La pequeña localidad de Ucacha, a 250 km de Córdoba (Argentina), está situada en la pampa húmeda y en aquella zona escasea la población. Así, está conectada con el mundo exterior por una larga cadena de postes de servicios públicos, los cuales son testimonio del cuestionado progreso humano.
No obstante, curiosamente adherido a uno de esos postes hay un objeto que habla mucho más sobre la bondad de la humanidad.
A lo largo de un camino que sale de la ciudad, un observador con ojo de águila podría ver esto: un trozo de madera en lo alto de un poste eléctrico de concreto.
Aunque su función, o cómo llegó allí, no está claro de inmediato, esa pieza de madera en realidad no tiene precio.
Hace unos años, el periodista local Gustavo Perusia llegó a conocer la conmovedora historia detrás de aquella extraña pieza de madera.
Todo comenzó cuando los operadores de servicios públicos comenzaron a trabajar para actualizar su infraestructura a lo largo de ese tramo de carretera, reemplazando postes de madera de larga data con nuevas estructuras de concreto.
Durante este proceso, el gerente del proyecto, Gustavo Bernardi, hizo un descubrimiento en uno de los postes de madera programados para ser removidos: en su interior vivía una familia de pájaros carpinteros.
En lugar de continuar con el trabajo como de costumbre, obligando a las aves a encontrar un nuevo hogar, Bernardi ordenó a su equipo que guardara ese trozo de madera solo para ellos.
Luego fue “colocado en el poste de concreto, a la misma altura y en la misma dirección”, escribió Perusia. “Fue un intento de preservar el refugio de estas aves, sin saber si funcionaría”, expresó el periodista.
Pero, efectivamente sí funcionó.
Perusia permaneció en silencio debajo del nido modificado para observar el ir y venir de sus ocupantes, quienes alimentaban a su familia en ese lugar acogedor como lo han hicieron durante generaciones.
“Las aves coexisten allí sin problemas”, dijo Perusia al medio norteamericano The Dodo.
Han pasado años desde que la casa de los pájaros carpinteros se salvó gracias a esa amable concesión a la naturaleza y, según Perusia, las aves continúan usándola en la actualidad.
Si bien la implementación de esa extraña pieza de madera no cuadra con el diseño del poste de concreto, hay una belleza innegable por la iniciativa en encontrar soluciones que mantengan a todos seguros en su lugar. Un ejemplo a seguir.
Con información de The Dodo
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