Casi por unanimidad, el Senado de la República aprobó este miércoles el proyecto de reforma constitucional que permite a las fuerzas armadas resguardar la infraestructura crítica del país. La iniciativa era uno de los principales ejes de la agenda de seguridad impulsada por el gobierno del presidente Boric y fue celebrada tanto por figuras del oficialismo como de la oposición.
El proyecto fue aprobado por 46 votos a favor y solo uno en contra -de la senadora Fabiola Campillai-, por lo que será despachado a la Cámara de Diputadas y Diputados para sortear su segundo trámite constitucional.
Tras aprobarse el proyecto, la ministra del Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá, señaló que «lo que hoy está saliendo del Senado da cuenta de la madurez de un debate que no era así años atrás, pero también da cuenta de un contexto, y creo que eso es algo de lo que hay que tomar nota. Hay debates que son complejos, como este».
El presidente de Renovación Nacional, Francisco Chahuán, también celebró la aprobación del proyecto en la sala del Senado: «Estamos dando un paso decisivo en uno de los proyectos emblemáticos de la agenda de seguridad; permitir que las FF.AA. y de Orden tengan acceso a la protección de infraestructura crítica es un proceso sustantivo», declaró.
Cabe recordar que el proyecto de reforma constitucional nació tras fusionar mociones presentadas por los senadores Carmen Gloria Aravena, Kenneth Pugh, Ximena Rincón, Álvaro Elizalde, Jaime Quintana y Francisco Chahuán. A esto se sumó una indicación del Ejecutivo para incluir las áreas fronterizas dentro de la infraestructura crítica.
El proyecto aprobado en la Cámara Alta califica como infraestructura crítica todas aquellas instalaciones físicas estratégicas y que prestan servicios básicos en temas de abastecimiento, telecomunicaciones, salud, centrales eléctricas, entre otras.
También se contempla como infraestructura crítica las fronteras del país, poniendo a las Fuerzas Armadas a disposición para solicitar la indentificación de quienes ingresen al país por pasos no habilitados, así como registrarlos, detenerlos y ponerlos a disposición de las fuerzas policiales.
Respecto al resguardo de las fronteras, las FF.AA. vigilarán estas zonas y podrán solicitar a quienes cruzan por pasos no habilitados que se identifiquen, registrarlos, detenerlos y ponerlos a disposición de las policías.
Ambas situaciones de resguardo pueden durar 90 días y son prorrogables con acuerdo del Congreso.