La histórica lucha de las mujeres por derechos sociales y económicos

Con la instalación del modo de producción capitalista la mujer ha sufrido la conculcación sostenida de derechos, tanto económicos como políticos y, desde los albores del incipiente capitalismo ha debido jugar roles significativos para asirse de derechos.

La histórica lucha de las mujeres por derechos sociales y económicos

Autor: El Ciudadano

Por Luis Mesina

Esta semana se conmemora un año más del “Día Internacional de la Mujer”. No es una fiesta como permanentemente acostumbran a instalar los medios de comunicación vinculados al poder dominante. Por el contrario, es una fecha histórica, llena de profundo contenido político que sitúa a la mujer trabajadora como un actor gravitante, aunque invisibilizado, en prácticamente todas las luchas que el movimiento social, y en particular el movimiento obrero, ha desarrollado en más de un siglo y medio de batallas por mejores condiciones de vida. 

La lucha de la mujer ha sido concreta, ya en 1857 cientos de mujeres del sector textil salieron a luchar en New York por mejoras económicas, exigiendo igualdad salarial y fin a la discriminación que sufrían en relación a los hombres. Decenas sufrieron la represión brutal de la policía.  

En 1908 también en N. York y en el sector textil se llevó adelante una huelga de protesta contra las condiciones laborales y los bajos salarios. Miles de mujeres efectuaron una de las primeras grandes marchas en la ciudad que observaba cómo, cientos de mujeres se alzaban por derechos sociales y económicos. 

En 1910 en el segundo Encuentro Internacional de Mujeres Socialistas, celebrado en Copenhague, Clara Zetkin, quien compartió las mismas posiciones políticas y revolucionarias con Rosa Luxemburgo, propuso conmemorar el Día Internacional de la Mujer, incorporando, además de las reivindicaciones de igualdad de derechos y fin a la discriminación, demandas políticas concretas como el derecho a voto.

Al año siguiente se conmemoró por primera vez el Día Internacional de la Mujer en Dinamarca, Alemania, Suiza y Austria y, una semana después de este importante acontecimiento, el 25 de marzo de 1911 se produce la muerte de más de 140 personas, en su mayoría mujeres, en un incendio en la fábrica de camisas Triangle en Nueva York. 

De esa fecha en adelante han sido muchos los episodios en que las mujeres han jugado un rol destacado en la lucha por mejores condiciones de vida. Lo jugaron en 1886 en los acontecimientos de Chicago, donde se demandaba la jornada laboral de 8 horas y que culminó con el asesinato de los dirigentes anarquistas del movimiento. Lo jugaron en Rusia, el 8 de marzo de 1917 en lo que se conoce – según el calendario juliano-, como la Revolución de Febrero, las obreras textiles salieron a la huelga y convocaron a trabajadores de otros sectores, así como también a otras mujeres no asalariadas que desempeñaban trabajo doméstico no remunerado, a sumarse a la lucha. 

Hay mucha evidencia del rol que bajo el sistema capitalista ha jugado la mujer. Y claro, con la instalación del modo de producción capitalista la mujer ha sufrido la conculcación sostenida de derechos, tanto económicos como políticos y, desde los albores del incipiente capitalismo ha debido jugar roles significativos para asirse de derechos. La historia oculta esta realidad, pues ello le permite consolidar el papel secundario que el sistema le ha venido asignando a la mujer.

En Chile son años en que la mujer se ha incorporado decididamente a la lucha política. Y aunque la historia oficial suele instalar permanentemente a mujeres de renombre vinculadas a la oligarquía como las más destacadas en la lucha feminista, lo cierto es que muchas mujeres, desde distinto ámbito vienen jugando roles importantes por zafarse de los apremios que el capitalismo en sus diversas expresiones les ha puesto. Desde el mundo obrero, en las luchas salitreras destaca Teresa Flores; en la educación y literatura, Gabriela Mistral y en diversos ámbitos, en el campesinado y en el proletariado ha sido permanente la presencia de la mujer, casi siempre olvidada y relegada por el poder dominante a un lugar de menor importancia. .

¿Y por qué adquiere relevancia esta fecha? Porque aún, después de un siglo y medio de luchas, siguen vigentes muchas demandas que el movimiento feminista de clase ha levantado. 

De hecho, un dato relevante en nuestro paìs muestra que solo el 9,1% de las mujeres que conforman la fuerza de trabajo actualmente gana más de un millón de pesos. De igual manera, las pensiones que reciben actualmente son un tercio más bajas que las de los hombres, y en salud, las Isapres las discriminan violentamente al encarecer las prestaciones por el solo hecho de ser mujer. Esta aberración exige comenzar a revertir este cuadro injustificado de desigualdades que aún perdura.

La campaña lanzada por la Coordinadora Nacional NO+AFP va en esa dirección y es concreta. Exige que a los 60 años, tal como dispone la ley, se le entregue el beneficio de la Pensión Garantizada Universal a las mujeres, así se pone fin a la discriminación que le exige actualmente esperar 5 años para acceder a ese derecho. 

Hoy más que nunca se requiere, a pocos días de un nuevo año de conmemoración, acabar con todas las discriminaciones que ha sufrido la mujer por casi dos siglos. Reivindicar igual salario a igual tarea. Reconocimiento verdadero al trabajo doméstico y de cuidados y acabar con todas las formas de desigualdad y discriminación existentes.

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