Esta mañana fue desalojado el centro cultural AKI, ubicado en República 550. La orden emanada del SERVIU no consideró que en dicho espacio desde hace 4 años se realizaban más de 30 talleres gratuitos a la comunidad.
Desde las 7 de la mañana se apostaron policías en los alrededores del Centro Social Okupado AKI 550, ubicado en calle República. A eso de las 9 de la mañana ingresaron al recinto, en momentos en que no se hallaban más de 4 personas en su interior.
AKI 550 funcionaba hace 4 años y medio en una casona que estuvo abandonada por casi 10 años, de propiedad del SERVIU, en la que se realizaban actividades culturales de manera gratuita y autogestionada, sin recurrir a fondos de la empresa privada o el Estado.
Al cierre de dicho espacio se realizaban talleres de teatro, tango, boxeo gudán, papel maché, máscaras, matemáticas, clown, grafittis, swing, masajes, tela, serigrafía, fotografía, armado y configuración de PC, xikun, hip hop, batería y las modalidades de danza butoh, contemporánea y clásica.
La participación en dichos talleres era en forma gratuita y el pago es a través del trueque en útiles de aseo o en horas de trabajo para mejorar la infraestructura del recinto. Se calcula en unas 500 personas asistían cada semana a los diferentes talleres de AKI.
Valeria, participante del taller de telas y de butoh, considera que “lo que vivimos acá iba más allá de hacer talleres. Fue un ideal de muchos jóvenes que hoy nos sentimos aplastados por un sistema que tiene este barrio lleno de universidades para ganar plata. Nuestra experiencia fue totalmente sin mediación del dinero”.
El sábado pasado se había iniciado un taller de gráfica popular que estaba programado continuar este fin de semana en dicho espacio.
ORDEN DEL SERVIU
La acción policial se produjo luego de una orden de lanzamiento emanada de los tribunales a instancias del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu), quien es propietario de dicha casona.
Se calcula en 7 las personas detenidas durante el desalojo, una de las cuales se subió al techo del edificio como forma de resistencia al desalojo.
En varias ocasiones anteriores el gobierno ciudadano había amenazado con desaljar el recinto. Ya el 2006, la Cuarta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago pidió informes al Ministerio del Interior y a la Intendencia Metropolitana respecto a la persona que dio la orden para los procedimientos policiales ante un amparo preventivo presentado por los representantes de la casa okupada.
En la acción policial participaron más de 40 efectivos de Fuerzas Especiales y del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (Gope) de Carabineros, quienes interrumpieron el tránsito en calle Republica entre las calles Toesca y Claudio Gay.
En horas de la tarde del martes los muebles usados en los talleres, instrumentos musicales, libros de la biblioteca popular que se estaba armando y otros elementos están en las afueras del recinto esperando ser retirados.
Tambíen hay un nutrido contingente policial y un grupo de obreros ingresó al edificio para cerrarlo definitivamente.
A juicio de Back Spin, del laboratorio de computación, “se pierde un espacio ganado hace 4 años y medio, talleres populares en donde participaban más de 200 personas; se pierde educación popular que estábamos tratando de crear en este espacio. Pero las ganas y el ánimo de seguir okupando se mantiene, aquí o en la quebrada del ají”
Juaco, monitor del taller de butoh, considera que “se pierde un espacio de experiencias de autogestión único en Santiago, pero a un desalojo se responde con otra okupación”.
DETENCIÓN DE GRÁFICO DE AGENCIA UPI
* Foto de Jorge Zúñiga
El reportero gráfico de la agencia UPI José Luís Valdivia, fue detenido mientras se realizaba el desalojo de AKI. El hecho se produjo luego de que carabineros de Fuerzas Especiales apresara a un grupo de jóvenes que mostraba su resistencia al proceder policial sacando las vallas puestas por otros policías.
El fotógrafo fue esposado y conducido arriba del bus policial, en donde le rompieron el celular y fue golpeado por carabineros. Valdivia contó a El Ciudadano que «despues que me suben a la micro, llamo a la agencia para informar mi detencion injusta, al darse cuenta los de FFEE. Uno de ellos me quita violentamente el celular y procediendo a romperlo delante de todos. Ante lo sucedido yo increpo al paco y éste y otros 3 me golpean tirandome al piso y me esposan. Uno de ellos dice ‘este gueon es muy choro así que esposenlo’. si yo sólo estaba realizando mi trabajo».
A la media hora fue llevado a la Tercera Comisaría de Santiago, en donde llegó al rato un capitán a sacarlo pidiéndole excusas sobre el incidente argumentando “un error de procedimiento”.
LA WEB DE AKI
REPORTAJE EL CANDADO Y LAS TELAS
El Ciudadano