PAES 2022: Pobreza, desigualdad y mala calidad educativa. Caldo de cultivo de una catástrofe social

La desigualdad se basa en un gran número de factores: la economía, la perspectiva de género, políticas del gobierno, localización, cultura, origen étnico y creencias, entre otras. El resultado de la desigualdad es que las personas afectadas se mantendrán marginadas de buenas oportunidades futuras por no haber podido acceder a un proceso de aprendizaje exitoso.

PAES 2022: Pobreza, desigualdad y mala calidad educativa. Caldo de cultivo de una catástrofe social

Autor: El Ciudadano


Los resultados de la Prueba de Acceso a la Educación Superior 2022 (PAES) arrojan la confirmación de las distancias existentes entre los colegios municipales y los particulares pagados, las que aún no logran ser revertidas.

De acuerdo a lo afirmado por el Ministerio de Educación (Mineduc), existe una brecha “grande” la existente en ambas pruebas de Matemática, la que también existe entre recintos particulares pagados y subvencionados.

La brecha entre hombres y mujeres en la prueba específica de Matemática también creció de un 0,21 en 2021 a un 0,23 en 2022, y llegó a un 0,32 durante este año, lo que es calificada como “pequeña” por el Gobierno.

Además, el análisis de la UC precisó que el promedio de estudiantes de colegios municipales en Competencia Lectora y Matemática fue de 611,2 y 528,8 respectivamente, mientras que en particulares subvencionados fue de 643 y 552,9, y en particulares pagados de 749 y 700,5 puntos.

En el top 3 aparecieron las escuelas Los Andes de Vitacura, The Grange School y Villa María Academy, seguidas por Los Alerces, Cordillera de Las Condes, Tabor y Nazareth, Tabancura y Santiago College.

En cuanto a la educación pública, apenas tres liceos de administración municipal aparecieron entre los 100 primeros en puntaje. Estos colegios son el Liceo Augusto D’Halmar de Ñuñoa (15° lugar), el Liceo Bicentenario de Temuco (40°) y el Colegio de Maipo de Buin (88°).

Además, en el top 100 solo apareció un colegio particular subvencionado. Se trata del Liceo San Pedro Poveda de Maipú (91°).

Los liceos emblemáticos, que durante este año han protagonizado diversos hechos de violencia, sufrieron una profunda caída en este ranking, quedando fuera de los 100 primeros.

El Instituto Nacional quedó en el puesto 201, 58 lugares más abajo que en la Prueba de Transición (PDT) de enero de 2022. En esta ocasión, 641 estudiantes rindieron la prueba, con un promedio de 719,8, sobre los mil puntos.

Asimismo, el Liceo 1 Javiera Carrera cayó del lugar 475 al 544; el Internado Barros Arana, del 691 al 883; y el Liceo de Aplicación, del 886 al 904. El único que vivió una mejora fue el Barros Borgoño, pasando del puesto 1.271 al 957.

El sistema educacional chileno tiene su estructura definida en el periodo de la dictadura militar, que considera cuatro tipos de establecimientos educacionales dependiendo de los tipos de financiamiento. El primero de ellos es la educación municipal, financiado por el Estado y cuya administración se encuentra en manos de los Municipios de cada comuna, cuya oferta educativa tiene la característica de ser gratuita, sin requerir un aporte monetario de parte de los apoderados, sistema que entrega a sus estudiantes el vestuario escolar, transporte, útiles y textos escolares.

El segundo tipo de financiamiento de la educación es la particular subvencionada, cuya estructura considera por una parte el aporte que el Estado hace a los establecimientos y por otra, el aporte monetario que los apoderados hacen al establecimiento, visto de este modo es un sistema de financiamiento compartido, cuyos dueños son particulares, empresas o congregaciones religiosas.

Un tercer tipo corresponde a la educación particular pagada, que no recibe aportes del Estado y que se financia solo a partir del aporte que realizan los apoderados.

El cuarto y último tipo de financiamiento de la educación corresponde a la de administración delegada, que son casos excepcionales de establecimientos cuya dependencia es directa del Ministerio de Educación, pero que delega esta facultad en corporaciones o fundaciones educacionales privadas.

De acuerdo a Kremerman (2015):

En 1981 la educación pública en Chile se municipalizó: i) sin considerar que la Educación es un Derecho y colocando mayor importancia constitucional a la libertad de enseñanza (Artículo 20 de la Constitución); ii) creando un Sistema de Financiamiento inédito a las escuelas, el cual entrega subvenciones según número de alumnos que asisten a clases; iii) sin calcular cuánto era el costo de una Educación de altos estándares de calidad. El valor de la Subvención es un monto arbitrario; iv) entregando Subsidios también a las escuelas particulares, las cuales pueden legalmente Seleccionar a sus alumnos, lucrar y a partir de 1993 pueden Cobrar Aranceles, bajo la modalidad del Financiamiento Compartido y desde fines de los 90’ incluso reciben financiamiento para su infraestructura”.

Es a partir de este sistema de financiamiento de la educación en Chile, que se gestan las primeras diferencias, segregando a la población escolar a partir de cuánto pueden pagar sus familias, generando así que los estratos socioeconómicos no se mezclen en los establecimientos educacionales, reproduciendo de esta forma la segregación social a la cual se debe atacar de manera estructural.

Estos factores son relevantes al momento de explicar las diferencias que se dan entre uno u otro sistema de formación ya que incluso en los textos de estudio los énfasis son distintos respecto del grupo social al cual están destinados.

La desigualdad en la educación es el acceso inequitativo a recursos como libros, equipamiento, clases, docentes calificados, talleres variados, buenas instalaciones escolares y financiamiento. La desigualdad se basa en un gran número de factores: la economía, la perspectiva de género, políticas del gobierno, localización, cultura, origen étnico y creencias, entre otras. El resultado de la desigualdad es que las personas afectadas se mantendrán marginadas de buenas oportunidades futuras por no haber podido acceder a un proceso de aprendizaje exitoso.

Diversos estudios concluyen que la desigualdad educativa está directamente relacionada con la clase socioeconómica y al nivel de acceso a oportunidades (ante condiciones socioeconómicas deprimidas, menores oportunidades y viceversa). Así, la educación perpetúa las desigualdades que surgen con la clase social, el género y el origen étnico.

La educación es un derecho, pero no todas las personas tienen el mismo acceso a la misma calidad.

Existe una distancia inabordable entre las oportunidades educativas que se brinda en instituciones privadas y la realidad de las escuelas públicas. El acceso a educación de calidad y el entorno crean diferencias desde el primer día de clases, que pueden persistir toda la vida de una persona, “marcando” socialmente a cada niña o niño afectando los conocimientos, relaciones sociales, el lenguaje, el desarrollo de habilidades y oportunidades, que se traducirán en empleabilidad, éxito profesional y movilidad social. Las grandes brechas y desigualdades sociales son una parte integral de la cultura actual, pero no son imposibles de reducir y desarticular.

Según datos de 2017, Chile tiene uno de los índices más altos en desigualdad educativa entre los países de la OCDE, expresado en el índice Gini con un 0,503. Dicho de otro modo, los ingresos del 10% más rico del país son 26 veces más altos que los ingresos del 10% más pobre.

A nivel universitario, una carrera en Chile puede costar entre 20 a 50 millones de pesos en total, empujando a muchos estudiantes que no tienen recursos económicos suficientes o que no obtuvieron becas, o no cumplen con los requisitos para acceder a la gratuidad, a tomar préstamos o créditos de consumo con altas tasas de interés, llevando a muchos de ellos a endeudarse por largos años. De acuerdo con las investigaciones recientes sobre la educación mundial, Chile tiene uno de los porcentajes más bajos de educación universitaria y tasas de graduación en los países de la OCDE. Esto puede ser en parte, por las pobres condiciones de educabilidad y los altos costos de acceder y obtener una educación universitaria.

Existen diversas causas a nivel mundial que explican el origen y consecuencias de la desigualdad educativa:

-Causas Demográficas

Origen étnico:  niñas y niños de etnias minoritarias se ven afectados negativamente. En Chile, esto afecta especialmente a migrantes y pueblos originarios.

Religión: la predominancia de establecimientos de educación privada, gestionada por grupos religiosos.

Cultura.

-Ingresos

Las familias más ricas pueden brindar una mejor educación para sus hijos a través de alternativas y las familias más pobres tienen que conformarse con lo que proporciona el Estado.

-Recursos

Financiamiento de la escuela.

Educadores experimentados y calificados.

Libros y recursos didácticos.

Tecnologías.

Instalaciones escolares para deportes y recreación.

Las familias vulnerables están en desventaja desde el punto de vista de su capacidad para apoyar la educación de sus hijos y de relacionarse con la escuela.

Las capacidades de las familias para llevar a cabo su cometido educativo no están equitativamente distribuidas, puesto que la pobreza, el nivel educacional de madres, padres o cuidadores, y su capital social influyen en el desarrollo y el desempeño escolar de niñas, niños y adolescentes.

Estudios internacionales coinciden en afirmar que la pobreza material es un factor de riesgo para niñas y niños, ya que implica menor acceso a recursos educativos que apoyen el proceso de aprendizaje, como materiales y actividades educativas. Por su parte, Weiss y otros (2009) establecen que “padres, madres o cuidadores que viven en condiciones de pobreza o estrés económico experimentan más problemas de salud mental, que pueden limitar su habilidad para apoyar los estudios de niñas y niños e incrementar la probabilidad de uso de prácticas punitivas. También enfrentan más barreras logísticas para acercarse a la escuela como falta de transporte, falta de flexibilidad de tiempo diario y falta de tiempo para vacaciones”.

Dentro de las consecuencias de la desigualdad educativa podemos mencionar:

-Inmovilidad socioeconómica

La desigualdad educativa se debe, en parte, a la pobreza. Además, esta desigualdad también conduce a la pobreza, creando un ciclo en la relación. Una buena educación, según expertos, tiene la función de adquirir habilidades y certificar conocimientos para participar aún más en la sociedad, y sirve para “socializar”. Por lo tanto, sin la educación, las personas participan menos en su sociedad.

-Explotación

La desigualdad educativa empuja a muchas niñas y niños fuera de las aulas, haciéndolos vulnerables a la explotación, al entorno criminal e incluso en casos extremos, al tráfico de personas.

-Desempleo

Cuanto más educadas están las personas en una sociedad, mejor compiten por empleos e ingresos y viceversa.

Las desigualdades sociales contribuyen a las desigualdades educativas porque restringen la habilidad cognitiva y no cognitiva. Según un estudio del Economic Policy Institute sobre niños y niñas de guardería del año 1998 y 2010, hay un hueco de desempeño entre los niños en el nivel socioeconómico más bajo y más alto que persisten entre ambas clases. Esto es importante porque las habilidades cognitivas y no cognitivas son importantes para el éxito en la escuela y en otros aspectos. Sin estos éxitos, no habrá buenas perspectivas económicas en el futuro lo que conduciría a una falta de movilidad social.

Según un análisis de Oxfam, de acuerdo con datos de la UNESCO, en los países en desarrollo, niñas y niños de familias pobres tienen siete veces menos probabilidades de terminar la escuela secundaria (media) que niños de familias ricas. Además, en los países desarrollados, solo un 75% de niñas y niños de familias más pobres se gradúan de las instituciones de educación secundaria, mientras que un 90% de los niños de familias ricas se gradúan. Si una buena educación es más accesible a los más ricos de la sociedad, eso crea más desigualdad en el futuro ya que las personas ricas se seguirán asociando con otros ricos y obteniendo los trabajos más lucrativos mientras las personas pobres continuarán siendo pobres y permanecerán en la sociedad, completando un ciclo de la pobreza debido a la desigualdad educativa y social.

Autor: Jorge Molina Araneda

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