Un día como hoy, pero de 1967, nacía en la bohemia playa de Santa Monica, California, David Michel Navarro. Fue la guitrarra que hizo vibrar la música de Jane´s Addiction, así como uno de los mejores discos de los Red Hot Chili Peppers.
Casi 16 años después perdería a su madre en un sangriento ataque a quemarropa; él se salvaría de milagro, pero ya nunca quedaría entero. Algo en su sangre faltaría y haría notar su ausencia como solo lo saben hacer los dones sagrados que algún día estuvieron. Y su sangre conocería otra hada, tan tierna como disolvente, cáustica y orgásmica, inducida por la aguja hipodérmica.
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Pero antes, la música, consoladora brújula, caja de armonías abstractas que todo lo revela. El primer contacto con los experimentos sónicos de Jimmy Hendrix, que fueron el detonante para que Navarro comprara su primera guitarra. Las noches enteras consumidas diseccionando las secuencias melódicas que David Gilmour interpretaba para Pink Floyd, banda que pasaría a ocupar el trono de sus predilecciones, seguida por Led Zeppelin y Van Halen. Memorizar las secuencias y ejecutarlas una y otra vez, entre toque y toque, sobre la arena, frente a las mareas del Océano Pacífico.
La banda de guerra en la preparatoria Notre Dame, ahí donde también tocaba un muchacho que no era otra cosa que una caja de ritmos humana: Stephen Perkins, su futuro compañero en Jane’s Addiction. Una tarde de cannabis índica se percataron de que si Mr. Perkins era capaz de adueñarse del ritmo del tiempo en sus redobles, Navarro solo tenía que rasgar las cuerdas para prenderle fuego, un incendio azul que se propagaba por los canales auditivos de quien tuviera la fortuna de escucharlos.
Nunca olvidaría Navarro aquella tarde en que la banda que tenía con Perkins dio su primer concierto en el parque Mc Arthur, en Los Angeles, ante un público de 15 personas.
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Y entonces, entre 1986 y 1993, los años legendarios con Jane’s Addiction. Ascenso y cúspide de las secuencias melódicas sinfónicas en su carrera. Los solos de Mountain Song y Ted, Just admit it, las piezas más obscuras y psicodélicas del Ritual de lo habitual, donde las texturas extravagantes ingrávidas transitaban entre el primer y el segundo plano, intercalándose con la voz de Perry Farrell y grabaciones de la voz del asesino serial Ted Bundy.
Y el lado B del Ritual de lo habitual (1990), supernova de la psicodelia del inicio de los años ’90 del siglo pasado, ese lado B inolvidable que arrancaba con Three days, un portento de casi once minutos con cuatro transiciones rítmicas, y en el minuto 4:35 explotando el que en opinión de quien esto escribe sería el mejor solo de requinto de Navarro, con poco más de dos minutos de duración y seguido por un abismal corolario de medio minuto que prepara el ingreso a los últimos tres minutos de la pieza, que cerrará con otro solo de requinto. Es una experiencia auditiva que induce al éxtasis.
Todas las piezas del Ritual de lo habitual poseen una factura impecable y aroma exótico. Then she did es un trance hipnótico y siniestro que progresa de la modorra a la grandilocuencia sinfónica, y de ahí desciende a siniestras corrientes subterráneas sostenidas por el bajo y la percusión, sobre los que transitan en puntillas algunas notas de piano y una trompeta ominosa en la lejanía, para finalmente retomar el tren grandilocuente y cerrar la composición por todo lo alto.
Notable sería también la participación de Dave Navarro en el sexto álbum de estudio de Red Hot Chili Peppers One hot minute (1995). Desde Warped, el primer track, saltan al oído las cuerdas de Navarro, danzando como nativas en el ecosistema conformado por el bajo de Flea, la percusión de Chad Smith y la voz de Anthony Kiedis. Cuando haya tenido usted un día horrendo, hágase el favor de escuchar Aeroplane y déjese llevar por el solo de salida, y luego de eso haga una auditoría de su propio tono emotivo y tensiones musculares remanentes.
Menos experimental resulta, sin embargo el álbum solista de Navarro Trust no one, compuesto de tracks descaradamente radio-friendly, coqueto con el nu-metal, sin apenas solos de guitarra dignos de mención. Un trabajo que invita a una sola escucha, donde tal vez la pieza Sunny Days presenta breves destellos de las posibilidades técnicas de Navarro. Y Everything, una elegía compuesta en memoria de la madre que perdió siendo apenas un niño.
Pero no hablemos de cosas tristes; hoy es su cumpleaños número 56. ¡Feliz cumpleaños, Dave Navarro!
datadura
Nombre: David Michael Navarro
Grupos: Red Hot Chili Peppers, Deconstruction, the pannic channel, solista
Esposas:
- Tania Goddard-Saylor (1990-1992)
- Rhian Gittins (1994)
- Carmen Electra (2003-2007)
- Marcela Dubasso (comprometida desde 2022).
Guitarras predilectas.
Gibson Les Paul, Ibanez serie RG, PRS, Parker Fly Deluxe, Fender Stratocaster, Kramer Van Halen signature, Fender Telecaster, Takamine acústica, Squier Hello Kitty Stratocaster, Marshall JGM 800
Principales apariciones en cine y TV
- Charmed (2001), Temporada 4 episodio 4.
- Uptown girls (2003)
- Sons of Anarchy (2012-2013)
Inclinación política: libertario