La periodista chilena Elizabeth Subercaseaux reveló al diario El País Chile detalles de la entrevista que le realizó al dictador Augusto Pinochet, la cual solo pudo realizar tras el plebiscito de 1988.
Subercaseaux aseguró que el dictador siempre se ponía «particularmente furioso cuando se le preguntaba por Derechos Humanos», además de que se le colocaba los ojos amarillos y se podría observar los nervios en el cuello.
«Golpeaba en la mesa y volvía a decir que estábamos en guerra, etcétera. Pinochet tenía los ojos azules y cuando le ponías el tema de los Derechos Humanos se le endurecían todos los nervios del cuello, se ponía como rojo y los ojos se le tornaban amarillos», sostuvo la periodista, citada por BíoBío.
De igual forma, aseveró que siempre fue un «un gran mentiroso» frente a los reporteros, afirmando que el país estaba en guerra.
«Sostuvo todo su gobierno en una mentira. Primero, de que estábamos en guerra, cuando no estábamos en guerra con nadie. Y segundo, de que el gobierno de la Unidad Popular iba a hacia una dictadura comunista», recalcó la periodista.
«Era una figura demasiado tóxica, no fue una experiencia grata», expresó al medio que la entrevistó por la publicación de su libro La Constitución del Golf (Catalonia).
Su última obra, escrita en clave de humor, aborda el liderazgo que ostenta la derecha dura en el nuevo proceso constituyente, cita el medio.
La periodista reveló que la entrevista —que realizó junto a Raquel Correa— se estuvo tratando de pautar por más de una década, no obstante, no se logró sino después de los resultados del plebiscito y con ayuda de una amiga que le aconsejó a Pinochet que ofreciera la entrevista.
Además, la entrevista estuvo condicionada a que nada más podrían estar ellos tres y que el dictador podía pedir revisión de texto. Sin embargo, esta última condición requería que en la revisión estuviesen las periodistas presente.
Dentro de las sesiones que tuvieron —recuerda Subercaseaux— se le preguntó a Pinochet por su amante, Piedad Noé.
«Le preguntamos por su amante. Ahí se puso a llorar. Por eso digo que era una persona más o menos compleja», detalló.
«Si me hubieras dicho antes de ese día que se iba a poner a llorar, habría creído que te volviste loca. Obviamente él amó a esa mujer, Piedad Noé», agrega la reportera.
Posteriormente, el dictador continúo con la entrevista no sin antes aclarar que esta parte no podía ser publicada.
Te interesa leer….