Estados Unidos con sus acciones, dirigidas a «resolver la llamada ‘cuestión rusa’ mediante una contención frontal-agresiva», está tambaleando sobre el borde de un conflicto directo con Rusia, declaró a Sputnik el vicecanciller ruso, Serguéi Riabkov.
«Washington debe darse cuenta de que si no abandona el rumbo actual y se muestra dispuesto a negociar sobre la base del respeto mutuo y la consideración de los intereses nacionales de una cooperación interestatal normal, no se logrará la estabilidad estratégica», aseveró el viceministro ruso de Exteriores.
En sus palabras, Moscú se opondrá por todos los medios a la búsqueda estadounidense de la derrota estratégica de Rusia. El diplomático señaló que «en prácticamente todos los aspectos imaginables en términos de diálogo bilateral con Estados Unidos» la situación está ahora en punto muerto.
«Este punto muerto está causado por la línea antirrusa de Washington, que se ha ido endureciendo año tras año y mes tras mes durante los últimos años (…) Toda la situación en el ámbito de seguridad, incluido el control de armamento, acabó siendo rehén de la búsqueda estadounidense de la derrota estratégica de Rusia», declaró Riabkov.
El viceministro agregó que «esto se contrarrestará de la manera más decisoria, utilizando todos los medios a nuestro alcance».
El Tratado START
El funcionario diplomático también comentó la situación en torno al Tratado sobre la reducción de armas estratégicas (START III). A principios de noviembre de 2022 se anunció que en El Cairo tendría lugar una nueva una ronda de consultas ruso-estadounidenses sobre el futuro de este tratado. Sin embargo, a finales de noviembre, trascendió que la reunión no se celebraría.
De todos modos, Rusia sigue comprometida con el tratado START mientras que es Estados Unidos es quien viola el preámbulo de este tratado sobre la indivisibilidad de la seguridad al llevar a cabo una contención frontal de Moscú, declaró Riabkov.
«Cumplimos de buena fe y en su totalidad todas las limitaciones cuantitativas y cualitativas establecidas por el tratado, y continuamos el intercambio de información estipulado por el mismo que proporciona el nivel necesario de transparencia y previsibilidad en el ámbito estratégico», señaló.
Sin embargo, el viceministro ruso subrayó nadie ha anulado la cláusula jurídica internacional rebus sic stantibus (si las circunstancias permanecen inalteradas), «lo que indica la importancia de tener en cuenta hasta qué punto las circunstancias que se dieron en la celebración de un acuerdo permanecen inalteradas».
«Recordemos que según las disposiciones del preámbulo del tratado, EEUU ha suscrito —y cito textualmente— ‘trabajar para fomentar las relaciones estratégicas basadas en la confianza mutua, la transparencia, la previsibilidad y la cooperación’ (…) También ‘se atienen al principio de la indivisibilidad de la seguridad’. Se trata de disposiciones importantes y la parte preambular de cualquier tratado es tan importante como los artículos operativos», añadió Riabkov.
El diplomático ruso enfatizó que existe la posibilidad de que no se llegue a un acuerdo sobre START con Estados Unidos después de 2026 y que es un escenario que podría materializarse por culpa de Washington. Por su parte, Moscú está preparado para ello, pero le gustaría avanzar de otra manera, hacia una nueva ecuación de seguridad, según Riabkov.
«Estamos preparados para un escenario así. Lo estamos calculando, incluidas las consecuencias sobre cómo y en qué contexto tenemos que trabajar de forma centrada para garantizar nuestra seguridad. Pero no ocultamos que no es nuestra elección. Lo óptimo sería tomar otro camino. Es decir, reanudar el proceso de debate sobre la cuestión de la estabilidad estratégica y empezar a trabajar en una nueva ecuación de seguridad que tenga en cuenta todos los factores que afectan a la estabilidad estratégica», declaró.
Añadió que Washington se guía por el principio de que lo principal es el interés propio de Estados Unidos y el resto puede ser ignorado.
«El [tratado] START bien puede ser víctima de este rumbo», observó Riabkov.
Consultas con EEUU sobre las relaciones bilaterales
Aun así, según el viceministro ruso, Moscú se prepara para una nueva ronda de consultas con Estados Unidos sobre las relaciones bilaterales y las considera útiles para sincronizarse, pero aún no hay fecha determinadas.
En diciembre se celebraron en Estambul consultas bilaterales sobre la normalización del trabajo de las embajadas y la eliminación de elementos de tensión en las relaciones bilaterales. Al comentar las consultas, Riabkov dijo que no se trató la cuestión del número de misiones diplomáticas rusas y estadounidenses. Sin embargo, la situación en este ámbito «es bastante complicada y tiene su prehistoria», por lo que «el diálogo sobre estos temas es importante en principio y lo continuaremos», añadió.
«En cuanto a la próxima ronda de consultas ruso-estadounidenses, a día de hoy no se han determinado ni su fecha ni su lugar. No hay otra forma de encontrar puntos de contacto para sacar de algún modo del punto muerto el conjunto de problemas acumulados. Ahora nos dedicamos a los preparativos rutinarios de la próxima reunión. Esperamos que la táctica de los pequeños pasos acabe conduciendo a soluciones mutuamente aceptables sobre las cuestiones más importantes de la agenda bilateral», subrayó Riabkov.
La central nuclear de Zaporozhie
El viceministro ruso considera que las negociaciones sobre la creación de una zona de protección en torno a la central nuclear de Zaporozhie son complejas y Kiev parece dar largas al asunto.
«Mientras continúan las consultas con el OIEA, sería un error hacer pública la información sobre los posibles parámetros de la zona de protección de la central nuclear. El proceso de negociación no progresa fácilmente. Transmitimos nuestras propuestas a Rafael Grossi, director general de la Agencia. Por lo que sabemos, Kiev aún no ha dado una respuesta clara a la iniciativa del jefe del OIEA. Al parecer, están dando largas», expuso Riabkov.
Además, señaló que Ucrania bombardeó repetidamente la instalación, dañando su infraestructura y «demostrando así una total indiferencia por los posibles riesgos asociados a la seguridad de las instalaciones nucleares».
«Da la impresión de que Kiev utiliza esta instalación para hacer chantaje nuclear. Todo esto demuestra una vez más que no hay elementos disuasorios para las autoridades ucranianas. A todas luces, con el apoyo de sus patrocinadores, los dirigentes ucranianos han creído en su propia impunidad por los crímenes cometidos», explicó el diplomático ruso.
Agregó que el OIEA no trató de interferir la forma en que la Guardia Nacional de Rusia (Rosgvardia) organizó la defensa de la central nuclear y tampoco propuso retirar sus unidades de la planta.
«La propuesta de retirar las unidades de Rosgvardia de la central nuclear de Zaporozhie procede en realidad de algunos representantes de la parte ucraniana y de los Estados occidentales que apoyan al régimen de Kiev. La planta está situada en territorio ruso. De acuerdo con nuestra legislación, las unidades de Rosgvardia vigilan todas las instalaciones nucleares rusas (…) Ni la secretaría del OIEA ni los Estados miembros del organismo tienen derecho a interferir en la organización de la protección de las centrales nucleares de ningún Estado», explicó el diplomático.
En sus palabras, «el mandato de la agencia no lo prevé, y la secretaría sigue claramente su autoridad en esta materia. No se recibió ninguna propuesta de este tipo».
Añadió que Moscú estaba en contacto regular con Grossi a través de la oficina de correos de Viena.
«Es muy posible una visita del Director General a Rusia cuando se requiera una coordinación adicional de nuestra interacción», concluyó Riabkov.
Desde hace meses, Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de bombardear las instalaciones de la central nuclear de Zaporozhie. Moscú afirma que su presencia militar en la planta tiene como objetivo evitar fugas de materiales nucleares y radiactivos.
El pasado 1 de septiembre, una misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) encabezada por el presidente del organismo, Rafael Grossi, llegó a la central nuclear. Tras su visita, el organismo publicó un informe confirmando los bombardeos contra la planta, aunque cabe destacar que a pesar de tener unas pruebas incuestionables sobre la autoría de los militares ucranianos de dichos ataques, no se pronunció sobre ello.
Canjes de presos con EEUU
Rusia seguirá discutiendo discretamente con EEUU las opciones del intercambio de presos, pero un canje de todos por todos parece poco realista hoy, dijo Riabkov a tiempo de agregar que el asunto es «sumamente delicado» porque algunos reclusos enfrentan cargos de espionaje, contrabando de drogas o, en el caso de nacionales de Rusia en EEUU, son «retenidos por motivos políticos o en casos penales fabricados».
«Organizar un canje de todos por todos en este contexto difícilmente es una opción realista», admitió Riabkov.
El vicecanciller también se mostró reacio a ventilar ese tema en público, dado que «claramente no ayuda a lograr resultados».
«Tenemos un canal de comunicación confidencial con EEUU que ha demostrado su eficacia en el canje de Konstantín Yaroshenko por Trevor Reed, y de Víctor Bout por Brittney Griner», alegó.
Al mismo tiempo, el viceministro dijo que Rusia carece de información exhaustiva sobre sus ciudadanos recluidos en centros de detención estadounidenses. El diplomático supuso que el número es al menos 10 veces superior al de los estadounidenses en centros penitenciarios rusos, y afirmó que «el Departamento de Estado ignora sistemáticamente las reiteradas peticiones de información por parte de la Embajada rusa en Washington».
En 2022, Rusia y Estados Unidos canjearon presos por primera vez en 12 años. El piloto ruso Konstantín Yaroshenko, condenado en 2011 a 20 años de prisión en EEUU por conspiración para introducir gran cantidad de drogas, fue canjeado en Turquía por el estudiante estadounidense Trevor Reed, sentenciado a nueve años de cárcel por agredir en 2019 a agentes de la Policía en Moscú
El segundo canje, que tuvo lugar en diciembre en Abu Dabi, hizo posible la repatriación de la basquetbolista estadounidense Brittney Griner, sentenciada a nueve años de prisión en Rusia por contrabando de drogas, y del empresario ruso Viktor Bout, quien cumplía una pena de 25 años en EEUU por conspiración para matar a ciudadanos estadounidenses al aceptar el suministro de armas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, organización catalogada por la Casa Blanca como terrorista.
Fuente Sputnik