Recientemente, científicos de las universidades de Chile, Andrés Bello y O’Higgins encontraron en la caldera del volcán Rano Raraku los restos de una estatua de moai inédita que, según la Comunidad Indígena Ma’u Henua, “representa un nuevo aspecto del registro arqueológico de la isla”.
Las investigaciones comenzaron, luego de que en octubre de 2022, se registrara un incendio en Isla de Pascua, que afectó aproximadamente 60 hectáreas en el humedal del volcán.
La razón que se quemara fue lo primero que alertó a las autoridades y la comunidad local a iniciar los trabajos, debido a que consideraron importante entender qué había pasado.
Una de las voluntarias fue la geóloga de la Universidad de Chile, Carolina Gómez, quien había arrancado con la idea de que el desastre podría atribuirse al cambio climático, refiere Radio U. Chile.
Según relató, el plan original era realizar estudios sobre posibles peligros en la zona, y luego de obtener la información, sería difundida por diferentes organizaciones a la comunidad.
El grupo de voluntarios convocado por Carolina Gómez y Gabriela Barraza estuvo seis semanas realizando estudios geológicos (peligros geológicos, mapeo de fracturas, análisis litológicos), climáticos (mapas de drenaje, estudios de paleoclima y modelos climáticos) y actividades de difusión a la comunidad (charlas de capacitación para guías turísticos y exposiciones para la comunidad).
Pese a que esta era la idea, en febrero pasado, tres de los miembros descubrieron el famoso moai que luego fue noticia mundial.
“Uno de los grupos estaba siguiendo una serie de grietas en la zona del humedal cuando se topan con un moai tendido en el suelo“, cuenta Carolina Gómez, citado por el medio.
El aviso del hallazgo, dado por vía telefónica desde la cumbre del Rano Raraku, generó un pequeño revuelo en la comunidad, que llegó con equipos arqueológicos a revisar lo que se había encontrado.
“Fue muy bonito porque la comunidad se involucró de inmediato, se realizó una ceremonia para reconocer este descubrimiento”, recuerda Gómez.
Cabe destacar que este moai no se encontraba en los registros arqueológicos.
La académica del Departamento de Geología de la Universidad de Chile, Valentina Flores, destacó que la Isla de Pascua normalmente tiene un atractivo arqueológico, así como para investigar la tierra de la zona.
“Por ejemplo, la isla es el único sitio en miles de kilómetros a la redonda donde podemos obtener muestras profundas de sedimento para estudiar. Más tarde, ya en el laboratorio, podemos hacer estimaciones sobre cómo eran los vientos y las lluvias en el pasado analizando las características de los sedimentos presentes en esas muestras“, explica la profesora Flores.
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