Addio Giuliano Montaldo

El 6 de septiembre de 2023 murió en Roma, a los 93 años, el connotado cineasta italiano Giuliano Montaldo, director de las afamadas películas “Sacco e Vanzetti” (1971) y “Giordano Bruno” (1973)

Addio Giuliano Montaldo

Autor: Absalón Opazo

Por Silvio Cuneo Nash, académico Universidad Central de Chile

El 6 de septiembre de 2023 murió en Roma el connotado director italiano Giuliano Montaldo, a los 93 años.

Nacido en Genova en 1930, debutó como cineasta en 1961 con “Tiro al Piccione”. Fue también colaborador de Carlo Lizzani en “Achting! Banditi!” (1951); de Valerio Zurlini en “Le ragazze di San Frediano” (1955); de Elio Petri en “L’assasino” (1960); y de Gillo Pontecorvo en “La Bataglia di Algeri” (1966).

Sin embargo, el reconocimiento internacional vino en los años setenta del siglo pasado con filmes como “Sacco e Vanzetti” (1971) y “Giordano Bruno” (1973), ambos protagonizados por Gian María Volonté.

Su cine, con un evidente contenido político, no titubeó en denunciar las injusticias pasadas y presentes haciendo de sus filmes históricos una invitación a abrir los ojos ante intolerables situaciones actuales que debemos cambiar.

Así, sus películas no son sólo un repaso de un triste episodio pasado, y eso lo refuerza el propio Montaldo con montajes atrevidos. Por ejemplo, “Sacco e Vanzetti” es la reconstrucción histórica de la condena a muerte de dos italianos anarquistas, inmigrantes en Estados Unidos, en 1927.

Sin embargo, el filme comienza intercalando imágenes en blanco y negro de Boston de 1920 con una escena a color de la caída de un hombre desde lo alto del departamento de policía. La escena parece no tener relación con la historia, pero es una clara referencia al anarquista italiano Giuseppe Pinelli quien muere al caer de un edificio en Milán tras ser interrogado por la policía italiana.

Montaldo, además, tuvo especial preocupación por Chile y por el proceso de la Unidad Popular. Con emoción recibió un mensaje del Presidente Salvador Allende alabando “Sacco e Vanzetti” y tras el Golpe de Estado chileno, tuvo un rol activo en diversas campañas de apoyo y solidaridad con el masacrado pueblo chileno. El propio Montaldo reconoce con cierta frustración que el film que le faltó hacer era sobre la vida y obra de Salvador Allende.

Su última película, “I demoni di San Pietroburgo” (2007), narra la vida de Dostoyevski mientras escribía “El Jugador”.

Quisiera cerrar este homenaje póstumo con una anécdota personal: corría marzo de 2003, la buena fortuna me había hecho acreedor de una beca para estudiar montaje cinematográfico en Roma. Fue en este contexto que, en una luminosa mañana de primavera, cerca del Castel Sant’Angelo, en una de las oficinas de RAI Cinema, pude, junto a la profesora Nicole Selamé, conversar con Montaldo.

La entrevista, que debía durar 15 minutos, se extendió por más de una hora, en la que Montaldo, con sencillez, nos recibió en su amplia oficina de muros amarillos, donde destacaba una foto que mostraba a Luchino Visconti rodando “Rocco e i suoi Fratelli”.

Sin apuros, el director de entonces 73 años, sonriente y sereno, habló de cine y de la vida, contestó todas nuestras preguntas con interés y simpatía, y cuando se percató del tiempo que había pasado se excusó, invitándonos a hacerle las últimas preguntas.

Aproveché la oportunidad para decirle que en la Universidad de Valparaíso habíamos realizado varios ciclos de cine a los que acudían principalmente estudiantes, y que “Sacco e Vanzetti” había sido una de las películas que más había gustado a las y los jóvenes chilenos. Entonces Montaldo nos habló como si se dirigiese a una multitud, se puso de pie y con ese aire que tienen los maestros nos dijo:

No sabes tú lo emocionante que es para mí que, en el culo del mundo, y no te ofendas, pero para mí Chile es el culo del mundo, se vean mis películas.

No sabes el gusto que me da saber que 30 años después, mi película tenga todavía algo que decir.

Ahora yo te quiero pedir una cosa. Si vuelves a exhibir esa película a jóvenes chilenos, diles que me siento profundamente agradecido y diles también que se fijen que en películas que yo hice, como “Sacco e Vanzetti” y “Giordano Bruno”, no puse voluntariamente la palabra “FIN” al terminarlas.

Porque la lucha contra la intolerancia no conoce la palabra fin,
porque la lucha contra la injusticia no conoce la palabra fin,
porque la lucha por la libertad no conoce la palabra fin.

Giuliano Montaldo

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