El presidente de la UDI, Javier Macaya, se refirió este jueves al rechazo de la reforma tributaria en la Cámara de Diputadas y Diputados, tras obtener tres abstenciones, 71 votos en contra y 73 a favor.
Al respecto, confesó que, ideológicamente, la UDI estaba llamada a rechazar el proyecto de ley, el cual permitiría impulsar diferentes programas sociales.
«Estábamos ideológicamente obligados de votar en contra de la reforma tributaria, porque consideramos que era un proyecto mal planteado que no se iba a poder corregir en el trámite», confesó el timonel de la UDI, en una entrevista a Diario Financiero.
Según el senador, la propuesta del gobierno “estaba alejada de la realidad de los chilenos” y que le hicieron “un montón de observaciones” que no fueron consideradas por el ministro de Hacienda, Mario Marcel.
Consultado ante un posible diálogo con el Gobierno Nacional, para una posible aprobación del texto legal, el presidente de la UDI manifestó que deben realizar cambios para iniciar las negociaciones.
“La reforma tributaria estaba alejada de la realidad de los chilenos. Si el Gobierno cambia la mirada y presenta una reforma integral no sólo a los impuestos, tenemos disposición al diálogo, pero la pelota está en su cancha”, manifestó Macaya, citado por El Desconcierto.
En este sentido, acusó al Gobierno del presidente Gabriel Boric de iniciar las negociaciones en el Senado y pensar que contaba con los votos en la Cámara Baja.
«A todas luces fue un error”, enfatizó.
Macaya puntualizó que ve el rechazo a la reforma tributaria como “una oportunidad para tener una conversación con una mirada más amplia que solo subir los impuestos”.
El pasado domingo, el presidente Gabriel Boric se refirió sobre la reforma tributaria y señaló que iniciarán una serie de diálogos para «poder definir cuál es el mejor camino legislativo a seguir» y así insistir en la iniciativa.
«Se pueden hacer modificaciones, nosotros estamos abiertos a conversar, tal como lo hicimos antes», aseveró en una entrevista a MegaNoticias.
Recalcó que el rechazo de la reforma tributaria obstaculizó el financiamiento de otros programas presentados por el Ejecutivo, como lo es el aumento de la Pensión Garantizada Universal (PGU).
«Financiar con deuda en algunos casos acotados puede ser necesario, siempre hay algunos márgenes que uno puede mantener. Pero cuando uno financia políticas sociales de largo plazo, como es en particular las pensiones, por deudas sin allegar ingresos permanentes, es pan de hoy y hambre para mañana», puntualizó.
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