Por Mauricio Becerra Rebolledo
El jueves 7 de abril el presidente chino Xi Jinping recibió en Guangzhou a su par francés Emmanuel Macron. Una semana antes había recibido a su homólogo español, Pedro Sánchez. A comienzos de marzo, en una inédita jugada, el palacio de gobierno fue el lugar del apretón de manos para el inicio de las relaciones diplomáticas entre Irán y Arabia Saudí. Pocas semanas después Xi Jinping se juntó en Moscú con el presidente ruso, Vladimir Putin, anunciando un histórico acuerdo de asociación entre ambas potencias. El 26 de marzo China y Honduras iniciaron relaciones diplomáticas. Para el próximo 11 de abril se espera la llegada a Beijing del presidente brasileño, Lula da Silva. Todos estos encuentros indican que la capital china se está transformando en el epicentro de un nuevo mundo multipolar en construcción.
La agenda de Xi es estrecha. En su espacio inmediato, la diplomacia china viene sumando encuentros como los sostenidos con el Primer Ministro de Singapur, Lee Hsien Loong el 31 de marzo y con el Primer Ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, un día después.En todas dichas reuniones, la diplomacia china está promoviendo una propuesta de paz de 12 puntos para solucionar la guerra entre Rusia y Ucrania lanzada a fines de febrero, justo a un año del inicio de las hostilidades.
LA PROPUESTA DE PAZ CHINA
A medio camino entre los anhelos de Rusia y las condiciones de Ucrania, la fórmula china plantea un inmediato cese al fuego de ambas partes, respetar la soberanía de los países involucrados, evitar el uso de armas nucleares y el fin de las sanciones unilaterales.
También destacó la urgente necesidad de proteger a los civiles y respetar el derecho internacional humanitario, conminando a “las partes en conflicto deben cumplir estrictamente el derecho internacional humanitario, evitar atacar a civiles o instalaciones civiles, proteger a mujeres, niños y otras víctimas del conflicto y respetar los derechos básicos de los prisioneros de guerra».
Un énfasis puesto por la propuesta china es evitar incidentes como los ocurrido con el ataque a la central nuclear de Zaporizhzhya, que desde comienzos de la guerra fue tomada por los rusos y que durante el año pasado fue atacada en varias ocasiones con el objetivo de producir un accidente nuclear. Del mismo modo la propuesta china llamó al no uso de armas nucleares en el conflicto. “Se debe prevenir la proliferación nuclear y evitar la crisis nuclear”, fue planteado por Beijing.
La propuesta de paz fue precedida por una gira del jefe de la diplomacia de Beijing, Wang Yi, quien sondeó la receptividad en Francia, Alemania, Italia y Hungría, países integrantes de la Unión Europea (UE) menos duros respecto de Rusia que otros países europeos, como Inglaterra, Polonia y los países bálticos.Wang Yi concluyó su gira europea previa a la propuesta de paz, visitando al presidente ruso Vladimir Putin.
Si bien Rusia ve con buenos ojos las intenciones de China por dar por terminar luego el conflicto, no abandonan las exigencias iniciales que plantean que Ucrania no ingrese en la Organización del Atlántico Norte (OTAN), su desmilitarización y la aceptación de las anexiones territoriales, como la península de Crimea y los territorios conquistados en Donetsk, Lugansk y Zaporiyia.
Ucrania por su parte exige la retirada rusa de todo el territorio ocupado desde febrero de 2022, posición apoyada por la OTAN, e incluso la devolución de la Península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014 tras el golpe de estado dado en Kiev contra el gobierno de Viktor Yanukovych, y convertida en territorio ruso tras un referéndum.
Sin embargo el panorama es poco alentador para Ucrania. Rusia se ha preparado para la prolongación de la guerra y juega el tiempo a su favor, en tanto el apoyo militar de la OTAN a Kiev tarda en llegar al frente de batalla, que si bien se extiende por más de mil kilómetros, se ha concentrado en la estratégica ciudad de Bakhmut, en donde las tropas de Zelensky han sufrido pérdidas colosales, lo que les ha impedido emprender la anunciada ofensiva de primavera.
Bakhmut integra la segunda línea de defensa del Donbass, quedando apenas una tercera línea al oeste antes de llegar al río Dnipro. En las semanas recientes también han habido importantes avances rusos un poco más al sur, en Avdiivka. La caída de ambas ciudades en manos rusas implicaría la virtual pérdida del Donbass para Ucrania.
TOMANDO EL TÉ EN EL JARDÍN DE LOS PINOS
En la opinión pública europea se presentó el viaje de Macron a China como una visita de advertencia respecto del apoyo del gigante asiático a Rusia. De hecho, en modo de advertencia según los cánones del orden mundial vigente, poco antes de la visita asesores del presidente francés advirtieron a China para no vender armas a Rusia.
“Si China toma esa decisión desastrosa, se producirá un importante efecto estratégico en el conflicto”- formuló en la ocasión un asesor de Macron a la prensa.
Para ello Macron se hizo acompañar de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dupla que pretendía mostrar la unidad europea. Algunos analistas sostienen que fue metida a última hora por Estados Unidos para no dejar solo a Macron ante los chinos.
Sin embargo la reunión con Xi-Jinping fue a solas. Se realizó en Guangzhou, capital de la provincia de Guangdong en el sur de China y duró hora y media, ocasión en que el presidente francés volvió a expresar la preocupación de La Unión Europea (UE) de que China entregue armas a Rusia.
La apuesta de Macron es forjarse una reputación como estadista internacional, afán que coincide con el interés de China en mostrarse al mundo como potencia de paz. Sin embargo, al igual que cuando se allanó a conversar con Putin el año pasado a poco de iniciado el conflicto, aún no cosecha el éxito deseado.
El politólogo y Máster relaciones internacionales La Sorbone, Pierre Lebret, comentó a El Ciudadano que “la vía diplomática para buscar un acuerdo que tenga una posibilidad real de acabar con el conflicto no puede ser descartada. Rusia es una potencia nuclear, y una salida debe ser encontrada para aminorar los riesgos existentes”. Xi convidó a Macron a pasear por el Jardín de los Pinos cercano a la montaña Baiyun, tomaron té y escucharon la melodía ‘Alta montaña y agua que fluye’ interpretada con guqin en el Salón Baiyun. En la noche el presidente francés fue invitado a cenar.
El lugar escogido para acoger al mandatario francés estuvo a tono con el nuevo impulso de la diplomacia china bajo el gobierno de Xi. La ciudad de Guangzhou fue la cuna de la revolución china y hoy potencia el desarrollo de la Bahía de Guangdong-Hong Kong-Macao.
Pese a que Macron acabó hablando en la reunión el doble que su anfitrión chino, la respuesta que se lleva de vuelta hacia Europa es que para China “todas las partes” tienen «preocupaciones de seguridad razonables» y una actitud sensata es “evitar un empeoramiento de la situación en Ucrania”.
Un diplomático francés confidenció a Político que Macron no sacó nada en claro respecto de la futura posición de China en caso de no aceptarse su propuesta de paz.
“El presidente instó a Xi a no hacer entregas a Rusia que ayudarían en su guerra contra Ucrania. Xi dijo que esta guerra no es suya”- sostuvo el funcionario francés.
Xi remató la reunión diciendo que “un cese al fuego lo antes posible favorecería los intereses de todas las partes involucradas y que un acuerdo político es la única solución correcta”. Agregó que “China espera una solución política y de negociación. Estamos listos para trabajar junto con Francia desde una actitud razonable y dirigida a evitar un empeoramiento de la situación”.
LA INVITADA DE PIEDRA
Subida a última hora a la visita de Macron a Xi, la presencia de von der Leyen estuvo lejos de la pretensión de ostentar la unidad de Europa. La presidenta de la Comisión Europea estaba fuera de la agenda oficial y los chinos lo hicieron notar.
El periódico Público destacó que si la agenda de Macron estaba desbordada, la de von der Leyen era mínima. Mientras Macron fue convidado por Xi el jueves por la noche a un lujoso banquete con el presidente chino, la funcionaria de la UE apenas pudo pergeñar una sobria conferencia de prensa en la sede de la delegación de la UE.
La salida de China de von der Leyen también no estuvo exenta de simbolismos, como tener que salir como ciudadana común por el terminal aéreo, sin los privilegios de las visitas oficiales.
Ursula von der Leyen saliendo de China como cualquier turista más
Las dudas y discrepancias para relacionarse con China al interior de la UE es conocida por el gigante asiático, por lo que prefieren establecer relaciones con el presidente francés antes que con una funcionaria que algún día dejará el cargo. Político así destacó los protocolos chinos que organizaron una ceremonia de recibimiento de Macron en la que Xi descendió los escalones del Gran Salón del Pueblo para saludar al presidente francés con una sonrisa y un apretón de manos, en tanto que a von der Leyen nadie la fue a buscar, siendo tardíamente aceptada en las reuniones.
De igual modo von der Leyen no dejó de ser la portavoz de las preocupaciones estadounidenses, enfatizando que la UE es contraria a cualquier acuerdo entre Rusia y China y mucho menos favorables a la venta de armamento. “Armar al agresor es una clara violación del derecho internacional: nunca se le debe armar”- sostuvo.
Luego amenazó que esto “dañaría significativamente” la relación entre la UE y China.
Tampoco dejó de hacer mención a Taiwan, soslayando el principio de una sola China aceptado por la diplomacia europea. Sostuvo así que “nadie debería cambiar unilateralmente el status qquo por la fuerza en esta región”.
“China y la UE deben intensificar la comunicación para establecer un entendimiento mutuo correcto y evitar malas interpretaciones o juicios erróneos”- fue la respuesta de Xi.
Para los chinos la actitud de la representante de la UE en su primer encuentro bilateral fue mucho menos que amigable.
No es primera vez que responden directamente a von der Leyen. Así ocurrió hace pocas semanas cuando sostuvo que la UE debía ser “más audaz” en su enfoque hacia Beijing, debido a que China “se está volviendo más represiva en casa y más asertiva en el exterior».
En la oportunidad el embajador chino ante la Unión Europea, Fu Cong, tachó de «incoherente» y «contradictorio» el discurso que dio la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, antes de su visita a China y le sugirió conseguir un mejor escritor de discursos.
Por su parte, el director de Asuntos Europeos del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Luton, contemporizó diciendo que “el lado de la UE habla mucho recientemente sobre la eliminación de riesgos… si existe algún riesgo, es el riesgo de vincular el comercio con la ideología y la seguridad nacional y crear una confrontación de bloques”.
Consultado respecto de la postura de von der Leyen, el politólogo Pierre Lebret, comenta que “Europa no permitirá una derrota en su propia región, y difícilmente aceptará apoyar una iniciativa propuesta por China”.
Pablo Del Amo, analista de Descifrando la Guerra, comentó que la visita de Macron a Francia no consiguió su objetivo. Haciéndose eco del pesimismo respecto de la actual influencia de Europa, el analista español sostuvo que “desgraciadamente, la influencia europea es cada vez más precaria a la hora de tratar con las diferentes potencias”- sostuvo en twitter.
UNA ARQUITECTURA DE SEGURIDAD EQUILIBRADA
China apuesta a mantener lazos el máximo de tiempo posible con la UE, pese al alineamiento del bloque occidental con la política exterior de Estados Unidos. Para ello invitó a fines de marzo a Beijing al presidente español, Pedro Sánchez, recibido por Xi en el Gran Salón del Pueblo.
España presidirá la presidencia rotatoria de la UE a partir del segundo semestre de este año.
En la ocasión el mandatario chino colocó el tema de la propuesta de paz en la mesa, sosteniendo que es imperativo descartar la mentalidad de la Guerra Fría. Mantener una confrontación constante entre bloques, además de la inutilidad de las políticas de sanciones y presiones extremas. Respecto a la paz con Rusia, Xi le dijo a Sánchez que China espera que espera que ambos bloques construyan una arquitectura de seguridad europea equilibrada, efectiva y sostenible a través del diálogo y la consulta.
A través de un comunicado oficial China contó que Xi le subrayó a Sánchez que el buen desarrollo de las relaciones entre China y la Unión Europea (UE) requiere que esta última persista en la independencia estratégica, argumentando que China y la UE se adhieren al multilateralismo, defienden los principios de la Carta de la ONU y abogan por la resolución de disputas internacionales por medios pacíficos.
Sánchez se limitó a evaluar positivamente el documento de posición de China sobre la solución política de la crisis de Ucrania y apreció el papel constructivo de China en la solución política de la crisis de Ucrania.
El cientista político y profesor de Relaciones Internacionales, Bruno Lima Rocha, comenta que la visita de Sánchez y Macron a China puede ser debido a que “están buscando salidas bilaterales para su economía y no estar tan subordinado a las políticas de Estados Unidos. Consideremos que el poder de la UE decreció con la salida de Gran Bretaña”.
En el caso particular de España, Lima Rocha dijo a El Ciudadano que la aproximación también puede ser dada debido a “la necesidad del Estado español de buscar un desarrollo económico superando la crisis de 2008 y también una búsqueda del PSOE para no estar atrapado a los capitales chinos y al aporte del juego de billar que es muy pesado en España, lo que sería una salida para el flujo de capitales líquidos en España”.
EL CLUB DE LA PAZ DE LULA
A la propuesta de paz china que está en la mesa se sumará el ímpetu del presidente brasileño, Lula da Silva, quien visitará Beijing entre este martes 11 y el viernes 14 de abril. Su rol es clave para el acuerdo de paz propuesto por China. El presidente brasileño propuso antes que la propuesta china la creación de un Club de la Paz para parar la guerra entre Rusia y Ucrania. Así lo planteó a Joe Biden en su visita a la Casa Blanca; al premier alemán Olaf Scholz en su visita a Brasil y al presidente francés Emmanuel Macron, con quien Lula ha desarrollado fuertes lazos en los últimos años. De todos ellos, Macron fue el más receptivo a la propuesta.
Pierre Lebret comenta que “la guerra en Ucrania esta reordenando el mapa geopolítico global. Por eso esta visita es importante, el retorno de Lula abre una nueva etapa y claramente esta debe permitir el establecimiento de bases para la integración, para la promoción de un mundo multipolar”.
En su primera visita exterior a Joe Biden en la Casa Blanca, Lula fue presionado para el envío de armas a Ucrania, ocasión en la que el presidente brasileño le dijo a su par norteamericano que “no quiero unirme a la guerra, quiero terminar la guerra”. Luego agregó que “si solo hablas de cómo derrotar a Rusia, cómo debilitar o debilitar a Rusia, eso no llegará a una conclusión positiva”.
La postura de Lula es interpretada por el politólogo Elvin Calcaño, “en términos de la lucha geopolítica entre Estados Unidos y China. Brasil busca su propio espacio en el marco de esa disputa a partir de sus intereses; los cuales tienden a ser, en muchos sectores, convergentes con China, pero divergentes con Estados Unidos. Por último, esta visita de Lula a China, por lo que la motiva y el escenario mundial que la enmarca, se inscribe en el proceso de tránsito hacia la multipolaridad que en los hechos ya hay en el mundo”.
¿EL FIN DE LA LÓGICA DE LA GUERRA FRÍA?
En la propuesta de paz china se llama a las naciones a superar la mentalidad de la guerra fría en las relaciones internacionales. La propuesta llama la atención en un mundo hegemonizado desde la caída del Muro de Berlín por Estados Unidos, en que ha primado la razón del más fuerte, dejando como secuelas la invasión de países y el derrumbamiento de gobiernos, como en Irak y Afganistán; el bombardeo a población civil y la destrucción de la industria, como en la ex-Yugoeslavia; o el cambio de gobiernos a través de revoluciones de colores como en Libia y Ucrania.
La propuesta de paz china se acompaña del ascenso de la potencia asiática en el orden global. Si bien Estados Unidos y la UE ven su ascenso como una amenaza a la hegemonía que han sustentado desde la invasión de los territorios de ultramar, el modelo chino lo plantea como la posibilidad del multilateralismo en las relaciones internacionales.
Elvin Calcaño, politólogo de Polititank, comenta a El Ciudadano que “el llamado a superar la mentalidad de guerra fría es una movida china para ubicar, a nivel discursivo, a Estados Unidos en el pasado. Y así, ellos plantearse como el futuro. De ese modo, deslegitiman el discurso estadounidense -que comparten republicanos y demócratas por igual- que identifica a China como una amenaza internacional. Asimismo, proponer aquello en dicho plan de paz va en la línea de configurar un marco de resolución de conflictos geopolíticos sobre la base de la multipolaridad e intereses entre las partes sin imposiciones de modelos de “democracia” liberal”.
A la política de suma cero, diseñada para enfrentar a la URSS en el siglo pasado, y que hoy tiene acorralada a Rusia con países adherentes a la OTAN, la diplomacia china opone la estrategia del Win win (ganar-ganar) en la que todos ganen algo con los acuerdos. La filosofía de dicha perspectiva diplomática es opuesta así a la estrategia occidental que campea en las relaciones internacionales que alguien tiene que ganar y otro que perder, destaca el semiólogo Walter Mignolo.
El aforismo chino ‘Todo bajo el cielo’ tal vez expresa la propuesta china de un mundo multipolar. Mignolo comenta que lo que está en juego son cosmologías. Se trata a su juicio de cosmovisiones y cosmo-vivencias irreconciliables, “aunque entrelazadas en distintos momentos de los 500 años de expansión occidental; es decir, de globalización. Cosmologías que regulan el conocer, el sentir, el actuar. En el entrelazamiento residen el problema y las muchas dificultades para entender la desoccidentalización y la multipolaridad puesto que en la lógica de Occidente todo se reduce al binarismo”.
Mauricio Becerra Rebolledo
@kalidoscop