Las hermanas Guadalupe y Rosa María son parte de las 60 mil personas que durante este día estarán acudiendo a alguno de los panteones ubicados en la ciudad de Puebla para visitar a su madre con motivo del 10 de mayo.
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Desde hace 16 años mantienen esta costumbre en Día de las Madres, como en su aniversario luctuoso y cumpleaños, a casi dos décadas de su fallecimiento la recuerdan con mucho cariño y se refieren a ella como lo mejor que pudieron tener.
«Fue una mujer que luchó mucho para sacarnos adelante, porque fue madre soltera con siete hijos. A pesar de eso, nunca la vi enojada por tener que ir a trabajar o que dijera que está harta.»», recuerda Rosa María, quien reconoce que su hermana Guadalupe fue más cercana a su madre que ella, no obstante, tiene gratos recuerdos del tiempo que pasaron juntas.
«Cada año venimos y le traemos sus flores. Yo opto por traerle algo vivo, una planta, porque siento que lo otro es basura. Ahorita le traje una rosa en recuerdo de que ella me llevaba una rosa cada día de mi cumpleaños»
Rosa María
Por su parte, Guadalupe, quien se dedica a vender planes funerarios, recuerda a su madre como una mujer seria y estricta, pero cree que esta forma de ser la influyó a ella para formar un hogar en el que presume orgullosamente que manda el matriarcado.
«Nos criamos muy libres, pero no con libertinaje. Nos crio muy responsables, que todo acto tiene consecuencias», comenta la mujer de 57 años, quien afirma que ella y su hermana son quienes continúan visitando la tumba de su madre, a pesar de que se mantienen unidas con sus otros hermanos.
Guadalupe considera que el error que muchas personas cometen es creer que sus seres queridos estarán «ahí» siempre, y por ello no tienen la costumbre de abrazar a sus familiares ni expresarles cariño, por lo que considera que si volviera a ver a su madre, la abrazaría sin pensarlo.
Sin embargo, también lamenta que su madre no haya sido una mujer expresiva y con carácter fuerte, pero está convencida del gran amor que ella les tenía.
Foto: Lizzette Vela
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