¿Existe la posibilidad de predecir terremotos a través de las señales espaciales?, esta es la incógnita que desde 2016 ha tratado descifrar un proyecto científico denominado Observatorio de Rayos Cósmicos Extremadamente Distribuidos (Credo, por sus siglas en inglés) .
Con base en relación existente entre la radiación cósmica registrada en la superficie del planeta Tierra y la actividad sísmica global, esta iniciativa del Instituto de Física Nuclear de la Academia de Ciencias de Polonia (FIP PAN), ha logrado reunir evidencias que validan la posibilidad de advertir los movimientos telúricos terrestres a través de observaciones en el cosmos, cuyas conclusiones han revelado en el estudio.
«A primera vista, la idea de que existe un vínculo entre los terremotos y la radiación cósmica, en su forma primaria que nos llega principalmente desde el sol y el espacio profundo, puede parecer extraña. Sin embargo, sus fundamentos físicos son completamente racionales», declaró el doctor Homola, coordinador de Credo y autor principal del artículo publicado en la Revista de física atmosférica y solar-terrestre.
El estudio que salió a la luz en junio de 2023, surgió a raíz de una investigación tras el terremoto de 8,8 registrado en Chile en el año 2010.
«Los resultados indicaron anomalías ionosféricas (en la capa de la atmósfera terrestre, entre los 80 y 500 kilómetros de altitud) por encima de la región sísmica, fluctuaciones geomagnéticas en un lugar distante y cambios inusuales en las tasas de detección de radiación cósmica secundaria. Estas variaciones ocurrieron en diferentes periodos de tiempo: a 15 días, tres días y un tercio del día del terremoto», reseñó La República.
Luego se llevó a cabo un análisis estadísticos de registros de sismos y variaciones en la superficie terrestre, mediante el cual se pudo determinar que “las variaciones de las tasas de detección de rayos cósmicos secundarios se correlacionan, periódicamente, con la suma de la magnitud de los futuros terremotos globales”.
Los rayos cósmicos son partículas subatómicas cargadas eléctricamente que viajan desde el espacio exterior hacia las capas más altas de la atmósfera terrestre.
Aunque su procedencia exacta es un enigma, investigadores sostienen que pueden llegar de galaxias cercanas o colisiones de gases en el espacio interestelar.
En el caso de los rayos cósmicos secundarios, estos son producto de la interacción de los primarios (en la Tierra.
Para poder detectar estas partículas se requieren de satélites y globos, y algunas de las centrales que los miden son el Observatorio Pierre Auger, el Espectrómetro Magnético Alpha (AMS) en la Estación Espacial Internacional, entre otros recintos especializados.
¿Se pueden predecir los terremotos mediante los rayos cósmicos?
De acuerdo con la investigación si es posible detectar terremotos con cierto periodo de anticipación a partir del estudio de rayos cósmicos. Esta correlación es evidente en los 15 días previos al suceso. Sin embargo, no indica que sea posible identificar la ubicación específica de los movimientos telúricos, ya que solo se puede predecir el evento sísmico en el ámbito global.
A pesar de este escenario, los científicos son optimistas sobre futuros hallazgos. Según el doctor Homola las observaciones encontradas apuntan a nuevas oportunidades de nuevas investigaciones.
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