Luego de registrar olas de calor implacables y sequías históricas durante el año pasado, Europa se prepara para enfrentar peores embates del calentamiento global este año 2023, donde los cultivos se ven severamente amenazados.
Un informe redactado por un grupo de científicos de la Unión Europea (UE) advirtió que la única forma de limitar los daños crecientes de la crisis climática era reducir rápidamente las emisiones de carbono.
Entretanto los agricultores ya se encuentran preparando medidas para enfrentar las altas temperaturas y la carencia de precipitaciones, con el objetivo de proteger la producción de alimentos.
El informe, del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), dijo que las olas de calor generalizadas habían llevado a Europa a sufrir su verano más caluroso registrado en 2022, por un amplio margen, provocando más de 20.000 muertes prematuras.
Las personas en el sur de Europa soportaron de 70 a 100 días de estrés por calor, donde la temperatura se sintió como de al menos 32 ° C, teniendo en cuenta el viento y otros factores, reseña The Guardian.
El calor, sumado a la escasez de precipitaciones, provocó una sequía que afectó a más de un tercio del continente en su punto máximo, según el informe, convirtiéndolo en el año más seco registrado. Los caudales en casi dos tercios de los ríos de Europa fueron inferiores a la media. Las altas temperaturas también significaron que las emisiones de carbono de los incendios forestales de verano fueron las más altas en 15 años y los Alpes europeos perdieron cantidades récord de hielo de los glaciares.
En general, Europa experimentó su segundo año más cálido jamás registrado, con temperaturas que aumentaron al doble de la tasa promedio mundial, más rápido que en cualquier otro continente. En los últimos cinco años, la temperatura promedio ha sido 2,2 °C más alta que en la era preindustrial.