Un nuevo ataque suicida, el segundo en 24 horas, registrado en el suroeste de Pakistán, en la provincia de Baluchistán, ha dejado al menos nueve agentes de seguridad fallecidos y al menos otros 13 heridos.
La explosión ocurrió cuando los oficiales regresaban a la capital provincial, Quetta, después de vigilar un festival y ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad del ataque.
El área, en el que se observa un camión policial aplastado y volcado, con manchas de sangre en el suelo, ha sido acordonada y un equipo de desactivación de bombas se encuentra en el lugar para reunir evidencia, dijeron las autoridades.
Trascendió que efectivamente se trató de un ataque suicida en el que el atacante embistió una motocicleta contra el camión.
El gobierno de Baluchistán condenó los hechos y dijo que se está llevando a cabo una investigación, mientras que el primer ministro, Abdul Quddus Bizenjo, dijo que “todas esas conspiraciones contra la paz en la provincia fracasarán con el apoyo del público”.
El ataque del lunes es el último de una serie en todo Pakistán contra el personal de seguridad.
Un oficial de seguridad murió y otros ocho resultaron heridos después de que un vehículo fuera blanco de un ataque con bomba en Gwadar, una ciudad portuaria de la provincia, el domingo. El separatista Frente de Liberación de Baluchistán, un grupo militante prohibido, se atribuyó la responsabilidad.
No está claro quién está detrás del último incidente, pero los separatistas de la región de Baluchistán han estado luchando contra el gobierno durante décadas. Los talibanes paquistaníes también se han adjudicado la responsabilidad de una serie de ataques similares en el pasado, reseña BBC.