El 5 de octubre, el diputado Jorge Brito interpuso ante la Contraloría General de la República, a denuncia por irregularidades en el actuar del director de Obras Municipales de la Municipalidad de Viña del Mar, Julio Ventura, arquitecto de la Universidad de Chile quien está en el cargo desde 1981, y que ha estado en la polémica por los edificios Kandinsky y Miramar, ambos al borde de dos socavones en la zona dunar de Reñaca.
Según se describe en el documento presentado al ente fiscalizador, Ventura se habría negado a regularizar la numeración de un inmueble designado como Parcela Forestal N° 854, de la Hacienda Reñaca, puesto que, la Dirección de Obras Municipales (DOM) habría señalado que no va a emitir el Certificado de Numeración Domiciliaria para dicho predio, ya que, según el Plan Regulador Comunal y el Plano de Parcelación de la Hacienda Reñaca de 1964, el camino que enfrenta la propiedad no sería un bien nacional de uso público, sino que sería un “cortafuego”.
«A lo anterior, se suma un hecho muy particular y es que, en el año 2019, se les indicó que debían negociar “por fuera” con un Sr. Pedro Montt, abogado de la familia Nieto, y que él podría “venderles” el camino para luego “donarlo” y que ellos puedan emitir el certificado; indican, además, que se les estaba cobrando el monto de 80 millones de pesos para hacer el trámite (…) solicitamos se investiguen otros hechos relativos a la participación irregular de terceros y/o personal contratado en actuaciones y trámites de la dirección de obras municipales de la Municipalidad de Viña Del Mar», se explica en el oficio.
El diputado Brito también revela en el documento que han recibido denuncias anónimas de que, a lo menos, tres profesionales que trabajan en la DOM de Viña del Mar prestarían sus servicios a distintas inmobiliarias y constructoras, provocando que, en más de una ocasión, estos profesionales en sus roles de trabajadores de la DOM deban evaluar los proyectos, a los que ellos mismos prestaron sus servicios profesionales, produciéndose una clara incompatibilidad de sus trabajos profesionales como privados, con el cargo que mantienen dentro de la DOM.
No obstante, lo anterior no serían las únicas irregularidades detectadas por Brito: La entrega de permisos de edificación en zonas de riesgo y posible daño ambiental, como ocurrió con los socavones de Reñaca.
«Frente a esta situación existirían distintas irregularidades relacionadas a los permisos que se dieron a esta edificación, considerando que: Se ignoraron los informes emitidos por SERNAGEOMIN en los años 2005 y 2009 que indican los riesgos en la construcción de edificios de alta envergadura en el campo dunar de Viña del Mar. Además, se debe tomar en consideración el informe emitido por SERNAGEOMIN “ANTECEDENTES GEOLÓGICOS Y GEOMORFOLÓGICOS DEL CAMPO DUNAR, PUNTA DE CONCÓN, COMUNA DE CONCÓN REGIÓN DE VALPARAÍSO” de febrero de 2012», se lee en la denuncia.
Incluso, Ventura autorizó la construcción de edificio sin tramitarlo en el Sistema de Evaluación Ambiental (SEIA), a pesar de existir la obligación legal de hacerlo, esto según el Artículo 10° de la ley 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente.
Respecto al caso del proyecto inmobiliario Terrazas de Uno Norte en el sector de Canal Beagle -también considerada de riesgo-, no solamente existe una afectación a la naturaleza del sector aledaño, sino que, además, el terreno tiene ruinas de edificación inmersas en la falla geológica del Marga Marga, la cual está catalogada como zona de amplificación sísmica, además de la amenaza de incendios forestales.
En cuanto al permiso de edificación de viviendas sociales en el sector Villa Dulce, en primer lugar, el conjunto habitacional está planificado en un terreno cuyo uso de suelo está catalogado como EE-2, calificación que reciben los terrenos de grandes parques, como lo son el Jardín Botánico de Viña del
Mar o el Parque Sausalito, en el que se prohíbe la construcción de vivienda. Es más, el terreno se ubicaría sobre un humedal que ya se encuentra en tramitación para ser declarado como tal.
«A lo anterior se suma el hecho que Julio Ventura, director de la Dirección de Obras Municipales, estaría incumpliendo con la ley 20.730, denominada “Ley de Lobby” al no otorgar audiencias; esto según consta en la plataforma de Ley de Lobby de la Municipalidad de Viña del Mar en la que sólo registra tres audiencias durante el año 2016 (…) y las faltas reiteradas a la obligación de responder los oficios que envía el Congreso», son otras de las irregularidades evidenciadas.
Es importante precisar, que los directores de Obras Municipales no son designados por la alcaldía de turno, ya que, las DOM son las encargadas de velar por el cumplimiento, a nivel comunal, de las normas que regulan la planificación urbana y la edificación -desde el Ministerio de Vivienda y Urbanismo-. Además, por los derechos municipales por la construcción de los dos edificios al borde de socavones en Reñaca, la gestión de Virginia Reginato recaudó $55.429.171 en total.