Imagen portada: Saludos fascistas en la sede de Vox en Madrid durante el seguimiento de la noche electoral (Foto: Ara)
El escenario post electoral en España
Los resultados de las elecciones generales del 23 de julio arrojan un escenario de bloqueo ya que, a priori, ningún bloque suma mayoría absoluta y están prácticamente en un empate. Los posibles pactos postelectorales determinan que la derecha no suma y que la coalición progresista que ha gobernado los últimos cuatro años dependería de una abstención de los 7 diputados que ha obtenido Junts.
Ver también / Kast en la internacional de ultra derecha que es encabezada por VOX España
“Un 23 de julio totalmente inesperado. Unas elecciones históricas en las que las derechas naufragaron en su intento de sumar mayoría absoluta ante una izquierda que resistió frente a lo que vaticinaban los sondeos y que puede armar una mayoría, aunque se atisba una situación de bloqueo a cuenta de lo que haga Junts”, destaca Info Libre.
De esta forma, España fue a las urnas y quedó este resultado: PP (136), PSOE (122), Vox (33), Sumar (31), ERC (7), Junts (7), EH Bildu (6), PNV (5), BNG (1), CC (1) y UPN (1).
«El bloque involucionista del PP y Vox han salido derrotados. Somos muchos más los que queremos que España avance y así seguirá siendo», proclamó el presidente Pedro Sánchez al conocerse los resultados oficiales.
Manuel de resistencia de Pedro Sánchez
Pedro Sánchez obtuvo un resultado total que nadie esperaba, ya que subió un millón de votos más que en las elecciones de 2019 (tres puntos más que en aquella cita), lo que le ha dado dos diputados más que en aquella convocatoria. Todo ello después de un 28 de mayo que supuso un auténtico nuevo desastre electoral para los socialistas, que perdieron la mayoría de sus comunidades autónomas.
«-Sólo lo podía hacer él-, como señalaron cargos socialista en Ferraz respecto a Sánchez, en una nueva página de Manual de resistencia y después de que todos sus rivales le dieran por muerto políticamente. Las encuestas hace unas semanas apenas le daba cien diputados, pero el PSOE supo tocar la tecla para activar a muchos votantes progresistas, especialmente al ver los pactos entre el Partido Popular y Vox a lo largo y ancho del país tras el 28M. Y la sensación en Ferraz es de haber conseguido lo que no nadie esperaba: «Lo importante es que no habrá un Gobierno de ultraderecha», indicaron fuentes del partido en Info Libre.
La ultraderecha de VOX el gran derrotado
El homónimo del partido republicano en Chile, fue el gran derrotado en estas elecciones. Las caras largas en el cuartel general de la ultraderecha no se podían disimular, tampoco entre los militantes congregados en la noche electoral en las inmediaciones de la sede de su partido, que esperaba una fiesta y terminó en dertota.
La ultraderecha pierde más de 600.000 votos desde las últimas elecciones. Vox, muy lejos de las expectativas, ha perdido 19 diputados respecto a las elecciones de 2019 y ha quedado sin ninguna capacidad de influencia. La formación ultraconservadora, que ha pasado en cuatro años de 52 a 33 escaños, sostiene que el plan del PP para unificar el voto de la derecha ha tenido consecuencias catastróficas para el bloque.
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Ver también declaraciones de: EH Bildu País Vasco cuya prioridad de EH Bildu será “impedir que gobiernen las derechas”, según Ortegi.
Compartimos a continuación, un interesante artículo informativo sobre las elecciones en España:
LA IZQUIERDA RESISTE EN ESPAÑA
Por Rafael Narbona
Las encuestas concedían una victoria holgada al PP, pero con el 96% escrutado la derecha no suma suficientes votos para formar gobierno. El PSOE gana dos escaños y podría formar gobierno con SUMAR y los partidos nacionalistas. Se baraja la posibilidad de un bloqueo y una repetición de las elecciones en septiembre, pero no parece probable.
La incompetencia de Feijóo ha hundido al PP, pero quizás el dato más significativo es que VOX baja de 52 a 33 diputados. SUMAR pierde seis escaños, lo cual también es muy revelador. En estas elecciones, la economía no era la protagonista, sino la ideología. Y España ha dejado muy claro que no quiere a la ultraderecha en el gobierno. En solo unas semanas, los gobiernos autonómicos y municipales de PP y VOX han censurado libros y películas, han suprimido consejerías de igualdad y han retirado banderas LGTBI de las fachadas de los ayuntamientos. España no quiere volver a la época del NO-DO, el patriotismo de cartón piedra y la censura.
El descenso de SUMAR es un castigo a la demagogia de la izquierda posmoderna. La cultura de la cancelación, la deconstrucción de las identidades sexuales y el lenguaje inclusivo no pueden ser el eje de la izquierda situada a la izquierda del PSOE. Sus prioridades deben ser la lucha contra la pobreza, la desigualdad y las distintas formas de discriminación.
El pacto de la izquierda con los nacionalistas no será fácil, pero no creo que el PSOE deje pasar la oportunidad de reeditar el pacto que le ha permitido gobernar. El nacionalismo debería evolucionar hacia posturas más conciliadoras, dialogantes y realistas, aplazando ese independentismo que no cuenta con apoyos internacionales y solo desestabiliza al Estado. La posibilidad entre el PP y el PSOE es absolutamente improbable y nada deseable.
La izquierda debe recuperar los símbolos de los que se ha apropiado la derecha, comenzando por la bandera constitucional. Ningún partido de izquierdas europeo repudia sus símbolos nacionales. La derrota de la ultraderecha es la victoria de España. Lo importante esta noche es que nuestro país no se suma a la ola de intransigencia que recorre por Europa, destruyendo el proyecto de un continente libre, solidario, tolerante, plural e inclusivo. Creo que podemos estar razonablemente satisfechos.