3 continentes, 3 fotografías del nuevo mundo multipolar

El Presidente de Brasil, a punto de cumplir 78 años, hizo una dura crítica a las Naciones Unidas, tanto por su incapacidad para cumplir su Carta de Principios en el conflicto entre Rusia y Ucrania, como para combatir la desigualdad en el mundo.

3 continentes, 3 fotografías del nuevo mundo multipolar

Autor: El Ciudadano

Por Katu Arkonada

Vivimos tiempos interesantes. Como diría el Gran Timonel, Mao Tse Tung, todo es caos bajo las estrellas, así que la situación es excelente. 

La herencia de la pandemia y la crisis ha acelerado la consolidación de un mundo multipolar, que estos días podemos visualizar en eventos que se están produciendo en tres continentes.

La primera fotografía nos lleva al continente americano, donde se acaba de producir la 78 Asamblea General de las Naciones Unidas. Con un Zelensky desdibujado que acudía por primera vez a las Naciones Unidas (el año pasado participó por videoconferencia), destacaron los discursos de los dos principales líderes de la izquierda latinoamericana hoy, Lula y Petro. El Presidente de Brasil, a punto de cumplir 78 años, hizo una dura crítica a las Naciones Unidas, tanto por su incapacidad para cumplir su Carta de Principios en el conflicto entre Rusia y Ucrania, como para combatir la desigualdad en el mundo. Pero también defendió los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBTI, así como los derechos de la naturaleza, en este caso de la Amazonía. En ese punto se encuentra con Gustavo Petro, quien además de defender la justicia social y climática, hizo una dura crítica al imperialismo: “Se olvidaron de que a nuestros países los invadieron varias veces, quienes hoy hablan de luchar contra las invasiones”, recordando que quienes hoy critican a Rusia, son los mismos que invadieron Irak, Libia o Siria. No estuvo tan afortunado el Presidente de Colombia comparando el conflicto entre Rusia y Ucrania, al que todo el mundo pone atención, con el que se vive entre Israel y Palestina, olvidado por la comunidad internacional. La comparación exacta sería Ucrania como Israel y el Donbás como Palestina, aunque sea políticamente incorrecto hacer tal afirmación ante la hegemonía mediática occidental que presenta a Ucrania como la victima de este conflicto. De hecho, Zelensky pasó de Nueva York a Canadá, donde participó en la torpeza en forma de homenaje del Parlamento canadiense a Yaroslav Hunka, ucraniano que formó parte de la 14ª División de Granaderos Waffen SS que combatió a la Unión Soviética, es decir, un nazi. 

De hecho, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, condenó ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que Estados Unidos y sus aliados llevan años financiando a grupos neonazis en Ucrania. 

Akufo instó a no pretender que las condiciones económicas y sociales actuales de África no tienen nada que ver con las injusticias históricas que han modelado las estructuras del mundo

Y en la misma línea de Petro y Lavrov se manifestó en la Asamblea General de Naciones Unidas el Presidente de Ghana, Nana Akufo, que manifestó: “Hay que reconocer que buena parte de la riqueza en Europa y EEUU son producto de los horrores la sangre, las lágrimas, de la trata del comercio de esclavos y siglos de explotación colonial”. Ghana nos lleva a una segunda fotografía en un segundo continente, África, donde las revueltas se incrementan. En la propia Ghana el pueblo protesta en las calles contra la situación económica, mientras en la casi vecina Níger, y tras las protestas anti coloniales, tanto el Embajador como los 1500 soldados franceses abandonan el país. Y son precisamente las juntas militares de Níger, Mali (que también tuvo una intervención francesa en 2013) y Burkina Faso, las que han creado la Alianza de Estados del Sahel por la soberanía y el desarrollo de los pueblos del Sahel, frontera entre el Desierto del Sahara y el sur de África, en palabras de Ibrahim Traoré, líder burkinés al que ya se compara con Thomas Sankara por su lucha contra el imperialismo y el colonialismo. 

Es fascinante desde el punto de vista geopolítico como en las revueltas de los países africanos, para manifestar su descontento y posiciones anti imperialistas y anti coloniales, el pueblo en las calles ondea banderas rusas, mientras Europa mira desconcertada pensando en qué momento pasó esto. La presencia rusa en África, que, por supuesto tiene el objetivo de ganar influencia diplomática y recursos naturales, se ha realizado sin poner una sola base militar ni impulsar golpes de Estado, al contrario de lo que estamos acostumbrados a ver en América Latina o Medio Oriente por parte de Estados Unidos.

La tercera fotografía por tanto nos lleva al conflicto entre Rusia y Ucrania, donde parece que las posiciones empiezan a cambiar. En primer lugar, se empieza a entender que Ucrania no es más que un proxy de una guerra entre Rusia y la OTAN-Estados Unidos. Un reciente spot del “Republicanos por Ucrania” dice “We get a lot for a little. Conseguimos mucho por poco, usamos un 5% de nuestro presupuesto para defensa en armar a Ucrania, y con eso, los ucranianos han conseguido destruir un 50% del ejército de Putin. Y hemos hecho todo esto mandando armas de nuestras reservas, no a nuestras tropas”. Sin embargo, Polonia ya ha declarado que no va a seguir mandando armas a Ucrania y Estados Unidos le ha negado a Zelensky los misiles ATACMS que ambicionaba, misiles balísticos tácticos, que con un rango de casi 300 kilómetros, permitirían a Ucrania atacar las defensas rusas en Crimea. Todo ello mientras estallan escándalos de corrupción admitidos por el propio Zelensky (que ha dicho que sí hay corrupción, pero no con el dinero de la ayuda extranjera) y cada vez hay más presión para que celebre las elecciones previstas para inicios de 2024. Incluso el propio New York Times desmintió la versión hegemónica de la mayoría de medios sobre el supuesto ataque de un misil ruso a un mercado en Kostiantinivka en el que murieron 16 personas, demostrando, con imágenes y otras pruebas del ataque, que el misil era de procedencia ucraniana. La propia prensa occidental admite también que la tan publicitada contraofensiva ucraniana, que les ha dejado 71.000 bajas, ha sido un fracaso y solo han podido recuperar unos pocos kilómetros cuadrados.

Todo parece indicar que ya Estados Unidos está dejando caer a Zelensky, para sustituirlo por otro títere que se siente a negociar con una Rusia que ya ha obtenido los objetivos con los que empezó la guerra, la anexión territorial de los territorios prorrusos de Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia, y la no instalación de bases militares ni incorporación de Ucrania a la OTAN.

Y así, con estas 3 fotografías en 3 continentes, vamos viendo cómo se configura el nuevo mundo multipolar, que ya está aquí.

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