Este lunes se votó en la Cámara de Diputadas y Diputados un proyecto de resolución que busca que la Biblioteca del Congreso Nacional le quite la calificación de «presidente» al dictador Augusto Pinochet. La iniciativa, presentada por la diputada Lorena Pizarro (PC), se aprobó con votos en contra de casi todos los parlamentarios de Chile Vamos, con la excepción de Francisco Undurraga (Evópoli).
La iniciativa establecía que la Cámara «rechaza la incorporación de Augusto Pinochet en las reseñas de Presidentes de la República de la Biblioteca del Congreso, definiéndolo como militar y político, y como régimen autoritario a la dictadura. Y solicita el retiro de dicha reseña de la colección de presidentes».
Tras la votación, que se saldó con 67 votos a favor, 47 en contra y ocho abstenciones, la diputada Pizarro celebró a quienes «estuvieron a la altura de un país que se quiere denominar democrático».
«Augusto Pinochet, el asesino, el ladrón, nunca fue presidente. A mí me parece impresentable que la Biblioteca del Congreso Nacional lo tenga registrado con aquellos que fueron presidentes de la República: a un dictador no se le puede dar esa nominación», agregó Pizarro, quien fue presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos.
Los argumentos de Republicanos
Desde el Partido Republicano, colectividad que ha defendido en varias oportunidades la dictadura militar, argumentaron su voto en contra del proyecto de resolución apelando a la independencia política que debe tener la Biblioteca del Congreso Nacional y recordando que Pinochet entregó el poder tras el plebiscito de 1988.
«No deja de ser interesante que aquel órgano que nosotros todos respetamos por su independencia técnica y por su independencia política haya considerado que Augusto Pinochet Ugarte es o fue Presidente de la República (…) Esa independencia técnica y política probablemente los llevó a analizar los datos, a analizar -por ejemplo– el plebiscito de 1980 en que se establece la presidencia de Augusto Pinochet junto con la Constitución que dio paso entonces en el 88 al plebiscito donde se entregó pacíficamente el poder», argumentó el diputado Johannes Kaiser.
Cabe recalcar que el plebiscito de 1980 mencionado por Kaiser se realizó sin registros electorales y con la censura de las fuerzas opositoras. El proceso, además, estuvo cruzado por diversas acusaciones de fraude electoral. En junio de 2012, Jorgelino Vergara, exagente de la DINA y la CNI, reveló que se le ordenó a más de 3000 miembros de dicha institución votar más de una vez en dicho plebiscito.