Antes de comenzar la desocupación militar de Irak, la invasión de EEUU dejó listo el oleoducto que llevará el petróleo desde los pozos hasta las arcas de las trasnacionales. Las tuercas las terminó por rodar el gobierno de Nuri al-Maliki este martes al celebrar un primer contrato con empresas británicas y chinas. Hace 37 Sadam Hussein nacionalizó dicho recurso.
El Consejo de Ministros iraquí ratificó esta semana la concesión del campo de Al-Rumeillah, el mayor campo petrolífero del país, a un consorcio entre la británica BP y la china CNPC. Si bien se rechazaron a otras empresas para el resto de yacimientos, se invitó a las multinacionales a seguir haciendo ofertas al gobierno de Irak.
La noticia la dio el portavoz del Gobierno iraquí, Ali al-Dabagh, quien sostuvo que “este consorcio va a aumentar la producción del campo de Al-Rumeillah de los actuales 950.000 barriles diarios a 2.850.000, a cambio de unos ingresos por servicio de dos dólares [1,42 euros] por barril”, según informó el diario Gara.
Al-Rumeillah, ubicado en Basora, al sur del país, es el mayor campo de crudo de Irak. Se calcula que tiene unas reservas cercanas a los 17.000 millones de barriles.
Al-Dabagh dijo que las ofertas que presentaron otras compañías extranjeras no fueron aceptadas porque “no aceptaron las tarifas por barril fijadas por el Ministerio del Petróleo iraquí”.
Compañías como la india ONGC, la italiana Enni, la china CNPC y la estadounidense Exxon Mobil hicieron ofertas para el campo de Al-Zubeir, cuyas reservas se calculan en 4.000 millones de barriles.
La concesión se entregó este martes en una ceremonia en la que estuvo el primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki; el ministro de Petróleo, Hussein al-Shahrastani; y representantes de las distintas compañías internacionales.
Al-Maliki anunció que el Gobierno iraquí apoyaría la labor de las empresas e instó a las compañías que no obtuvieron una concesión a que participen de las próximas licitaciones.
Habrá otras tres rondas durante este año para entregar el petróleo a las trasnacionales. El gobierno planea rehabilitar seis campos de petróleo y dos yacimientos de gas.
Se trata del primer paso para que las grandes petroleras vuelvan al país luego de que hace 37 años Sadam Hussein nacionalizara el oro negro.
El Ciudadano
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