Con una alta apatía de la ciudadanía la ultraderecha de Kast se impuso en las elecciones

Una larga jornada se desarrolló este domingo 7 de mayo cuando en el territorio nacional se llevaron a cabo las elecciones para elegir a quienes redacten el proyecto de nueva Constitución en base a un anteproyecto emanado por una Comisión Experta.

Según cifras oficiales, fueron más de doce millones de votos que se ejercieron de un total de poco más de quince millones se personas que se encontraban habilitadas para sufragar. En esa línea, la pagina del Servicio Electoral muestra que, además, más de dos millones de personas anularon en esta votación.

El cierre de las urnas se produjo a las 18:00 hrs en el territorio nacional y tras un rápido conteo de los votos, que se alargaron durante unas horas, finalmente fue el Partido Republicano el que se impuso logrando obtener 22 escaños para el Consejo Constitucional.

Han sido los propios ultraderechistas los que han manifestado estar en contra de la redacción de una nueva Constitución y que, en cambio, preferirían dejar en vigencia la actual Carta Magna.

De esta manera, los republicanos han alcanzado el poder de veto al interior del órgano redactor, ya que se necesitaban tres quintos del pleno, es decir, 21 representantes para obtenerlo.

En cuanto a la izquierda y el oficialismo, estos habrían alcanzado solo 17 candidatos electos, por lo que, no tendrían la posibilidad de vetar durante el proceso sin alinearse con otras fuerzas políticas.

Desde Chile Seguro, que lo componen los partidos tradicionales de la derecha, obtuvieron solo once personas que integrarán el Consejo. Sin embargo, los seguidores de Kast han llamado a la oposición a unir fuerzas en este nuevo proceso constitucional.

Por el lado de Todo por Chile, compuesto por los partidos de la ex Concertación, y el Partido de la Gente, ninguno de los conglomerados políticos alcanzó a tener a algún representante en el Consejo Constitucional, quedando sin candidatos electos.

Sin dudas un complejo panorama político enfrenta la ciudadanía para impulsar las demandas sociales a través de una nueva Constitución en medio del dominio de la ultraderecha que ha instalado un discurso sobre seguridad, migración y economía del país.

Será el día 7 de junio cuando las y los electos Consejeros Constitucionales comiencen sus labores en el ex Congreso Nacional, que al igual a los años anteriores, será la sede del nuevo órgano que buscará tener un nuevo texto para el país.

En diciembre las y los ciudadanos tendrán la última palabra en el Plebiscito de Salida luego de que se emane la propuesta de Constitución del Consejo Constitucional en que, como destaca un artículo de El País, elegirán «entre la Constitución de Pinochet y la de Kast».

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