Compositor, cantante, guitarrista y esmerado letrista, Alejandro Filio ya tiene un lugar firme entre los trovadores de México. Pero ¿cómo fue que se hizo trovador…?
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Él mismo lo cuenta en una charla con El Ciudadano México, a propósito de su próximo concierto en la ciudad de Puebla, el 14 de febrero.
Dice: “Yo no sabía lo que era eso, qué significaba ser trovador. Había, sí, una forma de hacer música y canciones y, sobre todo, de ser responsable de cantarlas y hacerlas llegar a la gente”.
Nueva trova cubana: inspiración y modelo
Habla de finales de los años 70 del siglo pasado, cuando ya había transcurrido -digamos- la primera fase de la trova en México y llegaba mucha música de España y de Argentina.
En ese contexto -precisa- es que “supimos que existía un género que se llamaba la nueva trova cubana. Fue el primer referente que se parecía a lo que yo hacía entonces.”
Explica que “no se trataba solo de ponerle etiqueta a una cierta práctica musical, sino identificarse con sus formatos, sus temas y su “maravillosa” forma de ejecución.
“Todos estos cubanos (Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Noel Nicola, Sara González, Amaury Pérez) nos mostraron que lo que hacían valía la pena, que era un camino para llegar a ser artistas, claro, sin el acervo político y cultura de ellos, pero sí en la forma de la obra, la poesía, la música”
Aún evocando su descubrimiento de la nueva trova cubana, Alejandro Filio destaca que en esa corriente musical vio claramente la forma, los medios y el objetivo de ser trovador y agrega que para esos tiempos, Guadalupe Trigo era en México el que más se aproximaba a esa estética.
Cuenta que por aquel entonces, la estación radiofónica FM Globo –con sede en la Ciudad de México- llegaban a programar a Charly García, Fito Páez y aunque esencialmente era un medio comercial logró crear un público para la música de la trova, incluso para aquellos que más bien eran trova-pop y tro-balada, que “se subieron al camión de la trova sin tener méritos para ello”.
Rememora Filio que también se expresaba la canción de protesta, a partir de temas relacionados con la Revolución Cubana, el franquismo en España o Pinochet en Chile.
En relación con México, señala que “sí teníamos por qué o contra quién protestar, pero no teníamos la (suficiente) libertad de expresión ni la calidad para hacer una buena canción de protesta, que no solo fuera un panfleto”.
La canción de protesta tiene otras identidades que no son de la trova- abunda Filio- quien añade que en nuestros días hay mucho contra qué protestar y hay libertad de expresión –que tampoco es garantía total- pero el ambiente de polarización te ubica inmediatamente en alguno de los bandos en pugna en el país y eso es desgastante.
¿El trovador protesta? ¿Tiene el compromiso de decir lo que ve bien o mal?
Responde Filio: «el trovador tiene una herencia natural que viene de los juglares en las plazas, que incluso parodiaban a los poderosos. No creo que sea un compromiso terminal, de cantar hasta el límite, sino de poder decir: tengo el conocimiento de lo que puedo hablar y voy a hablar hasta donde sea posible».
¿Hay requisitos para ser de la trova?
Para ser trovador –explica- “no es necesario ser gran letrado ni un intelectual ni pseudo intelectual, sino seguir sintiendo de la manera más sincera y tratar de actuar de la manera más coherente. Eso sí es un compromiso del trovador».
Filio ha dicho, en alguna otra entrevista, que la trova se compone de tres ingredientes básicos: amor, poesía y compromiso.
También ha dicho que es un género que no obedece modas, pues las generaciones siguen enamorándose y viviendo cosas intensas y además “hay muchas (otras) cosas a las qué cantarles”.
“La vida misma es un libro de inspiración, de sucesos de los cuales se puede hablar: amores, desamores, personas, animales, situaciones, países, personajes”. Cuando te instalas en ese ámbito, las canciones no tienen límite”
La trova en la pandemia y después de ella
Y en ese vasto horizonte ni siquiera la pandemia hizo retroceder a la trova pues, contra lo que pudiera pensarse, esta expresión musical encontró espacios insospechados.
Recuerda Alejandro Filio que en esos dos años fue posible dar “un concierto desde tu cama y los escuchas podían también estar en su cama. Y fueron conciertos completos, gratuitos y pagados”.
La situación cambió –afortunadamente- y “la gente está hambrienta de asistir a un concierto, de alimentar el espíritu, el alma; sentirse digna y bien interpretada por la música
Y los trovadores hacemos lo posible por recuperar las formas, emocional, sentimental, dice Filio.
Viene a Puebla el 14 de febrero
Con esa mística y con un bagaje musical de decenas de grabaciones, Alejandro Filio, autor de canciones como: Brazos de sol, Mujer que camina, Cuando un verso te nombra, Para robarte un beso, se presenta el próximo 14 de febrero en la ciudad de Puebla en un evento organizado por la Secretaría de Cultura del estado.
Será un concierto gratuito en el patio poligonal del Centro Integral de Servicios (CIS) “San Javier”, en Avenida Reforma 1305, (expenitenciaría). El acceso gratuito será con boletos de cortesía, sobre lo que se puede consultar en las redes sociales de la dependencia: “Secretaría de Cultura Puebla” (Facebook) y @CulturaGobPue (Twitter).
La jornada musical se titula “Puebla con amor”, y antes de Alejandro Filio incluye la presentación de la cantautora veracruzana Esmeralda Guillen, con su propuesta artística de rock y jazz, y de la rondalla “Renacimiento de Puebla”.
Ilustración: Iván Rojas
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