Estefanía Veloz: Un sorprendente empate entre demócratas y republicanos en las elecciones de EE. UU.

Por Denis Rogatyuk

Estefanía Veloz: Un sorprendente empate entre demócratas y republicanos en las elecciones de EE. UU.

Autor: Pedro Guzmán

Como es del dominio público, se realizaron las elecciones intermedias en los Estados Unidos, en estas, muchas eran los rumores en cuanto a quienes serías los ganadores y perdedores, se manejaban diferentes tendencias, que al final, todas fueron incorrectas.

En este conteo de los votos se vislumbran nuevas rutas para los bandos involucrados, desde Voces Sin Fronteras, quisimos buscar una voz fuerte que nos permitiera ver de una manera más clara todos esto sucesos y que nos permita, poder dar a nuestros lectores, un referente informativo más cercano a la realidad.

Es así como. hoy vamos a discutir los últimos desarrollos políticos en Estados Unidos, específicamente en las elecciones legislativas. Es decir, las de los representantes y la selección al Senado, de los gobernadores y también varias locales que se celebraron este fin de semana pasado.

Aunque todavía no vemos los resultados finales, en varios medios, figuras políticas, han hecho conclusiones importantes. En ninguno de los dos partidos se ha podido proclamar una victoria clara. Otros publicaron que los republicanos tomaron ambas cámaras del Congreso, pero hasta ahora no es cierto.

Si el Senado va a quedar en las manos de los demócratas, o si va a pasar a las manos de los republicanos al igual que la cámara de los representantes, tampoco está claro que se vislumbre que mayoría va a tener el Partido Republicano para discutir ese tema. De igual forma queremos hablar un poco más sobre la dinámica política actual de Estados Unidos.

Hemos invitado a Estefanía Veloz, una gran compañera, amiga de México, una comentarista, también abogada. Tenemos un gran placer de poder hablar hoy contigo y que hayas decidido venir.

EV: Gracias Denis por la invitación y me parece que lo que planteas al principio es un panorama muy claro de cómo vivimos la jornada electoral en Estados Unidos y dejas ver bien que no tenemos el resultado definitivo y que ninguno puede proclamar victoria. Hoy por allí tengo una opinión, pero si quieres ahorita hablamos.

DR: Claro que sí. Me gustaría empezar ahora sí, con un poco de análisis de los 2 estados. En general ¿cómo lo ves? en relación al Senado y la Cámara de Representantes.

EF: Yo creo que para contextualizar diría ¿en dónde estábamos antes de la elección?, ¿qué es lo que pensamos que iba a suceder? y ¿cómo se vivió todo el ambiente antes y durante la elección a las intermedias en Estados Unidos? Se tenía casi de certeza de que iba a existir,- lo que le llamaban los medios estadounidenses-, una ola roja que iba a inundar con las figuras más intransigentes extremistas de ultra derecha de los  Estados Unidos, el Congreso, el Senado y todos los otros puestos de representación popular local.

Ahí estábamos, en la idea de que era muy difícil disputarles a una ola así de grande este triunfo. Sabíamos que la aprobación  que tenían o que tienen era baja, en que no habían podido levantar a los votantes demócratas, que habían tenido muchos retos de frente, como la crisis económica que se vive, el tema de la inflación, lo que había sido la Suprema Corte algunos meses antes en torno a derechos reproductivos y hacía que yo no pudiera disputar esa pelea política porque no tenía el capital político para ganarles.

Entonces, creo que el resultado durante la jornada, -que si bien no es certero-, no es definitivo. No sabemos y no se puede proclamar triunfo de uno ni de otro. Sí, nos fuimos dando cuenta, – y yo estaba en ese momento-, me encontraba en Los Ángeles. Yo voto en Estados Unidos porque tengo doble nacionalidad, entonces estuve rastreando mi voto.

Sí nos dimos cuenta de que no estábamos viendo la ola roja que esperábamos. No solamente las personas que nos dedicamos al análisis y que teníamos más o menos una idea del desarrollo de la elección, sino que tampoco los republicanos la veían, porque los mensajes de los republicanos eran de desesperanza, porque se estaban dando cuenta de que no arrasaban como pensaban que iba a suceder.

Uno de estos síntomas fue que Trump salió un día antes de la elección a decir que ese día en la noche iba a destaparse como el candidato por el Partido Republicano. Finalmente, durante el día estuvimos viendo declaraciones de miembros de su partido donde decían que no lo habían animado a que lo dijera, a querían que no se destapara, que superara los procesos internos del partido.

Pero claramente era un signo o un síntoma de que sentían que a lo mejor no les iba a ir tan bien en este balotaje, lo pudieron percibir mejor conforme iban saliendo resultados. Para ejemplificar supongamos que ese es el mapa de Estados Unidos y para mostrando lo aquí está, en referencia a Nueva York, Luego California, los centros de votación se fueron cerrando por el tiempo, la hora ya que tienen un horario distinto en cada lugar.

Las diferencias de horario son hasta de tres horas entre la costa este y la costa oeste. Entonces de este lado empezaron a cerrarse las casillas poco a poco y los resultados no eran muy favorables para los republicanos. Ahora, antes de cerrar esta primera intervención, ¿a qué me refiero cuando digo resultados favorables? Si bien todavía existe la posibilidad, -y si quieres, ahorita hablamos de las cosas más técnicas en términos de procesos electorales estadounidenses-, pues sí pueden cambiar.

Si bien todavía existen probabilidades de que ganen los republicanos, también existe la posibilidad de que tengan control en el Senado y en la Cámara Alta. Pues en la Cámara Baja representa una pérdida, porque no obtuvieron algunos asientos que eran ya de los republicanos y eso es algo que les esperaba. En segundo lugar, vaticinaron un triunfo avasallante que no llegó, y como sabemos en política, no solamente es ganar para pronunciarse ganador, sino también aceptar la derrota, que de igual forma te puede hacer quedar como el ganador.

Ahora estamos en un momento en el que podemos decir que el perdedor de esta jornada electoral fue Donald Trump y el ganador fue Joe Biden, porque Trump puso a toda la lista de candidatos del Partido Republicano a los que jamás pensaron en equipo.

Pero Trump los puso. Se empeñó en poner a sus candidatos, y al final resultó negativo, contraproducente, porque se dieron cuenta de que ni el mismo Partido Republicano iba a votar por estos candidatos.

Biden quizás esperaba perder ante Trump y el Partido Republicano, con un final simbólico de su cuatrienio. Y no fue así.

No obstante todavía tiene como un respiro más, o sea, como que logró sacar la cabeza del agua para tratar de hacer algo estos últimos dos años que le quedan antes de la próxima elección presidencial.

DR: Este bien, me gustaría hablar un poco más sobre la situación dentro del Partido Republicano, porque yo imagino que esos resultados, junto con este resultados , significan pérdidas importantes para los candidatos de Trump, esto va a intensificar la pelea interna, porque como yo entiendo es desencuentro es más grande ahora dentro del Partido Republicano entre dos, Trump y el gobernador de Florida, Ron De Santis, que salió victorioso e incluso sacó un porcentaje muy impresionante.

¿Hoy diariamente representa que igual es un país muy conservador, pero representa un conservadurismo más clásico, es decir, más clásico en comparación con él, con esta especie de populismo extremo de extrema derecha de Trump, entonces desde el punto de vista de cómo se podrá desarrollar esta pelea interna dentro del partido, ahora, después de las elecciones?

EF: Entiendo lo que dices, en términos de que son personajes diferentes y que cuando te refieres a un conservador clásico es un conservador que le acomoda mucho al establishment, al status quo, a las élites económicas. Creo que Trump no es así, creo que Trump no le acomodaba ni al establishment ni a las élites económicas. Claro, sabía hacer negocios con estas élites y después fueron doblando las manos, pero no le tenían tanta fe, digamos así.

Representaba una disputa política para ellos que Trump estuviera en la presidencia. Pero yo creo que en términos de este populismo que profesan Trump y De Santis no son tan distintos. Sí creo que De Santis desde que empezó a gobernar Trump fue adoptando algunas de sus actitudes, de sus gestos, de su manera de hacer política. Recordemos que De Santis es un gobernador de una zona históricamente ocupada por personas que vienen de Venezuela, de Cuba y de otros países donde obviamente se hace campaña hablando en contra del socialismo, aunque no sea el socialismo lo que hace juego y utilizando la comparación entre los demócratas con Venezuela y Cuba.

De Santis es experto en explotar este formato comparativo, pero creo que una de las opciones que vimos recientemente, donde decide enviar a un grupo de venezolanos emigrantes engañándolos a un estado gobernado por los demócratas para decir bueno, esto que ustedes quieren defender de los demócratas, es un acto de tráfico de personas y deberían investigarlos por ese delito.

Nos dimos cuenta de que De Santis no es un conservador, es un republicano de la vieja escuela, que se consensa, que sabe que vive en un país dicotómico, bipartidista, donde hay dos colores y con algunos de los de los azules te puedes encontrar y que dentro de tu partido pues hay formas que representa ciertas cosas y que tu partido representa ciertos valores.

Pero no, yo creo que De Santis no es tampoco de esta ala conservadora de instituciones. Creo que De Santis representa algo de lo que representa Trump. Sin embargo, De Santis tiene mucha más experiencia gobernando y haciendo política. Y uno de los eventos recientes que dan luz a lo que tú mencionabas hace un rato de esta ruptura entre antes y Trump, es que Trump decide ir a Florida y De Santis mientras está en Florida.

Trump, él está, digamos en Miami y De Santis está en otra ciudad. Normalmente pensaríamos que estarían ellos dos juntos, pero aún así Trump pidió el voto por De Santis. Habló muy bien de él. A veces habla bien y a veces habla mal, pero es complicado porque nadie nunca se termina revelando ante Trump. De Santis nunca ha dicho «cómo se le ocurre ese señor ofenderme».

No siempre he hablado bien de él. Sabe que lo necesita. Bueno, ahorita vamos a ver si ha cambiado y a eso voy. Antes de la elección, personas como De Santis y Ted Cruz, Greg Abbott y estos personajes de derecha sentían que necesitaban a Trump porque la base del Partido Republicano era la base trompista. Aceptaban cualquier tipo de ninguneo, insultos y de cambio de parecer en una relación agridulce con Trump, siempre con todas las personas que lo rodean, creo yo.

O sea, tampoco es que yo haya cumplido con él, pero de lo que he leído y de que por cierto, ahora salió un libro muy bueno sobre Trump, pero ya ahora no sé si después de este resultado sientan que lo necesitan. No sé si esto es por fin la manera en la que el Partido Republicano le va a terminar dando la espalda a Donald Trump.

Hay que agregar un factor importante y es la guerra abierta en Ucrania, porque hay una división entre el líder de la facción republicana en el Congreso, en la Cámara Baja y entre el líder de los republicanos en el Senado.

Trump ha exigido al gobierno de Biden que no envíe dinero a Ucrania e incluso, sin hablar bien de Putin, han hablado bien de Putin, y eso sí está generando una ruptura importante, porque hay un sector clásico de los republicanos, la vieja escuela de los republicanos, que dice no, eso es un tema en el que no hay negociación y se están confrontando entre ellos y ya los vemos lavando la ropa sucia afuera, que eso es algo que los republicanos no hacían.

DR: Sí, eso es curioso, igual he escuchado muchos anuncios, discursos por parte de algunos republicanos, muchos afiliados a Trump hablando este tema. Este demanda, ni unos ni un dólar extra se va a Ucrania.

Si ellos están dirigidos a este tema, me gustaría hablar un poco más sobre el lado demócrata, porque ahí yo creo que es el tema clave, el que jugó el papel importante en esta, – no vamos a decir victoria -, sino que un espacio mucho más suave para demócratas ha sido el tema de los derechos reproductivos, particularmente decisión de la Corte Suprema que realmente resultó ser un tema mucho más importante de lo que la gente pensaba, ¿qué crees de eso según tu experiencia?, ¿cómo viviste esto?, ¿de qué manera este tema influyó el resultado final?

EF: Había maneras de medir cómo iba a influir este resultado y creo que tuvo varias etapas. La primera etapa fue después de la decisión que toma la Suprema Corte de Justicia de revocar ese derecho como como constitucional y dejarlo a la suerte de lo que decidan los Estados, porque empezó a levantarse un ala del Partido Demócrata que decidió manifestarse en contra de esto, de la decisión de la Suprema Corte, -que eso también hay que decir que no es algo que suceda mucho-, porque los partidos son institucionales y respetan casi siempre la decisión que tomó la Suprema Corte de Justicia, y por primera vez vimos a una persona tan importante como Elizabeth Warren, que es experta en hacer política, manifestándose y hablando mal de las personas que están en la Suprema Corte de Justicia, no de los jueces y eso fue importante.

Entonces se fue construyendo esta idea de que utilicemos este tema para sacar a la gente a votar, porque sólo hay un partido que va a defender los derechos reproductivos y es el Partido Demócrata.

Recordemos que el sistema estadounidense te pide registrarte para votar antes de las elecciones unos meses antes. Te puedes registrar en cualquier momento, pero el único momento en el que se cierra la ventana para registrarse en algunos estados es dos días antes de la elección, un día antes de la elección, en otros es tres semanas antes de elección.

Va dependiendo de las zonas de elección, te puedes registrar para votar cuando tú quieras. Entonces, en Estados Unidos no toda la gente que vota está registrada para votar y así más o menos sabemos cuánta gente decide ir a votar o no. Esta decisión de la Suprema Corte de Justicia empezó a aumentar en la cantidad de personal, de registro de votantes o de personas que se registraba para votar.

Ahora, otra de las características es que cuando te registras tienes tres opciones. Bueno, tienes varias opciones, pero supongamos estas tres opciones, una es registrarte para votar en el Partido Republicano o el Partido Demócrata la otra o en ningún partido la tercera opción. Porque si te registras en el demócrata puedes votar en los procesos internos del demócrata o en el republicano puedes votar en los procesos internos del republicano.

Los republicanos o los demócratas te buscan, depende de donde te encuentras. Es como afiliarse en México, se llama comparar esa figura, pero entonces te registras para votar con una preferencia por este partido y aumentan los datos. Como por ejemplo en Pennsylvania, aumentaron como 4 millones los registros de votantes y en su mayoría eran mujeres jóvenes. Según las cifras, mujeres jóvenes que se registraban para votar por el Partido Demócrata o estaban afiliadas al Partido Demócrata y así se fue replicando en todos los estados y eso marcaba una tendencia muy clara a que iba a votar más gente de la que había votado en el proceso, en el periodo anterior, en las elecciones presidenciales y que ahora iba a votar más gente.

Ahora, recordemos que las elecciones intermedias no suelen ser espacios de disputa. Esta es una elección sui generis, es una elección post pandemia, es una elección post Trump, es una elección post elección presidencial pasada. Todo lo que ha pasado con Black Lives Matter es una elección sui generis en el que no se sabía.

No se podían utilizar mediciones anteriores porque no había pasado la pandemia. O sea, sí había parte de los institutos que se dedican a hacer mediciones, estaban a ciegas y creo que mucha gente también, y a partir de ahora se podrá medir, pero en este momento se veía complicado comparar. Entonces empieza a aumentar la cantidad de mujeres jóvenes registradas.

Sabíamos que iba a votar más gente. Sin embargo, en las últimas semanas ya se decía que eso no iba a influir, que no iba a tener importancia, que la principal preocupación de la gente era la inflación, el desempleo. Incluso había lugares donde se vería que les importaba más la crisis que tenemos en términos de cambio climático que el aborto o el derecho a decidir o lo que sea lo que pasó en las elecciones y, que creo que aquí sí es fundamental decirlo, es que cinco estados, siete estados, decidieron poner en sus boletas una propuesta porque en Estados Unidos se votan propuestas y se votan impuestos y se votan representantes populares y fiscales en la misma boleta. En los procesos electorales decidieron poner una propuesta que te preguntaba «¿Está usted de acuerdo o no en que se agregue a la Constitución del Estado el derecho a interrumpir el embarazo?» Eso estaba en juego en cinco estados y en otros también, pero no tanto en términos constitucionales. Y aquellas leyes por modificaciones, algunos impuestos para clínicas que se dedican a interrumpir el embarazo, entre otros.

Pero eso hizo más todavía que la gente salió a votar una elección así, porque ya no era ni siquiera que quisieran votar con un tema ambiguo. Voy a votar por los demócratas porque van a defender mis derechos. No voy a votar porque tengo la opción de votar en la misma boleta que sí quiero que el Estado proteja este derecho constitucional.

Y para terminar, ayer salió la medición de qué es lo que motivó a la mayoría de la gente a votar. Son encuestas. O sea, tomémoslo como lo que son encuestas. Y me parece que era 40 y algo por ciento de inflación y 36% derecho a decidir. Y todos los paneles y todas las columnas, todos los expertos salieron a decir no, que no era importante, no, que ya se había parado el ímpetu porque tenía que ver con el derecho a decidir, pues sí, fue un proceso definitivo para los demócratas.

DR: Me gustaría continuar la entrevista analizando ahora la situación que significa una serie de estados para la izquierda dentro de Estados Unidos. Porque sabemos que tú estuviste con varios compañeros de la organización de los Demócratas Socialistas de América ahí en Los Ángeles y mí me gustaría saber ¿cómo han sido los resultados para esta organización?

Y también me gustaría tu opinión sobre este caso del senador John Feather, si no me equivoco, que fue elegido como senador en Pensilvania, que era el vicegobernador de Pensilvania y que también está considerado como un una especie de socialista, reflexionando sobre si existe una línea política similar a Bernie Sanders.

EF: Es siempre bien curioso. O sea, tu y yo lo hemos hablado como siempre es izquierda ¿respecto a qué? Y parece que la extrema izquierda de los Estados Unidos puede ser el centro de Europa o puede ser el centro de otros lugares por el espectro ideológico en el que se encuentran. Y que desafortunadamente tienen dos partidos en los que conviven todas las derechas y en el otro todas las izquierdas, el centro, los liberales y los progresistas.

Sí, es un triunfo importante para la izquierda, porque esta organización que tú mencionabas, los demócratas, socialdemócratas, demócratas, socialistas de América, ganaron por primera vez un lugar importante, no solamente en la Cámara Alta y en la Cámara Baja y en los puestos de representación popular locales, sino que ya son considerados, creo yo, -a partir de este triunfo-, una fuerza importante dentro del mismo Partido Demócrata, lo que les da un margen de negociación política mucho mayor, de presencia, de presupuesto sobre todo, pero que creo pueden vaticinar hacia dónde va a girar el Partido Demócrata. Porque el Partido Demócrata como el Republicano, bueno, -en realidad no como el del republicano que se ha ido haciendo de sangre más joven y el Partido Demócrata no-, el Partido Demócrata sigue siendo de viejitos y viejitas anquilosadas en puestos que han ocupado durante 20 años estos espacios de carrera profesional, de legisladores profesionales. Y por primera vez vimos una ola más allá de la que pasó con Alexandro Casio Cortés, momento sino más dura, más fuerte, más conectada, más arraigada de jóvenes que se identifican socialista en un país donde te perseguían por ser de izquierda y que ahora puedes decir socialista y puedes defender a Cuba y puedes hablar en contra del bloqueo y puedes hablar de Venezuela y puedes hablar de muchas otras cosas, puedes hablar incluso de la élite.

Les puede decir burgueses a los mismos compañeros de tu partido y eso antes no sucedía. Es importante, porque lo que va a hacer no sé si ahorita, pero en el futuro, es transformar el Partido Demócrata, que para mí, inevitablemente los 16 se van a convertir en su propio partido porque ya no caben en el mismo partido.

Bernie Sanders y Kamala Harris  ya no caben en el mismo partido, la senadora Cinema y Elizabeth Boyd, no caben en el mismo partido. Nancy Pelosi y Alexandro Casio. Entonces sí creo que eso va a terminar sucediendo. Eso es un triunfo súper importante para la izquierda. Jóvenes que ganaron con la estructura de la comunidad, que no recaudaron dinero, que están transformando la manera de hacer campañas, que en Estados Unidos el dispendio en las campañas es enorme, que no están haciendo acuerdos con grandes capitales y que creo que vienen de la lucha desde abajo.

Y para que estos grupos de jóvenes hayan llegado se le debe directamente al auge de movimientos sociales que surgen en Estados Unidos, entre el movimiento feminista y el movimiento Black Matter, el movimiento en contra de los desahucios.

Los sindicatos de trabajadores, gracias a eso es un caldo de cultivo pertinente para que ganaran. Y el otro que decías de Pennsylvania fue muy refrescante que ganara Telerman y también que no ganara el jugador de fútbol americano que quería ser senador en otro estado que no me acuerdo su nombre, pero bueno, lo demás le ganó a esta persona de derecha que no era de derecha, pero se fue volviendo muy de derecha por seguir la ola trompista, una celebridad de la televisión, amigo de Oprah y terminó ganando Life German. Este es un compañero izquierdas, a mí no me engañan y terminó ganándole y eso fue refrescante. Creo que son cosas que no esperábamos que sucedieran y le dieron mucho más dinamismo a la elección.

DR: ¿Qué consecuencias pueden los resultados ahora para la política exterior de Estados Unidos?

EF: Si para mí hay algo que me llama la atención y que creo que no estamos hablando mucho y es lo que implica para el gobierno de Biden que esté ganando la izquierda en otros países, por ejemplo, la elección ahora de Brasil, que contrario a lo que pensaríamos en que le molestaría, yo creo que le conviene porque era la ultraderecha trompista la que se pretendía ganar en otros espacios y él lo está capitalizando como triunfos, pensando en poder llegar con más facilidad a estos grupos.

Y estos son las sanciones económicas que Biden ha pretendido levantar, pero que no puede porque no tiene la jurisdicción suficiente. Entonces, entre estos controles legislativos que hay respecto al Ejecutivo, Baiden no ha podido levantar dos sanciones o varias sanciones respecto a dos países donde le urge hacerlo, uno por el petróleo y otro sobre todo por la situación respecto a la guerra en Ucrania y esos son Irán y Venezuela y Biden ha querido levantar las sanciones, pero el Congreso no se lo va a aprobar.

Entonces ahora, con una mayoría republicana en el Congreso, va a ser muy difícil que levante algún tipo de sanción que pueda ser algún tipo de vínculo internacional. Le van a bloquear todo lo que tiene que ver con enviar dinero a otros países. Su primera moción, seguramente siendo la mayoría, es frenar cualquier tipo de apoyo a Ucrania. Y son todas estas cosas que quedan en manos del Congreso.

Ese es un país en el que la mayoría cuenta en el Congreso y yo creo que se están cerrando las puertas para hacer muchas más políticas y cambios ante una minoría que va a tener su partido y eso se ve complicado, no solamente para lo que pasa en la política doméstica, sino para lo internacional.

No se dio cuenta de que poner sanciones era más difícil que quitarlas y ahora es difícil quitarlas sin el apoyo de los republicanos, y ellos no van a ceder ni un centímetro ante levantar sanciones. En Venezuela, por ejemplo.

Si el golpe estaba centrado en que lo más probable que sería es intentar o conseguir algunas victorias en la política exterior antes de las 2024, porque en realidad, yo no veo bien que sea el candidato demócrata otra vez en 2024. Y no sabemos quién va a ser, pero no creo que sea mala decisión tampoco porque la imagen del actual presidente está muy desgastada.

Denis Rogatyuk


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