El Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (Simce) es una herramienta que ha sido mal utilizada y que tiene consecuencias negativas, sobre todo en los niños y niñas, a juicio del ministro de Educación, Marco Antonio Ávila.
Luego de darse a conocer los resultados del Simce 2022, el cual arrojó una baja histórica, Ávila señaló que “es una fotografía de cuatro años” y “refleja el distanciamiento de los niños de los centros educativos”.
En declaraciones reseñadas por el medio BíoBío, señaló que “son una fotografía de los últimos cuatro años donde tuvimos una pandemia, un estallido social y claramente, ciertas condiciones que no generaron un espacio adecuado para el aprendizaje”.
“Es un instrumento que lamentablemente ha sido mal utilizado. Nosotros hemos sido muy críticos, fundamentalmente respecto de las consecuencias negativas. También hay consecuencias positivas: la determinación de la focalización de una política”, consideró.
Asimismo, el funcionario desmintió que el gobierno del presidente Gabriel Boric tenga la intención de eliminar el Simce, sin embargo, busca acabar con “el uso nocivo de esto, la generación de ránking (…) no solo pensar que la calidad de la educación se mide en dos o cuatro asignaturas”.
En este sentido, aseguró que lo que se pretende modificar es el sistema de aseguramiento de la calidad para transformarlo en un sistema de acompañamiento para la mejora.
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