La historiadora y decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Austral e integrante de la Red de Historiadoras Feministas de Chile, Karen Alfaro se refirió a cómo la impunidad ha permitido habilitar los discursos fascistas que de la derecha más pinochetista promueven actualmente en Chile.
La académica planteó que le país vive un año en que se conmemoran los 50 años del Golpe en medio de un auge de los discursos negacionistas, que han ocupado un lugar en la política nacional mientras opacan las posibilidades de sopesar y “utilizar este tiempo bisagra para mirar el pasado y pensar en el futuro reflexivamente”.
“Necesitamos volver a situar este año como una conmemoración, como un derecho de memoria, como un año necesario de reivindicar un proyecto abortado por la dictadura militar”, indicó durante su participación en la segunda edición de “Escuchemos la historia”, un espacio especial preparado por Radio Universidad de Chile para conmemorarlos 50 años del Golpe Militar contra Salvador Allende.
A juicio de la doctora en Historia Social y Políticas Contemporáneas de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, este 11 de septiembre debe ser recordado no solo a partir de hitos, sino también desde una mirada reflexiva respecto a “por qué hoy la derecha más pinochetista” y sus discursos vuelven a tener tanto espacio en la opinión pública.
Al respecto, señaló que a partir de las violaciones a los derechos humanos registradas durante el estallido social se ha “vuelto a construir la narrativa de los bandos contrapuestos: estás del lado de la democracia o no lo estás, estás del lado de la justicia o no lo estás. Discursos que han vuelto a reiterarse en la actualidad, guardando las proporciones, pero que dan cuenta que nuestra cultura política está cruzada por la impunidad y cómo ésta se ha construido en el país”.
“La continuidad de la impunidad habilita que el discurso de la derecha en la actualidad tenga cabida, lo que no ha ocurrido en otros países en donde sí se ha alcanzado justicia por los casos de violación a los derechos humanos, y en donde es impensado reivindicar la figura de los dictadores o que ocupen un espacio en la política institucional quienes tuvieron responsabilidades directas (en los delitos perpetrados», afirmó la historiadora.
Karen Alfaro: «Estamos pagando los costos de una transición inconclusa»
Para Alfaro, la impunidad derivada de los gobiernos de la transición habilitó los discursos fascistas.
“Lamentablemente estamos pagando los costos de una transición inconclusa”, aseveró.
En la entrevista, la historiadora que develó alianza entre el régimen de Augusto Pinochet y funcionarios suecos para adopciones ilegales de niños, abordó la incapacidad de la izquierda frente a los problemas de la globalización.
Sobre este punto, indicó que la presencia de los discursos fascistas en la institucionalidad chilena y el resto del mundo mantienen relación con los impactos de la globalización. “
Creo que los proyectos de izquierda han tenido la imposibilidad de articularse con las emergencias de nuevos movimientos y sujetos sociales que no responden a la figura clásica del capitalismo más tradicional”, dijo.
“Ya no es el obrero industrial, ya no es solamente los movimientos sociales compuestos por un solo sujeto, sino que son plurales”, agregó.
El miedo histórico de la dictadura
En sus declaraciones, la decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Austral, señaló que la “utilización del miedo en el campo de la política parece algo natural, el miedo a la violencia, miedo a la delincuencia, miedo a la migración. En el caso concreto de la sociedad chilena, indicó que lo que se promueve con esos discursos del miedo “es precisamente la memoria de la dictadura”.
“Hoy día se capitaliza este miedo histórico que nace en la dictadura militar. Esto de las calles oscuras, recordar el rol de la violencia, el miedo permanente es algo que lleva nuestra sociedad como un peso histórico”, afirmó.
A su juicio, a pesar de que han pasado más de 30 años de la vuelta a la democracia la sociedad no ha sido capaz de trauma no ha podido superar el trauma y el miedo de la dictadura, en parte porque “las comisiones de verdad y justicia se elaboraron de espalda a la ciudadana, en mesas cerradas en las que incluso las organizaciones de derechos humanos se sintieron absolutamente marginadas”.
Criticó que gran parte de la población no haya sido convocada a ser parte de la elaboración colectiva del recuerdo y del pasado, por lo que la herida de esa época oscura sigue abierta.
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