Algunos funcionarios estadounidenses admiten de hecho que su país está detrás de la explosión de los gasoductos Nord Stream y hablan de ello «con gusto», declaró este domingo el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
«La mezquindad de los políticos occidentales es bien conocida», dijo el canciller ruso. «Ahora, el plan que se está realizando a través de ‘incitar’ a Ucrania contra Rusia y librar una guerra de todo Occidente contra Rusia mediante Ucrania supone en gran medida evitar un nuevo acercamiento entre Alemania y Rusia», afirmó.
En opinión de Lavrov, Washington decidió que Moscú había estado cooperando «demasiado bien» con Berlín durante los últimos 20 o 30 años, «o, mejor dicho, [Berlín] coopera demasiado bien con nosotros».
«Apareció una alianza poderosa basada en nuestros recursos energéticos y las tecnologías alemanas. Comenzó a amenazar la posición de monopolio de muchas corporaciones estadounidenses. Por eso había que destruirla de alguna manera, en el sentido literal», explicó.
«De hecho, funcionarios estadounidenses admiten que las explosiones que se produjeron en Nord Stream 1 y Nord Stream 2 son obra suya. Ahora ya hablan de eso con gusto», destacó Lavrov.
Según sus palabras, esa «amistad entre países, la reconciliación nacional entre ellos, como ocurrió entre los rusos y alemanes, se convirtió en ‘un hueso en la garganta’ para aquellos que no quieren que aparezca en ningún lugar del planeta alguien que compita con el hegemón principal, como se declara a sí mismo EE.UU.».
Artículo de Seymour Hersh
Este miércoles, el legendario periodista Seymour Hersh publicó un artículo donde afirma que fueron buzos de la Armada estadounidense quienes colocaron los explosivos en los gasoductos Nord Stream en junio del 2022, en una operación llevada a cabo bajo la cobertura de los ejercicios BALTOPS 22 de la OTAN. Tres meses más tarde, según Hersh, los dispositivos fueron activados de forma remota para destruir las tuberías.
De acuerdo con el periodista, Noruega ayudó a los buzos a colocar cargas de C4 bajo los gasoductos.
Adrienne Watson, una portavoz de la Casa Blanca, calificó la investigación de Hersh como «una ficción completamente falsa», mientras que Tammy Thorp, vocero de la CIA, la tachó de «total y absolutamente falsa».
Por su parte, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, dijo no estar sorprendida de que Noruega haya podido ayudar a colocar los explosivos. De acuerdo con sus palabras, la información proporcionada por Hersh debería convertirse en objeto de una investigación internacional. La vocera recordó que Moscú ofreció en reiteradas ocasiones su ayuda, en particular, a Dinamarca y Suecia, para investigar las explosiones en los gasoductos, pero siempre se encontró con un rechazo.
Asimismo, desde la Cancillería china instaron a EE.UU. a dar «una explicación responsable» de las revelaciones de Hersh. El diario estatal chino Global Times publicó un artículo en que afirma que «las sospechas sobre EE.UU. no son infundadas». El periódico explicó que el Nord Stream era una «arteria principal de energía que conectaba a Europa Occidental y Rusia, estabilizando la situación de seguridad a través de la expansión de intereses comunes», lo que convirtió a esta infraestructura en «una espina en el ojo» para Washington.
Fuente RT