Estructurar el trabajo del equipo de riego del Indap (Instituto de Desarrollo Agropecuario) y adaptar los programas que atienden estas necesidades en torno a los desafíos que impone la realidad hídrica del país y la normativa moderna como el nuevo Código de Aguas, es la meta señalada en el encuentro de encargados y encargadas regionales de esta área realizado en Santiago.
Debido a la sequía estructural de más de una década en Chile, la disminución de precipitaciones, el aumento de temperaturas, “el riego, la gestión hídrica y el acceso al agua se vuelve crítico”, señaló Santiago Rojas, director nacional de la institución.
Ante esto, agregó que “es muy importante la labor que realiza el Departamento de Riego de Inap y la coordinación también entre las contrapartes de riego de todas las regiones”, refirió una nota de prensa.
Fortalecer y organizar mejor los equipos, modernizar y flexibilizar la normativa de los programas -para incrementar montos y considerar otras trabas como los títulos de propiedad-, además de trabajar en un contexto de adaptación al cambio climático, son algunos de esos desafíos para la autoridad, que también puso como objetivo el “fortalecimiento de capacidades, ya que no se trata solo de implementar obras si no que después de eso debemos hacer un acompañamiento a las y los usuarios de Indap”.
Por su parte, el jefe nacional del Departamento de Riego, Jorge Silva, apuntó que “al Indap le quedó chica la palabra riego en torno al agua”. Indicó que “hoy día hay otros temas que también son preocupantes para la pequeña agricultura como saneamiento y acceso, y que pasan más arriba de riego. Debemos acercarnos más a una integralidad del recurso hídrico”.
En cuanto a las exigencias legales para el sector, Silva detalló que “nosotros tenemos un Código (de Agua) nuevo, o un Código modificado, desde el 6 de abril de este año. Este mandata al Indap a difundir estas modificaciones, pero también a pequeños agricultores les indica que deben regularizar sus derechos y da plazos para que esto ocurra: 18 meses en la mayoría de los agricultores y 5 años como una excepcionalidad a los agricultores usuarios de Indap”.
Este período, enfatizó, aunque parece mucho, “la verdad es que nosotros tenemos calculado que es muy poco tiempo, tenemos los plazos muy acotados y tenemos que intervenir muy rápidamente para que ningún agricultor quede sin su derecho. Eso para nosotros es prioritario y hoy día vamos a abordar en profundidad cómo abordar esta problemática que tenemos y en que estamos contra el tiempo”.