Las fallas geológicas ciegas son fracturas en la corteza terrestre a lo largo de un bloque que se segmenta en dos partes, la cual está cubierta por sedimentos, no presentando características visibles en la superficie.
Este fenómeno estaría presente en Viña del Mar en la denominada falla de Marga Marga, que se extiende entre el sector El Salto y el Muelle Vergara, dividiendo la ciudad en dos y abarcando así parte importante del plan (centro de la ciudad) que en su mayoría es una zona residencial.
Para evidenciar su longitud y diámetro exacto tendría que activarse y para que ello ocurra debe suceder un sismo de magnitud significativa frente a las costas de la Ciudad Jardín o Valparaíso, pues la falla por sí sola no puede producir un sismo, explicó el geólogo Mario Guerra, académico e investigador del Laboratorio Geotsunami del Instituto de Geografía de la U. Católica de Valparaíso (PUCV).
«La falla de Marga Marga no sería desencadenante de un gran sismo, sino que su activación sería detonante de otro que ocurra frente a las costas de Valparaíso. En ese momento podríamos observar el desplazamiento de la tierra en dos -en la zona norte y zona sur- y podríamos determinar por dónde se extiende la traza exactamente. La manera de medir la falla ciega es que se active», señaló Guerra.
Algunos rastros
Los daños estructurales lineales reiterados que se han registrado en edificaciones del barrio Población Vergara en los terremotos de 1906,1985 y 2010 evidencian la existencia del fenómeno, sin embargo, debido a que los epicentros no fueron en la zona central o frente a las costas de Viña o Valparaíso, no se puede probar con exactitud que aquellos estragos sean producto de la falla, pues no se ha activado.
Un ejemplo de aquello son algunos edificios emplazados en la zona del Muelle Vergara. Otro caso fue el edificio Festival que se ubicaba en calle 9 Norte, antes de ser demolido producto de los efectos que dejó el terremoto de 2010.
En ese sentido, los primeros registros de la existencia de la falla Marga Marga datan del terremoto de 1906 cuando el nivel del agua subterránea subió al plan de Viña tras el remezón.
«Los registros indican que se generaron pequeñas lagunas en toda la Población Vergara, entonces eso indica que hay fracturas en la tierra. Esas fracturas permitieron que el agua ascendiera y quedara en la superficie, pero directamente no se vio que una parte del plan de Viña del Mar haya quedado más desplazado hacia el sur y otro hacia el norte en condiciones similares como lo que se espera que pase en la falla de San Ramón, por ejemplo», planteó el geólogo.
De suceder aquello en la actualidad, agregó el investigador, sí se generarían daños estructurales, pero los efectos se verían minimizados en comparación a aquel tiempo, pues en ese terremoto hubo derrumbes y daños irreparables en casas y construcciones altas.
«Si replicamos la imagen de 1906, hoy en día tenemos muchas más cañerías e infraestructura debajo del subsuelo, entonces es muy probable que se rompan aquellas cañerías y haya mayor agua circundando en el subsuelo. Eso haría mucho más frágil todo el terreno de Viña del Mar que está compuesto de material sedimentario, pero no estamos hablando de que se caiga una estructura, lo que sucedería es que habrían daños estructurales con posibilidad de que se ladearan pero sería muy ínfimo porque la norma chilena de construcción es una de las mejores, entonces estamos preparados para esperar estos eventos», cerró el académico de la PUCV.
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