Denis Rogatyuk: Bienvenidos a Voces sin Fronteras de El Ciudadano. Continuamos con nuestra cobertura de los hechos políticos aquí en el Ecuador. Las elecciones anticipadas y la expectativa para ver quién va a enfrentarse ahora en esta gran campaña electoral para decidir quién va a ser el nuevo gobierno en este país, hermano andino.
Y para hablar sobre este tema y ver los posibles desarrollos y los últimos pronósticos, hemos invitado a nuestra amiga Gabriela Rivadeneira, la ex presidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador, y ahora es la directora del Instituto Ideal. Bienvenida
Gabriela Rivadeneira: Hola, un saludo muy especial a todos y todas que siguen a El Ciudadano en el continente, y en el mundo. Bueno, Ecuador está expectante por la celeridad con la que se dio este cambio político y conversar contigo en este espacio siempre es de interés, así que gracias por la invitación.
–Me interesaría comenzar con un resumen de los avances que tuvo la izquierda, la Revolución Ciudadana. Recordamos que en el mes de Febrero se celebraron las elecciones regionales y la Revolución Ciudadana conquistó muchos espacios políticos importantes del país, como en Guayas, en la capital, en Quito y volvieron a ganar en la prefectura de Pichincha. Ni siquiera con Rafael Correa como Presidente, pudieron conseguir estas joyas de la derecha, como la ciudad de Guayaquil. ¿Qué dice esto de la manera en que la gente común percibe las políticas y el legado de la Revolución Ciudadana pero también de Rafael Correa?
Denis, me parece bien importante recapitular cómo llegamos a este preciso momento en el Ecuador. Y es que en efecto, los últimos años han sido años de gobiernos neoliberales. Uno, producto de un acto de traición y el segundo de un banquero que llega al palacio presidencial a querer administrar el gobierno como si fuera un banco, olvidando que hay que gobernar para el pueblo.
Y el efecto que eso ha causado no es menor, porque la desinstitucionalización del Estado ha bajado muchísimo la capacidad de acción (del mismo). Es decir, hay una ausencia del Estado en el Ecuador. Eso ha promovido que, hoy por hoy, tengamos una de las crisis más sostenidas en toda la historia republicana de nuestro país. Y me refiero a una crisis en la que el empobrecimiento, la inseguridad, el desempleo, son las preocupaciones y la realidad que están viviendo las familias ecuatorianas.
Y no exagero, pasamos de ser el segundo país más seguro del continente, a ser hoy uno de los más inseguros del continente, con una mayor cantidad de homicidios, con muertes de personas privadas de libertad. Somos el país número uno en muertes de personas privadas de libertad. Y, prácticamente, con una ola migratoria que nos retorna a los momentos más complejos de la economía de nuestro país. Eso es lo que hacen las políticas neoliberales.
Entonces, después de seis años, el pueblo ecuatoriano ha comenzado a valorar, a equilibrar y contrarrestar cuales fueron las políticas que permitieron el mejoramiento de la calidad de vida de la gente, y se encuentran, no solo con el recuerdo, sino con las acciones efectivas de lo que fueron las políticas de la Revolución Ciudadana, del gobierno de Rafael Correa de 10 años en el Ecuador.
Eso hizo que, en el último proceso electoral, la Revolución Ciudadana obtuviera logros muy importantes, llegando a gobernar cerca del 70% del territorio ecuatoriano con gobiernos locales de la Revolución Ciudadana. Y eso nos coloca nuevamente como la fuerza política más importante, más organizada en todo el país, de todo el Ecuador.
Y por supuesto, también la alerta para el gobierno del Presidente Lasso sobre la posible destitución que se diera en la Asamblea Nacional frente al juicio político por la investigación por los actos de corrupción, el cual aceleró esta medida tomada por el Presidente Lasso, el cual fue una medida absolutamente acelerada e irresponsable, por la manera en que la uso.
Una manera muy ilegítima además. Porque si bien es cierto que la muerte cruzada es una medida constitucional, también hay que tener absolutamente claro que el Presidente Lasso ha aceptado que invocó a la muerte cruzada diciendo que había un plan macabro alrededor o contra su gobierno. Esos abusos y esas ilegalidades han hecho que de manera inmediata, hoy, el Ecuador se encuentre frente a un nuevo proceso electoral.
Aquí hay dos cosas por decir, Denis, la una, un presidente deslegitimizado, con menos de un 13% de credibilidad y aceptación social nacional, gobernando el país bajo decreto durante los próximos seis meses, lo cual nos pone en alerta y es absolutamente abrumador porque políticas económicas, laborales, tributarias, etc … pasan sin ningún contrapeso estatal más que por los decretos presidenciales. Y, lo otro, es que de manera paralela, el proceso electoral al que ya hemos sido convocados, es que el Consejo Nacional Electoral en el Ecuador, ya ha sacado el cronograma electoral.
Quiere decir, que de aquí a noviembre vamos a tener meses absolutamente acelerados, meses de incertidumbre también. Pero, en noviembre vamos a tener nuevas autoridades constitucionales en el Ecuador: presidente , vicepresidente, y 137 parlamentarios en el Ecuador, tomando en cuenta que el Ecuador es unicameral.
–Yo realmente creo que el movimiento de la Revolución Ciudadana está en una mejor posición ahora que en las elecciones del 2021. Yo recuerdo que, estando ahí, en febrero (2021), en la primera y segunda vuelta, aunque sí se pudo construir la candidatura de Andrés Arauz, en un frente popular, también existió mucha incertidumbre. Pero en los últimos dos años hemos visto este gran avance, este gran retorno de la Revolución Ciudadana, no solo en términos de las victorias electorales, sino también en el cómo el movimiento político se ha reconstruido. Con muchos más cuadros de hombres y de mujeres que han asumido el liderazgo político. ¿Desde tu punto de vista qué cualidades debería tener el posible candidato o candidata de este gran movimiento?
Sin duda lo que tu mencionas es clave Denis, cuadros políticos de hombres y mujeres no solo preparados para transformar el país, para transformar las localidades, para plantearle al país un plan alternativo de desarrollo que pueda restituir el mandato de nuestra Constitución.
Me parece que es muy interesante que se estén analizando diversos nombres de hombres y mujeres que siendo parte o muy cercanos de la Revolución Ciudadana han demostrado capacidad de sobra para estar en el binomio presidencial, el cual es incierto para todas y todos nosotros. Esperamos pronto conocer las palabras de Rafael Correa, (quien conduce este proyecto político), para saber quiénes son. Quiénes nos van a representar en el proceso electoral, en las urnas.
Pero me parece que ahora, más que nunca, que el que nos represente debe tener un apego particular al pueblo ecuatoriano. El pueblo ecuatoriano está desesperanzado, ha sido violentado de forma permanente. La situación del estado de ánimo en el país es terriblemente baja, y eso quiere decir, que quien esté en el gobierno debe volver a brindar esperanza y motivar a la gente de todo el territorio ecuatoriano. ¿Y cómo hacerlo? No es solamente con la palabra, no solamente con el abrazo, no solamente con la cercanía, sino es además demostrando, desde el día uno, la capacidad de gobernar.
Y gobernar va mucho más allá de administrar la cosa pública. Gobernar es tomar las decisiones adecuadas, de manera inmediata, en dos frentes: el primero es la reinstitucionalización del Estado. Es decir, volver a dar fuerza a todas las instituciones del Estado y del gobierno para poder responder a las necesidades inmediatas de la gente; y segundo, un plan emergente de seguridad nacional que atraviesa todas las áreas y todos los actores políticos y públicos del Ecuador.
Estas dos cosas deben ser tomadas en cuenta de manera inmediata, institucionalidad y plan nacional de seguridad. Porque esto vale la pena recalcar, este es un gobierno muy rápido, es un gobierno de transición, un gobierno cuya gestión durará un año y tres o cuatro meses, aproximadamente (porque el proceso electoral constitucional será en el 2025), y eso quiere decir que el rango de acción de este gobierno (el de transición), en un país sobreendeudado, con un déficit fiscal, tiene que enfocarse en dos o tres temas fundamentales. Y para nosotros es eso, la restitución y la paz en el Ecuador. La restitución de la paz en Ecuador, implica que los hombres, mujeres, niñas y niños vuelvan a caminar seguros por las calles del Ecuador. Esa debe ser la prioridad del siguiente gobierno.
Así que me parece que quienes estén en la capacidad de darnos eso, al pueblo ecuatoriano, a las familias ecuatorianas, van a tener todo el apoyo, porque hay una gran expectativa de lo que pueda presentar la Revolución Ciudadana y de lo que pueda cumplir en el ejercicio de gobierno la Revolución Ciudadana. Tomando en cuenta que, este año (2024), también coincide con un año preelectoral, camino a las elecciones del 2025, en donde las autoridades a ser electas tendrán cuatro años para ser gobierno.
Así que estamos hablando de una transición sumamente importante, para mostrar un cambio drástico dentro de la política ecuatoriana.
– Mencionaste este tema muy importante, el tema de la seguridad, algo que hemos escuchado mucho. Por supuesto, en los últimos seis años los gobiernos neoliberales dejaron muchos problemas, solo tenemos que recordar el mal manejo de la pandemia del Covid por el gobierno de (Lenín) Moreno, luego el tema de la seguridad que dejó el gobierno de Guillermo Lasso, pero ¿cuáles crees que serán los otros temas principales que marcarán esta elección en comparación con el 2021?
Me parece que son temas de confianza, insisto en esto. El gran elector es Rafael Correa, eso hay que reconocerlo totalmente. La campaña permanente por la verdad y por la justicia y el Estado de justicia social, ha sido realmente importantísima, no ha descansado ni un solo día en la disputa por las ideas, de los argumentos, de los proyectos políticos y eso, me parece que, la gente lo valora muchísimo,
Esto es una campaña rápida, es decir una campaña en la que vamos a tener que sistematizar y condensar en poco tiempo las grandes ideas para el país. Pero insisto en esto, quien presente un mega plan, pues va a ser irreal, con un país quebrado y un año y 4 meses de gobierno, difícilmente podría implementar un cambio que toque todas las aristas. ¿Hay que priorizar?, ¿hacerlo integral?, si, pero principalmente tiene que tener objetivos muy claros. Dos o tres objetivos a cumplir en este año y cuatro meses. Así estaremos demostrando al país que, desde lo público y lo político, se puede responder a la crisis que está viviendo el Ecuador. Y eso lo diferencia (el proceso electoral) del 2021, porque si bien es cierto que en el 2021, nosotros, como fuerza política, veníamos de diferentes golpes provocados por la guerra judicial, también el 2021 era una campaña bastante positiva para la Revolución Ciudadana, en la que prácticamente teníamos ganada una campaña frente al candidato banquero que luego llegó a ser presidente de la República.
Hoy nos enfrentamos también como una de las mejores opciones para la elección. Sin embargo, también hay una dispersión muy importante de la votación. Es decir, sectores de izquierda o centro izquierda, también con sus propias presentaciones y propuestas electorales; la derecha totalmente dividida, digamos, hay actores que van desde empresarios, empresarias hasta personas que han combatido en guerras internacionales, que defienden el porte de armas, etc … Hoy, más que nunca en el Ecuador, va a haber una disputa de proyectos políticos. O vamos a un proyecto de transformación profunda de la vida, para la vida, amando la vida, protegiendo la vida o vamos a tener que sufrir, todas y todos, las consecuencias de un gobierno conservador con rasgos fascistas. Esa tendencia que está recorriendo muchos de los países de América del Sur, con actores políticos que muestran esas facetas fascistas, esas muestras de violencia permanente contra las diversidades y diferencias. De esa tendencia no se escapa el Ecuador y ya hoy vemos precandidatos presidenciales con discursos totalmente alineados con la lógica de Trump, de Bolsonaro, de Milei … es decir, una lógica perversa de la política.
Por eso es que hoy, más que nunca, esa disputa se vuelve fundamental. No solo son los sentidos, no solo son las emocione, sino es el pensar profundamente que tipo de país queremos construir. Insisto, vamos hacia un país que protege la vida, o vamos a un país en donde el fascismo sea parte de una nueva recomposición de la derecha ecuatoriana anclada a ciertos grupos de derecha regional.
Gabriela, mencionas un tema muy importante en torno a la oposición, lo que queda de la derecha ecuatoriana. Veo el campo de la derecha bastante dividido y no veo la manera en que el movimiento de Lasso pueda sobrevivir sin su candidatura; mientras, veo difícil que el partido socialcristiano, con la pérdida de su base política en Guayaquil en las últimas elecciones pueda presentar una candidatura fuerte. Desde mi punto de vista personal, hay dos fuerzas políticas, que tienen peso político, que de verdad tienen un proyecto alternativo al actual gobierno, a los gobiernos de los últimos seis años, y que realmente pueden disputar el liderazgo político del país, que son la Revolución Ciudadana, y el movimiento Pachakutik, bajo el liderazgo de Leonidas Iza. Realmente veo que la disputa, al final, va a ser entre estos dos proyectos alternativos para el Ecuador. ¿Qué opinas tú?
Difícilmente que lleguen a disputar entre sí. Tenemos casi la misma población, es decir, la misma base electoral, exactamente por lo que tu dices, porque son proyectos políticos que tienen muchas similitudes. Sin embargo, hay que diferenciar qué es Pachakutik de lo que es pachomaye. Y lo que es la propia batalla interna que ha tenido que vivir el mismo Leonidas Iza frente a ese conservadurismo del movimiento indígena, que ha, prácticamente, también secundado, durante décadas, el neoliberalismo en el Ecuador. Hoy, Leonidas Iza representa una renovación de esa lucha, por principios, por valores, pero hay una gran diferencia, y es que es una batalla interna. E insisto mucho en esto, que él mismo la disputa con gente de su propio sector político. Entonces, si bien es cierto, vamos a ir a elecciones, yo hubiera esperado, y creo que como la mayoría de los actores políticos de izquierda hubiésemos esperado, que la madurez política asista la conformación de un gran frente nacional, patriota, popular. Un frente que presente un proyecto popular alternativo para la población ecuatoriana.
La rapidez del proceso electoral me parece que va a impedir que realmente se pueda cumplir uno de los grandes objetivos de la izquierda ecuatoriana, que es justamente un gran frente patriótico. Entonces, ir por separados en un proceso electoral, lo que hace es dividir un mismo sector electoral. Lo que hace la derecha es, justamente, unificar un voto de tendencia y, si bien es cierto, hablando de partidos y organizaciones políticas, que están muy debilitadas, pues también estamos hablando de actores políticos.
Eso pasa en todos los países de América Latina, no siempre son las fuerzas partidarias, sino son las fuerzas de quienes hacen los partidos y quienes los protagonizan. Y en este caso, también hay actores que están apareciendo en la esfera de lo público. Yo decía hace un momento, los representantes del fascismo y de políticas de violencia, que están ahora aupados por el partido socialcristiano. No dudo que en breve, el partido del gobierno promoverá o auspiciará uno de ellos, o si no, los otros partidos de derecha, que existen, si, dispersos y sin mucha fuerza, pero existen.
Entonces, nuevamente en el Ecuador vamos a ver una confrontación polarizada de tendencias político ideológicas, como ha pasado en todos los países de la región. A esto no hay que tenerle miedo. De eso se trata, de ponerle a la gente, sobre la mesa, las alternativas de desarrollo. Si todos aparecemos en el ‘unilateralismo’ de la política, perdemos la oportunidad de ver claramente cuáles son las diferencias entre la protección de la vida y el fascismo. Hoy vamos a presenciar en el Ecuador esta disputa. Una disputa de las derechas concentradas y la de las izquierdas. Ahora, eso nos confronta a un escenario de ganar en primera vuelta con un gran frente patriótico o pasar a una segunda vuelta, con el riesgo siempre de que la derecha y todos los sectores antipatriotas, antinacionales, se unan, justamente, en contra de propuestas alternativas. Entonces, si, el escenario no es fácil, creo que la Revolución Ciudadana está en un muy buen momento para la disputa electoral. Sin embargo, también la rapidez del proceso hace que todo se acelere y que no siempre le llegue de manera adecuada el mensaje a toda la gente. Ese es el reto que tiene nuestra organización política, ese es el reto que tienen nuestras estructuras de base, es el reto que tienen las y los ciudadanos que están convencidos que hay que buscar una alternativa viable para salir de esta crisis que estamos pasando en el Ecuador.
Muy bien, creo que estamos en la temporada que podemos llamar de las elecciones anticipadas. En el Ecuador, hace unas semanas y ahora en España pues la derecha evidentemente no quiere ver a la izquierda en el poder
Y pendientes también de Argentina
Eso también. Por supuesto. Muchas gracias a ti Gabriela. Siempre es un placer conversar contigo acerca de los temas de Ecuador. Vamos a estar muy atentos de lo que está pasando en este país hermano.
Video de la entrevista: https://fb.watch/kZKqhP8RVa/?mibextid=Nif5oz
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