Cuando el Cabo 2º. Luis Gonzalo Salazar Peña, de dotación de la 45° Comisaría de Cerro Navia, llegó herido a la 26° Comisaría de Pudahuel el día 3 de junio lo que recibió de sus compañeros de Carabineros no fue la ayuda que necesitaba tras haber sido interceptado en su vehículo por cuatro sujetos, quienes dañaron su auto, intimidaron, golpearon y dispararon en su contra.
Al llegar el personal de guardia informó lo sucedido a la Oficial de semana, Capitán Jofré, quien dio cuenta inmediata al Mayor de Carabineros, Claudio Barrios Oyarzun, y al capitán Caballero. Según los detalles que han trascendido, los funcionarios se habrían preocupado de dar las cuentas administrativas pero no de la integridad física de Peña.
Mientras tanto el cabo se retorcía de dolor pidiendo auxilio y ayuda por un fuerte dolor en su estómago. Sus compañeros sí le tomaron las declaraciones pero también lo humillaron y le dijeron que estaba “hediondo a chancho, lleno de copete, todo curado”. Fue después de cerca de tres horas que fue llevado a un centro asistencial. “Tanto color si está curado este weón”, habría dicho el Mayor Barrios, consignó Radio Bío Bío.
El reporte de la situación de salud del cabo es delicado pues el tiempo de espera para recibir atención jugó en su contra. Está en el Hospital de Carabineros en estado grave con riesgo vital y en coma inducido debido a que el disparo que recibió rompió una de sus costillas y perforó su intestino, además de haber sufrido otras lesiones internas.
La actuación de los carabineros que decidieron no prestarle la ayuda necesaria fue grabada por las cámaras de seguridad de la Comisaría y aunque no tienen audio hay varios testigos. El General Director de Carabineros visitó al Cabo en el hospital y determinó la expulsión de las filas del Mayor Claudio Barrios Oyarzún.
Los involucrados fueron sumariados para que se investiguen eventuales existencias de conductas que pudieran llevar a responsabilidades administrativas, precisó Radio Bío Bío.
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