En un apasionado y muy reñido partido disputado en el estadio Puskas Arena de Budapest (Hungría), este miércoles 31 de mayo, el Sevilla logró imponerse ante Roma, logrando así apoderarse de su séptima Liga Europa.
Esta agónica final de 147 minutos de juego se debió a un empate 1-1 entre los rivales, que llevó a una tanda de penaltis donde se definió al ganador indiscutible con un resultado de 4-1, un Sevilla que saborea la victoria tras un año convulso.
El entrenador José Mourinho logró dominar el entorno y ponérsela difícil al Sevilla, que jamás encontró en la primera mitad la forma de sorprender a la Roma. Ni por las bandas ni por el centro, con un juego plano y demasiado previsible.
Sin embargo, los esfuerzos no impidieron que Roma reviviera su peor pesadilla, de 1984, cuando perdió una Copa de Europa en su estadio ante el Liverpool en la tanda de penaltis.
En el minuto 35, Robo de Mancini a Rakitic en el centro del campo es aprovechado por el argentino Dybala quien con la ocasión batió a Bono con un tiro cruzado.
En el segundo tiempo, al 55’, el Sevilla logró marcar gol para igualarse ante Roma. Centro de Jesús Navas que no logra despejar Ibáñez y Mancini, sin querer, introduce el balón en su portería.
Desgarrados y medio muertos, los dos equipos se entregaron a la suerte de los penaltis tras un final agónico.
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