Cientos de miles de personas se mantienen en las calles de Francia como parte de las manifestaciones de este martes, como herramienta cívica de protesta contra el gobierno del presidente Emmanuel Macron por aprobar un controversial plan de reforma de pensiones.
Las huelgas por parte de varios sectores también se mantienen firme, afectando a las refinerías, recolección de basura, el transporte ferroviario, los viajes aéreos y las escuelas, en el marco del movimiento contra el aumento de la edad de jubilación de 62 a 64 años.
Funcionarios de los cuerpos policiales de París y varias ciudades de Francia se preparan para posibles enfrentamientos con los manifestantes, en medio de denuncias por arrestos arbitrarios, lesiones y mano dura durante el control de multitudes.
De acuerdo a nota publicada por The Guardian, la IGPN, la unidad de asuntos internos de la policía francesa, dijo que había iniciado 17 investigaciones sobre incidentes y denuncias contra la policía en toda Francia en las últimas semanas.
Por su parte, más de 30 abogados escribieron una carta abierta a Le Monde el lunes expresando su “gran preocupación” por lo que llamaron arrestos arbitrarios de cientos de personas, acusando a la policía de usar el sistema judicial y los arrestos como una táctica para disuadir a la gente de protestar.