Joven madre cuenta ¿cómo es vivir con un niño psicópata?

La psicopatía se considera un transtorno de personalidad que involucra el narcisismo, la impulsividad y la manipulación

Joven madre cuenta ¿cómo es vivir con un niño psicópata?

Autor: Luis Miguel Gómez

La psicopatía se considera un transtorno de personalidad que involucra el narcisismo, la impulsividad y la manipulación.

La joven madre comienza contando que cuando su hijo era un bebé era muy berrinchudo y lloraba sin parar. A los tres años ya lástimaba e intentaba matar a los animales.

Jugaba a querer ahogar a los gatos. Una vez agarró un palo y le empezó a pegar a una paloma y decía que era para que la paloma se quedara con él y no volara”.

A mi sólo me aseguraban que tenía problemas fuertes de conducta, podía ser herencia de su papá porque mi suegra me contaba que él siempre se peleaba, pero yo no entendía la situación”.

Cuando entró a la escuela todo se salió de control.

Todos los días me hablaban de la escuela de que había lastimado a alguien. Yo le ponía penitencias, le hacía hacer planas, no dejarlo ver la TV, pero eso no servía de nada. Yo sufría un montón porque él no mostraba arrepentimiento”.

Cabe destacar que desde pequeño el niño sorprendió con su inteligencia y su don para las palabras.

No pasó mucho para que el pequeño de 5 años iniciara tratamiento psiquiátrico, sin embargo, fueron años tirados a la basura.

Fueron años de lucha. Cuando él tenía 6 años quedé embarazada de mi hija y fue una situación muy desafiante. Él me veía embarazada y no mostraba ninguna empatía con el bebé en camino. Eso sí, siempre tuvo muchos amigos pero los lastimaba. Tenía conductas inapropiadas sexuales. Yo me enteré una vez que fue a casa de su abuela y le dijo algo muy feo a su tía. Que le iba a hacer cosas muy explícitas. Cuando le pregunto me revela que él y un amiguito hacían cosas sexuales en la escuela, en la casa, en el patio. Él lo hacía de manera de juego con manipulación, los obligaba  a tocarse sus partes”.

Increíblemente, los especialistas tomaron la conducta como algo normal.

A mi me preocupó mucho esa respuesta, yo ya les había contado lo de los animales, la conducta desafiante, lastimarse a sí mismo. Con 5 años se ató una soga al cuello y decía que se quería matar. Los psicólogos sólo me decían que era un niño muy inteligente al que sólo le faltaban límites”.

Cuando su hermana nació la situación empeoró.

Él empezó a sentir celos y comenzó a tener actitudes ‘raras’. Se la ponía como de caballito y hacía movimientos que yo veía y no me parecían apropiados. Él me decía ‘solamente estoy jugando’ y cuando le decía que no se sentía cómo atacado, como el ‘niño malo’, pero yo tenía que cuidar de mi hija también. Yo sentía que no podía con los dos niños, así que intenté regresar con el papá de mi hija. Él tenía otro hijo y se lo trajo a vivir con nosotros y Mateo le hizo cosas malas. La relación terminó en violencia doméstica. Mi hijo sabía manipular a cualquier persona y la justicia pensó que mi pareja había maltratado a su propio hijo. Él es policía y al ser culpado de eso lo desarmaron, lo golpearon y se lo llevaron como si fuera un delincuente. Ahí nos separaron a todos hasta que no estuvieran todas las pruebas físicas y psicológicas. Yo estaba en ese momento otra vez embarazada. Me dijeron quieres estar con tu pareja o con tu hijo y elegí a mi hijo obviamente”, relató entre lágrimas.

Lo más grave es que el pequeño no mostraba nada de dolor ante la situación que él mismo había creado.

Mi pareja se quedó sin trabajo, le arrebataron a su hijo y de repente había perdido todo por culpa de mi hijo. Estábamos muy ilusionados, él nos extrañaba mucho y lamentaba todo lo que había pasado. Decía que perdonaba a mi hijo, que nunca iba a tomar represalías contra él”.

Pese a todo esto, la joven mujer siempre estuvo esperanzada de que su hijo dejara de ser como era.

Él estaba medicado, tenía un tratamiento. Yo anhelaba que eso le hiciera bien. Fue tratado con TDH y tambien por bipolaridad porque él decía que no éra el que hacía las cosas, si no que era ‘otro Mateo que se transformaba’.

Ahí es cuando el pequeño le confiesa a su madre que desde muy pequeño ha tenido delirios con personas que no existen.

A la psiquiatra le decía que veía espíritus y el aura de las personas y simplemente le mandaban otra medicación. En mi desesperación entré en un mundo espiritual más abierto, haciamos yoga, meditaciones, afirmaciones positivas, traté de reprogramar su mente. Hicimos todas las terapias y él seguía igual”.

Trataron con esquizofrenía y no funcionó.

De acuerdo con el relato, actualmente el niño ha comenzado a robar.

Se han ido acumulando las denuncias y hay cada vez niños más lastimados. Yo ya no tenía herramientas para ayudarlo. Los médicos me echaban la culpa a mi. Conté mi caso a una fundación de niños abandonados y me dijeron ‘Hay que hacer algo ya. Tiene 10 años, cuando tenga 14 va a estar preso’.

En la actualidad el pequeño se encuentra en una clínica pero no estoy teniendo muy buenas noticias sinceramente. Ahora lo están tratando y controlando 24 horas, tienen especialistas, es el mejor lugar para poderlo evaluar. Yo quiero que él disfruta lo que le queda de niño. Me llama llorando diciendo que lo saque de ahí, que no lo hará más, que me extraña. Yo quiero que vuelva conmigo pero es muy difícil pero también tengo a los otros nenes. Apenas me marcaron para decirme que quizá no pueda volver conmigo pero yo siento que lo tengo que intentar una vez más”.

Ayer me llamó y me dijo hice algo muy malo y me castigaron pero te prometo que no lo haré más y me partió el corazón porque lo quiero ayudar. Yo siento que en algún momento puede ser peligroso, que hará algo para lo que no estoy preparada para vivir. Ahora comenzaré a hacer terapia, pedí ayuda”.


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