Un grupo de activistas ambientales irrumpió el sábado en la planta de cemento La Malle, que la compañía Lafarge tiene en Bouc-Bel-Air, en el sur de Francia, alegando contaminación atmosférica, informa BFM TV.
Unos 200 activistas entraron en las instalaciones y causaron daños considerables. Los ecologistas destrozaron dispositivos eléctricos, cortaron cables, dañaron producción, rompieron equipos de transporte y construcción y dejaron mensajes en las paredes de la planta.
El jefe de comunicación y asuntos públicos de Lafarge, Loic Leuliette, declaró que la empresa «todavía está evaluando los daños», pero asegura que estos son «considerables». Leuliette agregó que los activistas actuaron de manera «extremadamente violenta» y «lo saquearon todo».
En ese momento, las familias de los trabajadores estaban reunidas cerca de la fábrica celebrando la fiesta de fin de año organizada por la empresa. «Había más de cincuenta niños, niños pequeños, en el lugar», señala Leuliette. Para los presentes el ataque fue «un auténtico ‘shock'», destaca el jefe de comunicación de la empresa.
Al mismo tiempo, afirma que las acusaciones de contaminación son infundadas, ya que la planta es una de las que «produce cemento con menor emisión de carbono». No obstante, la cementera de La Malle fue incluida en la lista gubernamental de plantas industriales francesas que emiten más gases de efecto invernadero.
Es posible que la fábrica permanezca cerrada unas semanas mientras se reparan los daños. Lafarge presentó una denuncia ante la Fiscalía de Marsella, que ya inició una investigación.
Fuente RT
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