Revelan cómo el buen o mal carácter afecta a la inteligencia de una persona

La capacidad cognitiva es algo que refleja nuestra habilidad para navegar por situaciones complejas, entender idiomas, sacar conclusiones lógicas

Revelan cómo el buen o mal carácter afecta a la inteligencia de una persona

Autor: Pedro Guzmán

La inteligencia humana está relacionada con ciertos rasgos de la personalidad, descubrió un grupo de científicos estadounidenses. Dependiendo de lo extrovertida o introvertida que sea una persona, puede tener distintos niveles de capacidad cognitiva.

La capacidad cognitiva es algo que refleja nuestra habilidad para navegar por situaciones complejas, entender idiomas, sacar conclusiones lógicas. No es del todo obvio que estas capacidades puedan depender del carácter de una persona. Por ejemplo, los psicólogos ya han demostrado una relación entre el pesimismo y la capacidad cognitiva. ¿Pero es realmente así?

Investigadores de la Universidad de Minesota (EEUU) examinaron los datos de 1.300 estudios realizados en los últimos 100 años, en los que participaron más de dos millones de personas de más de 50 países. El equipo estudió un conjunto de 79 rasgos de personalidad, algunos de los cuales conforman el carácter (como la modestia y la cortesía) y otros son rasgos de personalidad que pueden relacionarse con el neuroticismo (como la depresión, la ansiedad o la suspicacia).

El estudio también incluyó 97 capacidades cognitivas, desde la velocidad de lectura hasta el nivel de memoria. Se tardaron 13 años en analizar los resultados. La edad de los participantes oscilaba entre los 12 y los 100,3 años y el 54,1% eran hombres.

El número de correlaciones entre los rasgos de personalidad y carácter y la capacidad cognitiva fue de 60.690. No todas las correspondencias de este tipo resultaron significativas, pero muchas se correlacionaron entre sí. Por ejemplo, los investigadores confirmaron que las personas abiertas a nuevas experiencias tienen mejores capacidades cognitivas que las cerradas. Pero también surgieron otras correlaciones.

«Saber cómo están vinculadas la personalidad y la inteligencia nos permite reflexionar sobre la cuestión más profunda de por qué ocurre esto. Solo conociéndonos a nosotros mismos podremos alcanzar todo nuestro potencial», afirmó la profesora e investigadora Denise Unes.

Los rasgos asociados al neuroticismo (depresión, ansiedad, desconfianza, irascibilidad) resultaron ser malos para la mayoría de las capacidades cognitivas. Estas personas tienen dificultades con la acumulación de conocimientos y el razonamiento lógico.

En cambio, las personas activas y enérgicas suelen tener una buena y variada gama de capacidades cognitivas, entre las que se incluyen amplios conocimientos de materias, altos niveles de memoria y un mejor procesamiento de la información. Los que sienten compasión por los demás tienden a tener puntuaciones altas en habilidades cognitivas, verbales y cuantitativas.

Aunque la cortesía y otros rasgos similares de amabilidad tenían las correlaciones más débiles con la capacidad cognitiva en general. Sin embargo, la voluntad de trabajar con integridad y buena fe se relacionó positivamente con dichas capacidades. Una de las correlaciones más fuertes con las habilidades mentales generales fue la diligencia.

Fuente Sputnik

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