La reciente recomendación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación (Unesco), sobre la Ética de la Inteligencia Artificial (IA) es el primer marco mundial para el uso ético de la inteligencia artificial y pide a los gobiernos aplicarlo.
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Hasta la fecha, más de 40 países de todas las regiones del mundo ya están colaborando con la Unesco para desarrollar controles y equilibrios de la Inteligencia Artificial a nivel nacional, basándose en la recomendación.
La Unesco hace un llamamiento a todos los países para que se unan al movimiento que está liderando para construir una IA ética.
Orienta a los países sobre cómo maximizar los beneficios de la Inteligencia Artificial y reducir los riesgos que esta conlleva. Para ello, contiene valores y principios, pero también recomendaciones políticas detalladas en todos los ámbitos pertinentes.
«El mundo necesita normas éticas más estrictas para la inteligencia artificial: este es el gran reto de nuestro tiempo. La Recomendación de la Unesco sobre la Ética de la IA establece el marco normativo apropiado. Todos nuestros Estados miembros aprobaron esta Recomendación en noviembre de 2021. Es hora de aplicar las estrategias y normativas a nivel nacional. Tenemos que predicar con el ejemplo y asegurarnos de que cumplimos los objetivos de la misma»
Audrey Azoulay
Directora general de la Unesco
Preocupan los riesgos de la Inteligencia Artificial
La Unesco está especialmente preocupada por las cuestiones éticas que plantean estas innovaciones en los ámbitos de la lucha contra la discriminación y los estereotipos, incluidas las cuestiones de género, la fiabilidad de la información, la privacidad y la protección de datos, los derechos humanos y el medio ambiente.
Es evidente que la autorregulación de la industria no es suficiente para evitar estos daños éticos, por lo que la recomendación proporciona las herramientas para garantizar que los desarrollos de la Inteligencia Artificial se atengan al estado de derecho, evitando daños y asegurando que, cuando se produzcan, los afectados dispongan de mecanismos de rendición de cuentas y reparación.
La recomendación de la Unesco viene asimismo acompañada de una herramienta de evaluación que permite a cada Estado miembro valorar si está preparado para aplicarla.
La mencionada herramienta permite a los países conocer las competencias y aptitudes que necesitan los profesionales del sector para establecer una regulación sólida de la inteligencia artificial.
También exige a los países que informen regularmente sobre sus progresos y prácticas en el ámbito de la inteligencia artificial, en particular, en forma de informe periódico cada cuatro años.
En el Foro Mundial de la Unesco sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, que se celebrará en Eslovenia en diciembre de 2023, se presentará un informe sobre los progresos realizados.
Audrey Azoulay
Directora general de la Unesco
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