Se trata de la empresa estadounidense Synchron, una de las principales startups de la flamante industria de la llamada interfaz cerebro-computadora. En diciembre pasado obtuvo en una ronda de financiación 75 millones de dólares por parte de inversores como el fundador de Microsoft y el CEO de Amazon.
De acuerdo con un artículo de CNBC sobre Synchron, la empresa ya implantó con éxito su chip cerebral en siete personas, tres en Estados Unidos y cuatro en Australia.
Según sus fundadores, esta tecnología, destinada a personas con movilidad física nula o muy limitada, permite que el chip interprete señales cerebrales y luego las traduzca en comandos para tecnologías externas, lo que faculta que estos individuos puedan comunicarse, manejar la computadora y hasta hacer compras en línea.
«Les ayuda a comunicarse de formas que nosotros damos por sentadas», explicó el director ejecutivo de la firma, Tom Oxley, a la cadena financiera estadounidense.
La novedad de esta startup con base en Brooklyn también radica en la manera en que el chip es introducido en el cerebro. En lugar de hacerlo a través de una operación neurológica, el Synchron Switch se coloca a través de los vasos sanguíneos.
El director senior de neurociencia de Synchron, Peter Yoo, admitió a CNBC que debido a que el chip no se inserta directamente en el tejido cerebral, la calidad de la señal no es perfecta. Pero a la vez asegura que la naturaleza menos invasiva del procedimiento hace que pueda ser más «accesible».
El artículo cita además un estudio, publicado en la reconocida revista médica JAMA Network Open, en el que se confirma que las pruebas para colocar chips a cuatro individuos australianos realizadas durante 12 meses no arrojaron problemas, al no detectarse complicaciones ni efectos secundarios en los pacientes implantados.
El gobierno estadounidense, a través de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), ya le dio el visto bueno al procedimiento, al otorgar a Synchron en el 2020 la designación de «dispositivo innovador», destinado a instrumentos médicos que tienen el potencial de proporcionar un tratamiento para afecciones debilitantes o potencialmente mortales.
El año pasado, Synchron se convirtió en la primera empresa en recibir un permiso de la FDA para realizar ensayos de interfaz cerebro-computadora de forma permanente en pacientes humanos.
Fuente Sputnik