La ministra en visita extraordinaria para causas por violaciones a los Derechos Humanos de la Corte Apelaciones de San Miguel, Marianela Cifuentes Alarcón, condenó a tres efectivos en retiro y a un ex médico del Ejército, por su responsabilidad en el delito consumado de secuestro agravado del dirigente sindical y militante del Partido Socialista, Onofre Segundo Águila Parra.
El ilícito fue perpetrado entre septiembre y diciembre de 1973 en la Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes, ubicada en la comuna de San Antonio.
En el fallo (causa rol 28-2009), la ministra condenó, con costas, a Ricardo Fortunato Judas Tadeo Soto, teniente de Ejército a la época de los hechos; Raúl Pablo Quintana Salazar, subteniente de reserva; Ramón Luis Carriel Espinoza, sargento primero; y al entonces médico del Ejército Vittorio Orvieto Tiplitzky, a 10 años de presidio efectivo, en calidad de autores del delito.
En su resolución, la ministra Cifuentes dio por establecidos los siguientes hechos:
1° Que el día 13 de septiembre de 1973, alrededor de las 19:00 horas, Onofre Segundo Águila Parra, secretario general del Partido Socialista de San Antonio, fue detenido, sin derecho, en su domicilio de calle Vicente Poblete N° 413 villa Las Dunas de la comuna de San Antonio, por soldados de la Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes, quienes le pusieron una capucha en la cabeza y lo trasladaron a dependencias de dicha unidad militar.
2° Que, ese mismo día, por orden del mayor de Ejército David Miranda Monardes, Onofre Segundo Águila Parra fue conducido a la Comisaría de Carabineros de San Antonio, lugar en que permaneció privado de libertad hasta ser trasladado a la cárcel de la misma ciudad, permaneciendo en el recinto penal entre el 16 de septiembre de 1973 y el 25 de octubre del mismo año.
3° Que, el día 25 de octubre de 1973, Onofre Águila Parra fue llevado desde la cárcel de San Antonio, recinto en el que se encontraba encerrado, hasta el subterráneo del casino de oficiales de la Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes, sitio en que fue interrogado y sometido a apremios ilegítimos, puntualmente aplicación de electricidad en distintas partes del cuerpo, tras lo cual fue trasladado al campo de prisioneros de la referida unidad militar, a cargo del mayor David Adolfo Miranda Monardes, el subteniente de reserva Raúl Pablo Quintana Salazar y el sargento 1° Ramón Luis Carriel Espinoza, todos del Ejército de Chile, entre otros, sitio en que permaneció ilegalmente encerrado hasta el 31 de diciembre de 1973.
4° Que, durante su permanencia en dicho campo de prisioneros, Onofre Águila Parra fue conducido en reiteradas ocasiones al subterráneo del casino de oficiales de la Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes, siendo nuevamente interrogado y sometido a apremios ilegítimos.
5° Que la Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes y su campo de prisioneros en ese tiempo se encontraba bajo el mando del teniente coronel de Ejército Juan Manuel Guillermo Contreras Sepúlveda, el mayor David Adolfo Miranda Monardes, el mayor Jorge Rosendo Núñez Magallanes y el mayor Mario Alejandro Jara Seguel, todos fallecidos.
6° Que, por otra parte, los interrogatorios bajo apremios ilegítimos realizados en el subterráneo del casino de oficiales de la Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes estaban a cargo del mayor Jorge Núñez Magallanes, el mayor Mario Jara Seguel, el capitán Klaudio Erich Kosiel Hornig, el teniente Ricardo Fortunato Judas Tadeo Soto Jerez, el sargento 2° Ramón Acuña Acuña y el médico Vittorio Orvieto Tiplitzky”.
Revisa el fallo completo aquí (PDF)
El portuario más antiguo de San Antonio
Onofre Águila Parra falleció en 2015, a los 101 años de edad. Hasta esa fecha, era el portuario más antiguo de San Antonio, y fue distinguido en vida por el municipio de la comuna, quien lo nombró «Ciudadano Distinguido».
Tras su partida física, el Concejo Municipal de San Antonio decidió darle su nombre a la explanada de la Avenida 21 de mayo, «por su aporte para mejorar la calidad de vida de los trabajadores sanantoninos».
Aquella vez, su hija, Aurora Águila, declaró sentir «una emoción muy grande porque esto mi padre se lo merecía desde hace mucho tiempo, por todo lo que hizo por San Antonio. Dejó un legado muy grande de lo que me siento muy orgullosa como hija».
«Ojalá que los jóvenes que vienen a esta plaza se interesen por saber quién fue Onofre Águila y sepan que fue un gran luchador a pesar de todas las adversidades que tuvo que enfrentar», agregó Aurora Águila.
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