Por Alfredo Cospito
Hoy estoy listo para morir, para que el mundo conozca qué es realmente el 41 bis. 750 personas lo padecen sin mediar palabra, continuamente demonizados por los mass-media.
Ahora me toca a mí. Primero me habéis demonizado como el terrorista sanguinario, luego me habéis santificado como el anarquista mártir que se sacrifica por los demás, ahora demonizado de nuevo como horrible (———) Cuando todo termine, no tengo dudas (——) llevado al altar del martirio. Gracias, no acepto vuestros sucios juegos políticos.
En realidad, el verdadero problema del Estado italiano es evitar que se conozcan todos los derechos humanos que son violados en este régimen, el 41 bis, en nombre de una “seguridad” por la cual sacrificar todo. Bueno, deberías haberlo pensado antes de meter a un anarquista aquí dentro. Desconozco las motivaciones reales o las maniobras políticas que hay detrás. El porqué me han usado como “cáliz envenenado” en este régimen. Era bastante difícil no prever cuál habría sido mi reacción ante esta “no vida”. Un Estado, el italiano, digno representante de una hipocresía de un Occidente que no deja de dar lecciones de moralidad al resto del mundo. El 41 bis ha dado lecciones represivas bien acogidas por Estados “democráticos” como el turco (los y las compañeras kurdas saben algo de esto) o el polaco.
Estoy convencido de que mi muerte será un obstáculo para este régimen, y que los 750 que lo sufren desde hace décadas puedan vivir una vida digna de ser vivida, con independencia de lo que hayan hecho. Amo la vida, soy un hombre feliz y no la cambiaría por la de otro, y precisamente porque la amo, no puedo aceptar esta no-vida sin esperanza.
Gracias a los compañeros y compañeras por vuestro amor.
Siempre por la anarquía.
Nunca doblegado.
Alfredo Cospito
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Carta publicada el 2 de marzo de 2023 por Briega.
Más información sobre el caso en: «Alfredo Cospito: El preso anarquista que tensiona la política italiana de derecha a izquierda»
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