La autora de “No nací vegana” (editorial Trayecto, 2021) y comprometida activista por los derechos de los animales, recordada por interrumpir, con miembros de la ONG “Animal Libre”, una jornada de rodeo en septiembre del 2019, considera que “es muy difícil que a las personas que practican el rodeo se les pueda clasificar como deportistas”.
Al ser consultada sobre la discusión que existió en torno al rodeo en el Consejo Constitucional, asegura que lo encontró terrible, y agrega que “esto te hace ver el miedo que tienen porque se dan cuenta que el rodeo peligra”, además “en las encuestas cada vez hay menos personas a favor”, sostiene.
-Es una práctica rural, pero no clasifica como un deporte-, dice la activista.
“Por la razón o la fuerza”
En mayo de este año, diputados de Renovación Nacional (RN) presentaron un proyecto de ley que busca declarar al rodeo como deporte nacional. La moción que cuenta con dos artículos establece dentro de sus consideraciones que el rodeo “ha formado parte de la cultura y tradiciones del país durante siglos”.
El diputado Juan Antonio Coloma (UDI), presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara Baja, donde se discute el proyecto, declaró en junio al medio “Caballo y Rodeo”, (portal oficial de la Federación de criadores de caballos raza chilena y la Federación del rodeo chileno): “decidí tramitar con máxima velocidad un proyecto de ley que busca que el rodeo sea declarado como deporte nacional y ponerlo en el lugar que se merece”.
Tras aprobarse la enmienda de unidad de propósito en el Consejo Constitucional, Miguel Littín, consejero del Partido Socialista (PS) declaró “sentir vergüenza de estar en esta Constitución que aprueba esa barbaridad”. Albasetti no se confunde y agrega que “las personas que practican esto son extremadamente poderosas” entonces “es como por la razón o la fuerza, como no lo pueden hacer por la razón, obviamente lo quieren hacer por la fuerza”, dice.
“Uno como ser humano tiene derecho a evolucionar”, dice y agrega que está bien “que lo que antes te parecía bien, te deje de parecerlo”, si se trata de conservar las tradiciones, la escritora añade que “tendríamos que seguir tirando cristianos al Coliseo Romano, porque era tradicional”, no es “lógico desde esa perspectiva”, asegura.
Firme a sus convicciones, Albasetti invita a no apoyar este tipo de prácticas y que se manifieste ante ellas «cuando se pueda votar o expresar en contra de esto, lo hagan”, además piensa en las futuras generaciones recalcando que “no está bien enseñarle a un niño a golpear a un animal”.