Washington ha expresado su preocupación por la escalada de la violencia entre israelíes y palestinos después de que las fuerzas israelíes mataran el jueves a nueve palestinos durante una redada en Cisjordania en el día más mortífero en el territorio en décadas.
El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, dijo que temía que la situación de seguridad pudiera empeorar después de que dos cohetes fueran disparados desde Gaza la madrugada del viernes e Israel respondiera con ataques aéreos en el territorio.
El principal diplomático estadounidense tiene previsto viajar a Oriente Medio el domingo para discutir la situación, con una visita prevista a Egipto, Israel y Cisjordania.
El viaje se anunció pocas horas después de que comandos israelíes mataran a siete hombres armados y dos civiles en la Cisjordania ocupada.
Una mujer de 61 años y un civil masculino estaban entre los muertos, dijo el Ministerio de Salud palestino, y unas 20 personas más resultaron gravemente heridas. Dos de las bajas fueron reclamadas por el grupo militante Jihad Islámico Palestino, otras cuatro por Hamas y una por el brazo armado de la facción Fatah del presidente palestino Mahmoud Abbas.
La Autoridad Palestina, que gobierna partes de Cisjordania y trabaja junto a Israel para contener la actividad militante, anunció el jueves por la noche que suspendía la cooperación en seguridad con el gobierno israelí, un paso que ha tomado de forma temporal en el pasado.
Soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) llegaron al amanecer del jueves a varias entradas del campo de refugiados de Jenin, un bastión militante en el norte del territorio palestino, dijo Sakir Khader, un cineasta palestino-holandés en el lugar. Palestinos armados dispararon contra un vehículo blindado israelí disfrazado de furgoneta comercial, momento en el que las FDI devolvieron el fuego y se produjo un feroz tiroteo de cuatro horas que causó daños generalizados, dijo.
“Estuve atrapado en medio del tiroteo durante horas”, dijo Khader. «Fue loco. Había francotiradores y drones y usaron una excavadora para bloquear una calle. Destruyó muchos autos y un lugar de reunión pública.
“En el hospital hay madres buscando a sus hijos… Todo sigue muy tenso. He estado viniendo a Palestina toda mi vida y nunca había visto algo así”.
“La situación en el campamento de Jenin es muy crítica”, dijo el ministro de salud palestino, Mai al-Kaila, en un comunicado. Las fuerzas israelíes habían impedido que las ambulancias llegaran a los heridos, agregó.
Las FDI dijeron que llevaron a cabo la inusual operación diurna, que se adentró profundamente en el campamento, debido a que la inteligencia sugería que una célula vinculada a la Yihad Islámica Palestina planeaba llevar a cabo ataques inminentes contra israelíes.
El número de muertos de la redada es el más alto en una sola operación jamás registrada por las Naciones Unidas desde que comenzaron los registros del organismo internacional en 2005.
Poco después de la medianoche del viernes, militantes palestinos dispararon dos cohetes desde la Franja de Gaza hacia el sur de Israel que fueron interceptados por defensas antimisiles. Israel luego llevó a cabo ataques en Gaza.
No hubo reclamo inmediato por el lanzamiento de cohetes ni informes inmediatos de víctimas de los ataques aéreos israelíes posteriores.
La principal funcionaria del Departamento de Estado de EE. UU. en Medio Oriente, Barbara Leaf, dijo que la administración estaba profundamente preocupada por la situación y que las bajas civiles reportadas en Jenin eran «bastante lamentables». Pero también dijo que el anuncio palestino de suspender los lazos de seguridad fue un error.
“Obviamente, no creemos que este sea el paso correcto en este momento”, dijo a los periodistas, diciendo que la promesa palestina de llevar el asunto a la ONU y la corte penal internacional era problemática.
Mediadores árabes y de la ONU dijeron el jueves por la tarde que se estaban llevando a cabo negociaciones con facciones israelíes y palestinas en Cisjordania y la Franja de Gaza en un esfuerzo por calmar la situación. Los Emiratos Árabes Unidos, China y Francia también han pedido al consejo de seguridad de la ONU que se reúna a puerta cerrada el viernes.
Israel no dio ninguna indicación inmediata de que estuviera involucrado en conversaciones. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, puso en alerta máxima a las fuerzas en Cisjordania ocupada y en la frontera de Gaza.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, dijo que Israel no buscaba escalar la situación, aunque ordenó a las fuerzas de seguridad “que se prepararan para todos los escenarios en los diversos sectores”.
Las tensiones en el conflicto de décadas se han disparado como resultado de la escalada de violencia y encuestas recientes sugieren que el apoyo al proceso de paz inactivo ha alcanzado un mínimo histórico en ambos lados.
Se espera que la reciente elección del gobierno más derechista en la historia de Israel inflame una situación ya volátil. Los miembros de la nueva coalición israelí se comprometieron a acelerar la construcción de asentamientos judíos en Cisjordania, una práctica que niega la posibilidad de una solución de dos estados, y relajar las reglas de enfrentamiento para soldados y policías.
Fuente: The Guardian
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