncio de eliminar el cargo de cajeras y cajeros, empujando a los trabajadores a la reconversión laboral con la opción de tomar el cargo de operador de tienda, perdiendo cerca del 70% de su remuneración o de lo contrario, la opción era la desvinculación, afectando a más de cinco mil trabajadores de los supermercados de Walmart Chile.

El cargo de operador de tienda (OT) significa unificar y estandarizar las funciones de los trabajadores, destinándolos a libre disponibilidad de las jefatura para lo que ellas estimen conveniente. En otras palabras, todos los trabajadores hacen de todo.

Sin embargo, la implementación ha generado resistencia y no se ha logrado instalar con éxito el modelo. Los trabajadores organizados, de distintos sindicatos, han solicitados pronunciamientos de la Dirección del Trabajo (DT), respecto a la ilegitimidad del cargo de operador de tienda.

La DT, el 25 de junio -en el ordinario Nº1722-, resolvió que el cargo de Operador de Tienda no se ajusta a derecho, ya que «no otorga un mínimo de certeza a los trabajadores acerca de las labores a realizar en los supermercados», definiendo el cargo como ilegal.

El Sindicato Interempresa Líder de Walmart (SIL), el más representativo de la multinacional y el retail, hizo un llamado público a sus socios a no firmar el anexo de contrato, que convertía al trabajador focalizado en uno multifuncional bajo el nombre de operador de tienda, aludiendo a que no existía certeza de las funciones ni horarios, por lo cual judicializó el tema, demandando a la empresa.

Sin embargo, la multifunción no es solo una materia que se vive en los supermercados, sino que es un modelo que se está implementando en todo el comercio y así lentamente se está instalando en distintos sectores del mundo del trabajo.

Hoy los trabajadores luchamos por la reducción de jornada a las 40 horas y nos movilizamos por el cierre del comercio a las 19:00, con el fin de mejorar la calidad de vida de los trabajadores, pero la multifunción atenta contra ésta, ya que el modelo genera incertidumbre en las funciones, problemas de salud mental y física, provocadas por la sobrecarga laboral que genera esta nueva forma de trabajar.

Precarización laboral y de calidad de vida

Los trabajadores que están bajo este régimen de multifuncionalidad se han enfrentado a la gran disminución de las plantas de trabajo, lo que ha traído consigo un sin número de inconvenientes para las y los trabajadores, más allá de la incerteza jurídica ya señalada.

La sobrecarga de trabajo y los problemas de salud física y emocional, muestran niveles críticos de estrés laboral y están perjudicando seriamente la integridad y la dignidad de las y los trabajadores.

En estudios que ha realizado el sindicato SIL, en cómo se relaciona el estrés laboral y la sobrecarga de trabajo con la implementación del nuevo modelo de la multifunción, se estableció que tres de cada cuatro trabajadores ha visto aumentada su carga laboral, provocando que dejen de tener una relación laboral sana con su trabajo.

La mayor parte de las empresas realizaron este proceso de cambio, mediante despidos y reasignación de funciones de los trabajadores, sin entregar reales herramientas para sus empleados.

Se debe fiscalizar la implementación del modelo, hay que evaluar los efectos que está teniendo para la sanidad mental y física de las personas. Es fundamental que estos cambios tan profundos en el mundo del trabajo, sean con resguardo a las y los trabajadores, generando garantías mínimas y con seguimiento.

No olvidemos que un cambio de modelo es un cambio cultural y éste cambio no puede convertirse en un modelo de precarización. Este cambio debe ser conversado con los trabajadores de cara al diálogo social y tripartito impulsado desde la OIT en sus tratados internacionales y ratificado en las políticas y enunciados del Gobierno.

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