Lima. María Angélica Ramos, «La vieja» es una peruana de 97 años que, a pesar de su avanzada edad, no se ha tomado un descanso en hacer lo que le apasiona: impartir sus conocimientos de fútbol entrenando a los niños que viven en el cono norte de Lima.
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Ramos no se detiene a pensar en los achaques propios de su edad, sino que cada día sigue perfilando sus conocimientos y técnicas sobre un deporte que en el país sudamericano exige mucho de aquellos que desean practicarlo y, más aún, si sueñan ser de los grandes.
En una cancha que alquila en el distrito limeño de Los Olivos, esta mujer casi centenaria recibe cada día a las decenas de niños que ponen en ella su confianza para aprender lo que pondrán en práctica en las competencias de los próximos meses.
Más de 50 años como entrenadora
En conversación con Xinhua, cuenta que ha dedicado más de 50 años a ser entrenadora, 40 de los cuales los ha desempeñado en el América Mimi Sporting Club de Lima, en el cual dice haber entrenado a más de mil niños y jóvenes.
Sobre por qué la llaman «La vieja», explica que es un apodo que le pusieron los mismos jugadores porque su esposo, desde que se casaron a los 30 años, le decía «vieja» y ella, en respuesta y con amor, le regresaba un «viejo».
Por ese tiempo, relata, comenzó a tener interés por el fútbol, especialmente tras ver una película sobre el «O rei» brasileño Pelé.
«Ese fue el motivo, que vi la película de Pelé, ese era mi dulce, mi negro, y cuando lo vi jugar aquí en Perú con los peruanos, que no le pudieron quitar la pelota, eso es lo que a mí me ha gustado»
María Angélica Ramos
«La Vieja»
Desde ese momento, comenzó a ver diferentes partidos y a aprender por cuenta propia, tras lo que participó en diferentes campeonatos frente a otras mujeres que en su momento, dice, le estaban «pisando los talones» y se declaraban como sus rivales deportivas.
Actualmente, aunque no juega en la cancha, se dedica a entrenar a los más jóvenes, lo que «tal vez les da un poco de alegría».
Sostiene que a pesar de que han pasado los años y que la fuerzas han mermado, sigue con las mismas ganas de enseñar a los niños que ven en ella a una «vieja» que está dispuesta a compartir todo lo que se debe dar en una cancha y en la vida propiamente.
«¿Cómo me siento?, halagada, me siento halagada porque los jóvenes siquiera se mantienen por eso, siquiera se respetan a ellos mismos, por hacer el fútbol, por hacer personas, que siquiera de algo sirve, y se portan bien en sus trabajos, se portan bien en sus estudios»
Doña María Angélica Ramos, «La vieja» afirma que en este momento su mayor deseo es tener una cancha propia para poder entrenar al máximo sin tener que pagar por cada jornada de entrenamiento, algo que además le impide celebrar campeonatos impulsados por ella misma.
Por Agencia Xinhua
Foto: Xinhua