Cinco millones de niños en todo el mundo murieron antes de cumplir cinco años en 2021, y casi la mitad (47 %) murió durante su primer mes, según nuevas cifras de la ONU.
La mayoría de las muertes podrían haberse evitado con una mejor atención médica, dicen los activistas, y agregan que las muertes entre los recién nacidos no se han reducido significativamente desde 2017.
Las cifras, publicadas por el Grupo Interinstitucional de la ONU para la Estimación de la Mortalidad Infantil el martes, mostraron que si bien las tasas de mortalidad han disminuido desde el año 2000, el progreso se ha desacelerado en los últimos 12 años.
La Dra. Vandana Tripathi, directora del programa de cirugía segura Momentum en planificación familiar y obstetricia de la ONG EngenderHealth, dijo: «Lamentablemente, los 2,3 millones de recién nacidos que murieron en el primer mes de vida no representan una reducción significativa de los 2,5 millones de bebés que murió en su primer mes en 2017.
“Esto confirma que, a pesar del progreso significativo en la reducción de la mortalidad materna, sigue existiendo una gran necesidad de fortalecer la atención del parto segura y de calidad, en particular en las emergencias obstétricas en el África subsahariana”.
Los niños nacidos en el África subsahariana tienen 15 veces más probabilidades de morir en la infancia que los niños de Europa y América del Norte.
Las cifras de la ONU también muestran que 1,9 millones de bebés nacieron muertos durante 2021, más de las tres cuartas partes (77%) en el África subsahariana y el sur de Asia. El riesgo de que una mujer tenga un bebé muerto en el África subsahariana es siete veces mayor que el de las mujeres en Europa y América del Norte.
El nacimiento prematuro y las complicaciones durante el trabajo de parto son las principales causas de muerte neonatal. Del mismo modo, más del 40% de los mortinatos se producen durante el parto. Para los niños que sobreviven más allá de sus primeros 28 días, enfermedades como la neumonía, la diarrea y la malaria representan la mayor amenaza, dijo la ONU.
“Todos los días, demasiados padres enfrentan el trauma de perder a sus hijos, a veces incluso antes de que respiren por primera vez”, dijo Vidhya Ganesh, directora de análisis de datos, planificación y monitoreo de Unicef. “Tal tragedia generalizada y prevenible nunca debe aceptarse como inevitable”.
Kristy Kade, directora de White Ribbon Alliance, que hace campaña por la salud, los derechos y la igualdad de género de mujeres y niñas, dijo que las cifras no eran sorprendentes. “No estamos prestando atención a las mujeres antes de quedar embarazadas”, dijo. “Estas cifras son el resultado de la pobreza, el hambre y la falta de vivienda. No vamos a mejorar sin centrarnos en las mujeres”.
Agregó que las posibilidades de supervivencia de las mujeres, los niños y los bebés se redujeron considerablemente porque las parteras y las enfermeras estaban abandonando los servicios de salud en todo el mundo «en masa» debido a los bajos salarios.
“No podemos permitir que las mujeres sobrevivan si las parteras no pueden sobrevivir”, dijo. “Las parteras pueden resolver muchos de los problemas que matan a las madres y los bebés”.
Si bien el covid-19 no afectó en gran medida la mortalidad infantil, la pandemia puede haber aumentado los riesgos futuros de supervivencia, dijo la ONU. La pandemia ha provocado uno de los mayores retrocesos sostenidos en la cobertura mundial de vacunación con decenas de millones de niños ahora vulnerables a enfermedades prevenibles.
Fuente: The Guardian
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