Una prometedora investigación preliminar sugiere que una dieta mediterránea de frutos secos, mariscos, cereales integrales y verduras podría reducir el riesgo de demencia en casi una cuarta parte.
Los resultados, que podrían allanar el camino para nuevos tratamientos preventivos, revelan que comer muchos alimentos de origen vegetal puede tener un “efecto protector” contra la demencia, independientemente del riesgo genético de una persona.
Según los investigadores, estos datos -basados en más de 60.000 personas del Biobanco del Reino Unido- podrían formar la base de futuras estrategias de salud pública si más investigaciones confirman sus hallazgos.
“El efecto protector de esta dieta contra la demencia fue evidente independientemente del riesgo genético de una persona, por lo que es probable que sea una opción de estilo de vida beneficiosa para las personas que buscan elegir una dieta saludable y reducir el riesgo de demencia”, dijo la autora principal conjunta del estudio, la Dra. Janice Ranson, investigadora sénior de la Universidad de Exeter.
Los hallazgos de este gran estudio poblacional, publicados en la revista BMC Medicine, subrayan los beneficios para la salud cerebral a largo plazo de consumir una dieta mediterránea, que es rica en frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables.
No obstante, hay limitaciones en los resultados, que se basan principalmente en personas con ascendencia europea, y se necesitan más estudios en una gama más amplia de poblaciones, reseña The Guardian.