Edward Snowden desde su exiilio en Rusia ofrece colaboración al Gobierno alemán sobre las informaciones de espionaje estadounidense a la canciller Angela Merkel y la vigilancia de las comunicaciones en otros países europeos. En las últimas semanas diversos medios alemanes han publicado los detalles del espionaje norteamericano, que incluyó hasta pinchazos al teléfono de Ángela Merkel.
El ex técnico de los servicios secretos de EEUU que desveló sus polémicos programas de espionaje, ha ofrecido en una carta a Merkel, a la Fiscalía federal y al Parlamento germano cooperación para esclarecer todos los detalles de las escuchas norteamericanas.
Snowden, que se encuentra asilado en Moscú, informó también de esta decisión en una reunión secreta que mantuvo en la capital rusa con el parlamentario de Los Verdes y miembro de la comisión de secretos oficiales del Bundestag, Hans-Christian Ströbele. Según Ströbele, «Snowden está sano y con buen aspecto» y «ha dejado claro que sabe mucho».
VIOLACIONES A LA PRIVACIDAD
«Cuando se resuelvan las dificultades que rodean mi situación personal estaré en condiciones de cooperar en la búsqueda responsable de los hechos» que han relatado los medios y aclarar «la verdad y autenticidad de los documentos» publicados, indica el joven informático en el texto.
Copias de esta misiva han sido distribuidas este viernes a la prensa por el propio Ströbele, que recibió el documento de manos del ex técnico para que se lo trasladase a las autoridades alemanas.
Edward Snowden se muestra dispuesto a comparecer como testigo ante la justicia y el Bundestag (cámara baja) alemanes, según ha informado este viernes en su edición digital el periódico Süddeutsche Zeitung.
En la carta explica que «en el curso de sus servicios» para la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidenses ha presenciado «violaciones sistemáticas de la ley» por parte del Gobierno estadounidense, que le generaron el «deber moral» de denunciarlas.
«Como resultado de denunciar estas preocupaciones, he afrontado una intensa y sostenida campaña de persecución que me ha obligado a alejarme de mi familia y mi hogar», afirma Snowden.
Aunque califica de «demostrablemente positivo» el efecto de sus revelaciones, Snowden acusa al Gobierno estadounidense de tratar «la disensión como traición» y de intentar «criminalizar el discurso político como delito».
«Decir la verdad no es un crimen», apostilla Snowden «Sin embargo, decir la verdad no es un crimen», apostilla el extécnico de la CIA en la carta.
Snowden se muestra esperanzado por la respuesta de gran parte de la sociedad civil y de muchos gobiernos que han criticado los programas de espionaje masivo de EEUU de las comunicaciones globales y las escuchas dirigidas de líderes mundiales.
Su oferta ha dado un giro a la polémica en Alemania, que en junio se escandalizó por las revelaciones sobre el espionaje masivo de las comunicaciones en su país y la semana pasada recibió con estupefacción que su propia canciller había sido espiada, posiblemente desde la embajada de EEUU en Berlín.
ALEMANIA COLONIZADA POR EE.UU.
«Berlín posibilitará esta conversación, una vez que Snowden esté preparado», afirma el Gobierno alemán El Gobierno alemán se mostró hoy receptivo, aunque cauteloso, al conocer el mensaje de Snowden.
El ministro de Interior, Hans-Peter Friedrich, aseguró que el Ejecutivo en Berlín «encontrará la forma de hacer posible esta conversación, una vez que Snowden esté preparado».
Alemania y EEUU tienen un acuerdo de extradición firmado y Washington ya ha enviado al Gobierno alemán de forma preventiva una solicitud de extradición de Snowden. Una alternativa sencilla, aclara el Süddeutsche Zeitung, sería una declaración a distancia, desde Moscú, como planteó el propio Ströbele en la reunión. Otra, argumenta el rotativo, factible pero más compleja legal y diplomáticamente, sería la concesión a Snowden de un permiso de residencia para «salvaguardar los intereses políticos de Alemania».
Sin embargo, poco después, el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, matizó estas declaraciones y las enmarcó en los intentos de Berlín por aclarar en detalle «las acusaciones» de que EEUU ha capturado millones de metadatos de comunicaciones en Alemania y que mantuvo pinchado un móvil de Merkel durante años.
«Nuestra postura desde el principio ha sido la de tomarnos muy en serio las informaciones de espionaje a los ciudadanos alemanes y a la canciller y tratamos de cooperar con nuestros socios (norte) americanos para aclarar lo sucedido», indicó Seibert, que recalcó la importancia de las relaciones bilaterales.
Según apuntó, el Ejecutivo no se inmiscuye ni en la preparación de comisiones parlamentarias ni en posibles procesos judiciales, ya que no entra dentro de sus competencias.
El presidente de la comisión de secretos oficiales del Bundestag, el socialdemócrata Thomas Oppermann, abogó por buscar una fórmula para que el ex analista de la NSA pueda ayudar a Alemania.
«Si hay posibilidades de escuchar a Snowden como testigo -sin ponerle en peligro y sin arruinar completamente las relaciones entre Alemania y EEUU- debemos hacerlo», manifestó en su cuenta personal de Twitter.
La reunión entre Snowden y Ströbele transcurrió entre fuertes medidas de seguridad, y el parlamentario alemán fue llevado por agentes secretos en un vehículo con cristales tintados desde su hotel hasta el lugar donde se encuentra el extécnico de la NSA. Snowden, al que EEUU quiere llevar ante la justicia por revelación de secretos mientras que Rusia le ha concedido asilo temporal, está considerado como el testigo más importante al que podría llamar a declarar un comisión de investigación del Bundestag.